Ingeniería social china: el crédito social
Medir la confianza en un ciudadano a través de Big Data
Read in English: Chinese social engineering: The Social Credit
El Consejo de Estado chino reveló su plan para la construcción de un sistema social de crédito, un mecanismo a través del cual el Estado podría castigar o recompensar a las personas y empresas dependiendo de su comportamiento. El indicador es una ponderación del puntaje crediticio, de la lealtad al partido comunista, del cumplimiento a la ley y del buen desenvolvimiento social de la persona jurídica o natural.
La creación del indicador obedece a las enormes aspiraciones que China tiene sobre su futuro. El 19avo Congreso del Partido Comunista de China fue una congregación de 6 días que dio como resultado la consolidación del poder vigente encabezado por XI Jinping en los años por venir – un reto de gobierno que concluiría con la celebración del primer centenario de la República Popular de China en 2049
A China le restan 32 años antes de su histórica celebración donde ya habrían de haberse constituido como una economía de mercado. El mayor reto que enfrenta el estado para la consecución de dicho logro es el poder ejercer un control social adecuado.
La superpotencia asiática tiene 1.379 miles de millones de habitantes, de los cuales 700 millones están conectados al Internet. Sin embargo, el acceso a internet en China nunca ha estado abierto completamente, pues páginas como Gmail, Google, Facebook, Youtube y Twitter están restringidas y han sido sustituidas por páginas aprobadas por el gobierno como WeChat, RenRen y Weibo. La medida no ha sido suficiente para mantener vigilancia social.
La práctica de sobornos y el comportamiento poco ético de las compañías es rampante en la China de hoy. En los últimos años se han visto casos donde compañías privadas venden comida envenenada y medicinas vencidas a poblaciones vulnerables en medio de un vasto mercado gris. El Washington Post describió la economía asiática como un enorme mercado anarquista poco regulado.
El gobierno chino sostiene que una vez un ciudadano rompe la confianza que el gobierno le otorga en un lugar, las restricciones se imponen. El mecanismo que califica a cada ciudadano con un puntaje de 0 – 1000 castiga a quien no sea capaz de cumplir con sus obligaciones pactadas con tasas más altas en el banco con la negación al acceso a ciertas escuelas e incluso a lugares privilegiados como bares o teatros.
Las dos compañías detrás de la creación del puntaje crediticio social son Sesame Credit que se alió con Didi Chuxing y Baihe. El conglomerado de empresas busca actualizar el sistema que ya es usado en la actualidad por Alibaba que se vale de información sobre el pago oportuno de cuentas telefónicas y de electricidad, historial crediticio, nombre, dirección y búsquedas en Internet.
El sistema de puntuación social será obligatorio para 2020 y su éxito depende de la capacidad del gobierno chino para mantener la objetividad y no permitir que bajo ninguna circunstancia se de corrupción en el sistema. Hacerlo no solo podría llevar al fracaso de la iniciativa sino a la pérdida de legitimidad del gobierno.
Latin American Post | David Eduardo Rodríguez Acevedo
Copy edited by Susana Cicchetto