Desarrollo 5G en Costa Rica: un tira y afloja tecnológico geopolítico
El desarrollo de la red 5G de Costa Rica ha provocado una disputa diplomática entre Estados Unidos y China, poniendo de relieve una lucha global por el dominio de las telecomunicaciones y la ciberseguridad, con implicaciones de largo alcance para la tecnología y la soberanía de América Latina.
El desarrollo de la red de telecomunicaciones de quinta generación (5G) en Costa Rica se ha convertido en un campo de batalla de influencia geopolítica entre Estados Unidos y China, lo que subraya la lucha más amplia por la supremacía tecnológica y la ciberseguridad en América Latina. Este conflicto, provocado recientemente por intercambios públicos entre funcionarios de alto rango de ambos países, refleja la brecha cada vez más profunda en las relaciones internacionales sobre el avance tecnológico y la seguridad de los datos.
Respuesta china a las preocupaciones de Estados Unidos
La Embajada de China en Costa Rica calificó de “puras mentiras” las declaraciones de Anne Neuberger, Asesora Adjunta de Seguridad Nacional de Estados Unidos para Ciberespacio y Tecnologías Emergentes, y Nathaniel Fick, Embajador Especial de Estados Unidos para Ciberespacio y Política Digital. Estos funcionarios estadounidenses habían expresado su preocupación por las prácticas tecnológicas y las medidas de ciberseguridad de China. La embajada defendió las operaciones globales de las empresas de telecomunicaciones chinas, afirmando el cumplimiento de las leyes del mercado y la competencia leal, y negó cualquier directiva gubernamental para recopilar datos de usuarios o propiedad intelectual de otras naciones.
Esta controversia se intensificó en agosto de 2023 cuando el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, decretó una regulación que exige que los contendientes por contratos 5G provengan de países signatarios del Convenio de Budapest sobre Ciberdelincuencia. Esta estipulación descalificó a China, un país no signatario, y a sus gigantes de las telecomunicaciones como Huawei de licitar en proyectos 5G en Costa Rica.
Suspensión del Reglamento
La suspensión de esta regulación por parte del Tribunal Contencioso Administrativo, a la espera de un examen exhaustivo, añade otra capa al drama que se está desarrollando. Mientras tanto, las relaciones entre Estados Unidos y Costa Rica se han fortalecido, particularmente en materia de ciberseguridad, como lo demuestra un anuncio de cooperación por valor de 25 millones de dólares, programas de capacitación y proyectos de infraestructura digital.
Laura Richardson, comandante del Comando Sur de Estados Unidos, frecuenta Costa Rica para resaltar la profundización de la cooperación en materia de seguridad, especialmente en ciberseguridad y combate al crimen organizado. Esta asociación contrasta con la postura del gobierno costarricense sobre la tecnología 5G y sus implicaciones para la seguridad nacional, particularmente en lo que respecta a China.
El presidente Chaves y su ministra de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones, Paula Bogantes, han defendido enérgicamente la regulación 5G, enmarcándola como un imperativo de seguridad nacional. Los comentarios de Chaves sobre el sistema legal de China y su supuesta obligación de que las empresas entreguen información al Estado reflejan las preocupaciones de seguridad que impulsan la política 5G de Costa Rica.
El debate en torno a la Convención de Budapest, destacado por Huawei y la Embajada de China, sugiere una divergencia en la comprensión entre las cuestiones técnicas de ciberseguridad y los mecanismos legales para combatir el cibercrimen. Esta discrepancia subraya la complejidad de la diplomacia tecnológica internacional, donde se cruzan las dimensiones jurídica, técnica y política.
La controversia 5G en Costa Rica es emblemática de las tensiones más considerables en América Latina sobre la soberanía tecnológica, la influencia extranjera y la ciberseguridad. Los países están atravesando desafíos similares, equilibrando las oportunidades económicas y tecnológicas con consideraciones diplomáticas y de seguridad nacional.
Las naciones latinoamericanas que luchan por el avance tecnológico y la transformación digital deben negociar sus posiciones dentro de la dinámica de poder global de Estados Unidos y China. El caso de Costa Rica ilustra las difíciles decisiones de estos países al alinearse con las superpotencias tecnológicas, cada una de las cuales ofrece distintos beneficios e inconvenientes tecnológicos, económicos y estratégicos.
La rivalidad tecnológica entre Estados Unidos y China en América Latina no se trata solo de 5G, sino que abarca una variedad de cuestiones que van desde el desarrollo de infraestructura hasta la soberanía de los datos y la cibergobernancia. Esta rivalidad tiene implicaciones para la integración regional, el crecimiento económico y el alineamiento geopolítico de los países latinoamericanos.
El papel de Costa Rica en la dinámica global
La saga 5G de Costa Rica refleja tendencias regionales más amplias donde las naciones afirman su agencia tecnológica y política en medio de cambios de poder global. El enfoque del país hacia 5G, que enfatiza la ciberseguridad y los intereses nacionales, resuena con esfuerzos latinoamericanos más amplios para trazar caminos independientes en política tecnológica y diplomacia internacional.
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La controversia sobre el desarrollo de 5G en Costa Rica sirve como un microcosmos del actual tira y afloja global sobre el dominio tecnológico y la ciberseguridad. Destaca las maniobras estratégicas entre Estados Unidos y China. Subraya el complejo panorama que navegan los países latinoamericanos en la era digital, equilibrando el avance tecnológico, la seguridad nacional y las relaciones internacionales.