El nuevo ritmo de IA se vuelve viral con una canción que imita la voz de Bad Bunny
Una sensación viral que imita la voz de Bad Bunny ha provocado un debate, mostrando la influencia de la IA en la música y planteando cuestiones legales y éticas sobre la propiedad artística. Bad Bunny expresó su desaprobación por la canción generada por IA .
Foto: Edit-Latampost
Latin American Post Staff and EFE
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Revelando una onda musical generada por IA
El mes pasado, la escena de la música digital estuvo repleta de una tendencia peculiar: una canción que sonaba sorprendentemente similar a la voz del rapero y cantante puertorriqueño Bad Bunny. Sin embargo, era diferente a la obra del famoso artista. La voz que cautivó a los oyentes pertenecía a una creación generada por IA, una combinación de tecnología y creatividad que ha provocado admiración y controversia.
El artífice de este fenómeno viral es el artista chileno Maurico Bustos, conocido como FlowGPT. Empleó técnicas avanzadas de inteligencia artificial para replicar el estilo vocal de Bad Bunny, lo que dio como resultado la canción "NostalgIA", un inteligente juego de palabras que fusiona "nostalgia" con el acrónimo "AI". Esta pista no fue sólo un experimento único; se convirtió en una sensación, lo que dio lugar a numerosas parodias e imitadores en plataformas de redes sociales como TikTok.
La desaprobación de Bad Bunny y la respuesta de FlowGPT
Bad Bunny, que disfruta de 20 millones de seguidores en Instagram, expresó su desaprobación por la canción generada por IA. En un mensaje a sus fans, aclaró que quienes disfrutaron del track viral no fueron bienvenidos en su gira, reflejando su disgusto por que su voz fuera replicada sin su participación.
En un giro intrigante, Bustos respondió a Bad Bunny operando como la entidad de inteligencia artificial FlowGPT. Reconoció su admiración por el trabajo del rapero y atribuyó su éxito al aprendizaje de varios artistas. La ambiciosa afirmación de FlowGPT de esforzarse por ser el mejor artista del mundo, superando incluso las capacidades humanas, añade una dimensión que invita a la reflexión al discurso sobre la IA en las artes creativas.
Bustos, de 30 años, conoce este ámbito. Anteriormente lanzó temas bajo el nombre de FlowGPT, inspirados en artistas como la sensación del reggaetón colombiano Feid y el rapero puertorriqueño Anuel. Su visión se extiende a la creación de un personaje virtual similar a la banda británica Gorillaz pero con un giro: el personaje estaría completamente impulsado por IA.
Navegando por aguas legales y éticas
Este incidente ha planteado numerosas preguntas sobre las legalidades y la ética que rodean a la IA generativa en las artes. Según Claudia Gutiérrez, consultora especializada en temas de IA, el marco legal actual debe estar preparado para manejar este tipo de casos. Ella señala que si bien Bad Bunny podría estar molesto por usar su tono vocal, la falta de pautas legales claras con respecto al contenido generado por IA deja un área gris que artistas como Bustos pueden navegar sin temor a repercusiones legales.
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La situación resume una conversación más amplia sobre la intersección de la tecnología y el arte. A medida que la IA continúa evolucionando, desafía las nociones tradicionales de creatividad y propiedad. La controversia en torno a la pista viral de FlowGPT es sólo un vistazo a un futuro en el que las líneas entre el arte humano y el creado por máquinas se vuelven cada vez más borrosas. Mientras los artistas y el público se enfrentan a estos cambios, la industria musical se encuentra en una encrucijada donde la innovación se encuentra con la ética, y el futuro de la expresión artística está en juego.