CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Las ranas del Loa chilenas escapan de la extinción y comienzan su viaje de regreso a casa

Una vez al borde de la extinción, las ranas de agua del Loa, en peligro crítico en Chile, están haciendo un regreso histórico a su hábitat natural en el desierto más seco del mundo. Los conservacionistas están contra el tiempo para restaurar el frágil ecosistema que casi las extinguió.

Una Especie Frágil Enfrenta la Extinción en un Desierto Hostil

Las ranitas del Loa, pequeños anfibios que llaman hogar a uno de los entornos más duros de la Tierra, estaban al borde de la extinción hace apenas unos años. Estas ranas habitan el río Loa, que atraviesa el desierto de Atacama en Chile—el desierto más seco del mundo. A pesar de su resistencia, casi desaparecieron debido a actividades humanas como la extracción de agua para la minería, la agricultura y el desarrollo urbano, combinadas con la creciente amenaza del cambio climático.

En 2019, la situación se volvió crítica. A medida que su hábitat se drenaba y degradaba, solo un puñado de estas ranas permanecía, aferrándose a la vida en un río que ya no podía sustentarlas. Sin una intervención rápida, las ranas de agua Loa habrían desaparecido para siempre, siendo otra víctima de la negligencia ambiental en un mundo en rápida transformación.

La difícil situación de las ranas llamó la atención de científicos y conservacionistas en Chile, quienes se movilizaron rápidamente para evitar que la especie se extinguiera. Sus esfuerzos llevaron al rescate de las últimas ranas restantes y al comienzo de un ambicioso plan para traerlas de vuelta del borde de la extinción.

Una Nueva Esperanza para las Ranas del Loa

Cuando se rescataron las ranas Loa en 2019, solo 14 estaban lo suficientemente saludables como para ser trasladadas al zoológico Parquemet en Santiago, donde el herpetólogo Osvaldo Cabeza lideró un programa de cría crítico. Estas ranas estaban desnutridas y enfermas, apenas aferrándose a la vida. El primer paso fue rehabilitarlas, con la esperanza de que eventualmente pudieran reproducirse y reconstruir su población.

Los esfuerzos en el zoológico Parquemet dieron sus frutos. Bajo la cuidadosa supervisión de Cabeza, las ranas comenzaron a prosperar, alcanzando eventualmente los 500 individuos. Este éxito fue un hito significativo, pero solo era el comienzo. Cabeza y su equipo sabían que la verdadera victoria solo llegaría cuando estas ranas pudieran ser devueltas de manera segura a su hábitat natural.

“Si no recuperamos este hábitat, es muy probable que las ranas se extingan en la naturaleza y solo existan en laboratorios,” advirtió Cabeza a Reuters. Sus palabras subrayaron la naturaleza frágil de la situación—mientras que las ranas habían sido salvadas en cautiverio, su supervivencia a largo plazo dependía de la restauración de su entorno natural.

Colaboración Entre Conservacionistas e Industria

El camino hacia la recuperación de las ranas Loa no se trata solo de proteger la especie; también implica restaurar un ecosistema que las actividades humanas han dañado gravemente. El hábitat en el que una vez prosperaron fue devastado por la extracción de agua para la minería y la agricultura, lo que hacía casi imposible que las ranas sobrevivieran en la naturaleza. Para abordar esto, se lanzó una nueva iniciativa para unir a los sectores público y privado en un esfuerzo conjunto para rehabilitar el río Loa.

El gigante del cobre estatal de Chile, Codelco, es un actor importante en este esfuerzo. Se ha asociado con el gobierno local para crear el Centro de Biodiversidad y Conservación El Loa (CENByC). Esta instalación, ubicada en Calama, en el norte de Chile, protege a las ranas de agua Loa y fomenta su reproducción. El centro es un refugio para las ranas y un símbolo de esperanza para restaurar el ecosistema del río Loa.

“La rana es una sobreviviente. Ha demostrado ser bastante resistente a todas las condiciones adversas a las que ha estado expuesta,” comentó Francisca Oliva, la coordinadora del centro, a Reuters. Su optimismo es compartido por muchos involucrados en el proyecto mientras trabajan para restaurar el hábitat de las ranas y protegerlas de futuras amenazas.

Además de establecer una nueva zona protegida en Calama, el gobierno está trabajando con empresas y ciudadanos locales para limpiar y salvaguardar el hábitat dañado. Es una tarea monumental, pero se considera esencial si las ranas Loa pueden sobrevivir en la naturaleza.

El Futuro de las Ranas de Agua del Loa

La reciente reubicación de una docena de ranas de agua Loa de Santiago a Calama marcó un paso significativo en el esfuerzo por devolver la especie a su hábitat natural. Transportadas en contenedores con control de temperatura y cuidadosamente monitoreadas por científicos, estas ranas representan el primer grupo en comenzar el viaje de regreso a la vida salvaje.

Sin embargo, esto es solo el comienzo de un proceso largo e incierto. Los conservacionistas enfrentan muchos desafíos para restaurar el río Loa y garantizar que pueda volver a sustentar a las ranas. El cambio climático sigue exacerbando la escasez de agua en la región, mientras que las demandas de la minería y la agricultura ejercen más presión sobre el frágil ecosistema.

A pesar de estos obstáculos, hay esperanza. La creación del Centro de Biodiversidad y Conservación El Loa y el compromiso del gobierno chileno de proteger el hábitat de las ranas son señales positivas de que se está avanzando. Pero el camino de regreso para las ranas de agua Loa aún está lejos de concluir.

“El futuro es esperanzador, pero aún queda mucho trabajo por hacer,” reconoció Cabeza. Por ahora, las ranas permanecen en un estado de transición, con conservacionistas monitoreando de cerca su salud y las condiciones del hábitat. El objetivo final es devolverlas a la naturaleza en números más significativos, asegurando que puedan volver a prosperar en su entorno natural.

La historia de las ranas de agua Loa es un recordatorio del delicado equilibrio entre la actividad humana y el mundo natural. Destaca la increíble resiliencia de una especie que ha sido llevada al borde de la extinción y la determinación de aquellos que trabajan para traerlas de vuelta. A medida que las ranas comienzan su largo viaje de regreso, llevan consigo las esperanzas de una región—y de un mundo—que empieza a reconocer la importancia de proteger a sus habitantes más vulnerables.

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El rescate y la recuperación de las ranas de agua Loa es un ejemplo extraordinario de cómo los esfuerzos concertados pueden traer de vuelta a una especie del borde de la extinción. Con la continua colaboración entre conservacionistas, el gobierno y la industria, hay esperanza de que estas ranas un día regresen a la vida salvaje y reclamen su lugar en el ecosistema único de Chile. A medida que continúa la lucha por protegerlas, su historia sirve como una advertencia y una inspiración para el futuro de la conservación.

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