Influenciadores humanoides: el nuevo fenómeno de las redes sociales
Miquela tiene 19 años, una cuenta verificada en Instagram y un estilo de vida envidiable, pero no es humana
Tienen rostros perfectos, miles de seguidores y un estilo de vida envidiable, pero no son humanos. Son robots influencers , o influenciadores, que cada vez se hacen más populares en redes sociales, cautivando al público humano con sus particulares “formas de vida” e interacciones digitales.
Read in english: Virtual Influencers: the new sensation on social media
Estos personajes ficticios son creados en su mayoría por agencias de marketing y comunicación. Son administrados por usuarios externos, puesto que aún no están vinculados con inteligencia artificial que les permita interactuar por redes de manera autónoma.
Uno de los avatares más populares es Miquela Sousa, una modelo de Instagram de 19 años, labios carnosos, apasionada por la música y quien dice ser de Downey, California.
Miquela inició como un proyecto de arte creado por Trevor McFedries y Sara Decou en 2016. Al principio muchos creían que se trataba de una campaña publicitaria para anunciar una nueva versión del popular juego “Los Sims”.
Otros por el contrario, rechazaban la propuesta de un robot pretendiendo interactuar como humano, pero en medio de la polémica y la curiosidad, los seguidores de Miquela en Instagram crecieron y hoy en día cuenta con más de 1,3 millones de followers y una cuenta verificada.
Miquela, como gran parte de los influenciadores, lleva una vida de lujos, visita restaurantes recomendados, viaja por las principales ciudades del mundo con personajes reales y ficticios, y viste atuendos de marcas como Prada y Chanel. Sus fotos alcanzan miles de comentarios y likes y apoya causas sociales como el movimiento LGBTI, personas sin hogar y #BlackLivesMatter (la vida de los negros importa).
Miquela no es la única influencer sin latidos reales en su corazón. Como ella hay más humanoides que sorprenden o deleitan a internautas, quienes en algunas ocasiones llegan a creer que la figura digitalizada es una persona real.
Estos robots influenciadores han ganado voz dentro de su comunidad y pueden llegar a recomendar marcas, lugares, productos y servicios como cualquier otra celebridad de las redes sociales. La información que grandes plataformas han recopilado sobre los gustos y el comportamiento de los usuarios, es utilizada al momento de crear el humanoide. Esto permite que la segmentación e interacción con su comunidad sea efectiva.
Según explica Rafaela Almeida, autora del libro "Influencers" y CEO de la agencia Blanz y Comunicación, el marketing de influenciadores humanoides cumple la misma función que prestaría un influenciador real y podría llegar a crecer debido a la reducción de costos que significaría para las compañías.
No obstante, como también lo señala Almeida en una entrevista para el programa La Tarde de NTN24, los riesgos o beneficios de la presencia de humanoides en redes sociales dependerá del uso y entendimiento que le otorgue el ser humano.
La Inteligencia Artificial ya es una realidad
La Inteligencia Artificial (IA) es la simulación de procesos de inteligencia humana llevados a cabo por máquinas o sistemas informáticos capaces de aprender, absorber información, razonar y autocorregirse de manera autónoma. Desde hace más de dos décadas el término viene escuchándose y a medida que pasa el tiempo aumenta su popularidad.
A diferencia de lo que la ciencia-ficción nos ha hecho creer, la IA no hace referencia exclusivamente a robots controlando ciudades o doblegando humanos. En cambio, alude a las prácticas que hacen más efectivos los procesos operativos, la interpretación de grandes cantidades de datos y el desarrollo nuevas tecnologías.
Aplicada al contexto digital, y según el informe de 2017 de ‘State of Marketing’, el 50% de las grandes empresas dedicadas al marketing o comercios electrónicos ya están utilizando IA en sus procesos. Por otro lado, el 30% tienen contemplado empezar a hacerlo en el corto plazo, puesto que consideran fundamental este tipo de tecnología para garantizar la satisfacción del cliente y el seguimiento personalizado.
Hasta el momento son más las personas que consideran que humanoides virtuales como Miquela no trascenderán más allá de la curiosidad momentánea y las tendencias pasajeras entre internautas.
Sin embargo, esta podría ser una de las primeras caras robóticas con las que los humanos empezarán a familiarizarse e interactuar. Solo hace falta recordar que pocas décadas atrás el uso de un teléfono celular parecía innecesario e inimaginable, ahora está tan integrado a nuestra vida que no podríamos estar un día sin el dispositivo.
Latin American Post | Krishna Jaramillo
Copy edited by Laura Viviana Guevara Muñoz