CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Latinoamérica enfrenta un aumento de tuberculosis impulsado por el encarcelamiento masivo

En América Latina, un fuerte aumento en el número de personas encarceladas está provocando más casos de tuberculosis (TB), lo que está revirtiendo los avances logrados a nivel mundial contra esta enfermedad. Los especialistas advierten que las prisiones abarrotadas están propagando la enfermedad, con graves consecuencias para la salud pública de la región.

La conexión entre prisiones y tuberculosis

Las altas tasas de encarcelamiento en América Latina se han convertido en un factor clave en el aumento de la tuberculosis, según un estudio reciente publicado en The Lancet Public Health. Entre 2015 y 2022, mientras la incidencia mundial de TB disminuyó un 8.7%, los casos en América Latina aumentaron un 19%.

Los investigadores atribuyen este incremento al rápido crecimiento de la población carcelaria en la región, que ha crecido exponencialmente desde 1990. En seis países —Brasil, Colombia, México, Argentina, Perú y El Salvador—, la población penitenciaria pasó de 260,363 en 1990 a 1,322,355 en 2019. Estos países representan casi el 80% de las notificaciones de tuberculosis en América Latina y más del 82% de su población encarcelada.

“Nuestra principal conclusión es que aproximadamente un tercio de todos los casos de tuberculosis en estos países desde 1990 están relacionados con el encarcelamiento”, explicó el Dr. Julio Croda, de la Fundación Oswaldo Cruz de Brasil, en una entrevista con The Guardian. Añadió que las tasas de TB entre los reclusos son 26 veces más altas que en la población general, debido al hacinamiento, la mala ventilación y los servicios de salud inadecuados en las cárceles.

El Salvador representa el peor escenario. En 2019, el 44% de los casos de TB estaban vinculados a las prisiones, y la situación ha empeorado desde que el presidente Nayib Bukele implementó un estado de emergencia en 2022, que incrementó dramáticamente las tasas de encarcelamiento.

Políticas populistas y el aumento del encarcelamiento

Expertos entrevistados por The Guardian señalan que las políticas penales punitivas son un factor clave detrás de las crecientes tasas de encarcelamiento en América Latina. Sentencias severas para delitos menores, detenciones preventivas excesivas y un enfoque en el castigo sobre la rehabilitación han alimentado la crisis.

Juan Pappier, subdirector para las Américas de Human Rights Watch, dijo a The Guardian que estas políticas no han reducido el crimen. “En lugar de abordar las causas profundas de la violencia, el encarcelamiento masivo ha fortalecido a las organizaciones criminales que operan dentro de las cárceles, como el PCC de Brasil y el Tren de Aragua en Venezuela”, explicó.

La socióloga Julita Lemgruber, quien dirigió el sistema penitenciario de Río de Janeiro en los años 90, describió cómo el encarcelamiento masivo agrava los riesgos de salud pública. “La gente olvida que en países como Brasil no existe la pena de muerte. Los reclusos eventualmente serán liberados, posiblemente llevando consigo la tuberculosis adquirida en prisión a sus comunidades”, advirtió.

Una crisis de salud pública en las cárceles de América Latina

Las cárceles de América Latina, descritas por expertos en The Guardian, están abarrotadas, insalubres y mal ventiladas, condiciones ideales para la propagación de la TB. Muchos reclusos sufren de desnutrición, enfermedades relacionadas con el tabaquismo o abuso de sustancias, lo que aumenta su vulnerabilidad.

El Dr. Croda señaló que los casos de TB en las cárceles a menudo están subregistrados debido a la falta de herramientas de diagnóstico y acceso a la atención médica. “Los servicios de salud simplemente no llegan a estas poblaciones”, afirmó.

El estudio analizado por The Guardian proyecta que, si las tasas de encarcelamiento se hubieran mantenido estables desde 1990, los seis países habrían registrado 34,393 casos menos de TB solo en 2019. Reducir gradualmente la población penitenciaria en un 50% para 2034 podría disminuir la incidencia de TB en un 10% en la mayoría de los países.

Incluso detener el estado de emergencia de Bukele en El Salvador no reduciría los niveles de TB a los registrados antes de 2022 hasta 2034. Según Lemgruber, esto resalta la urgencia de abordar tanto la crisis del encarcelamiento como las condiciones en las cárceles.

Soluciones para una emergencia de salud regional

Expertos consultados por The Guardian coinciden en que la reducción de la población carcelaria es esencial para frenar la crisis de TB en América Latina. Esto incluye disminuir las detenciones preventivas, implementar sentencias alternativas para infractores no violentos y acortar los períodos de prisión.

Pappier sugirió que las fuerzas del orden deberían centrarse en desmantelar redes de crimen organizado en lugar de encarcelar a delincuentes de bajo nivel. Esto reduciría el hacinamiento y atacaría las causas principales del crimen.

El Dr. Croda pidió mejorar la atención médica en las cárceles, incluyendo chequeos regulares para la detección de TB y tratamientos más accesibles. Dijo que las prisiones deberían transformarse en lugares más humanos y menos estigmatizantes.

Los esfuerzos de salud pública podrían incluir campañas para informar sobre los riesgos de la TB y cómo prevenirla, ayudando a proteger a las comunidades fuera de las cárceles. Según Lemgruber, abordar la TB en las prisiones no es solo una obligación moral, sino una medida crucial de salud pública. “No se trata solo de los reclusos. Se trata de proteger a toda la sociedad”, afirmó.

El problema de la tuberculosis en América Latina muestra cómo se entrelazan la salud y la justicia. A medida que más personas son encarceladas, la región debe enfrentar los problemas profundos que permiten que la TB se propague en las cárceles.

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Con menos personas en prisión, mejores condiciones de vida en las cárceles y una atención médica más amplia, América Latina tiene la oportunidad de detener el alarmante aumento de la TB. Resolver este problema salvará vidas y fortalecerá los sistemas sociales y de salud de la región para los años venideros.

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