Los niños latinoamericanos enfrentan crecientes riesgos de preparación digital
Un estudio reciente revela tasas alarmantes de acoso digital entre niños y adolescentes en América Latina, destacando la necesidad urgente de educación y medidas de protección para abordar estos riesgos de explotación en línea.
En una época en la que Internet se ha convertido en una parte integral de la vida diaria, los niños y adolescentes de América Latina corren cada vez más riesgo de sufrir acoso digital y explotación en línea. Un amplio estudio realizado por Grooming Latam revela que 4 de cada 10 niños y adolescentes de la región entablan conversaciones con extraños en línea, y 3 de cada 4 desconocen los peligros que acechan en el espacio digital.
Este extenso estudio, que abarca 11 países y se basa en más de 16.000 encuestas anónimas, fue realizado por las 22 organizaciones que componen Grooming Latam, incluidos representantes de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, México, Paraguay, Ecuador, Nicaragua. y Perú. Los hallazgos, presentados por la ONG CHS Alternativo en Lima, pintan un panorama preocupante del panorama digital para los jóvenes en América Latina.
En Perú, la situación es particularmente grave. Más del 80% de los niños y adolescentes no saben qué es el ‘grooming’ (una forma de explotación infantil en línea que implica prácticas engañosas por parte de adultos) y 5 de cada 10 entablan conversaciones con extraños en línea. CHS Alternativo destacó la asombrosa realidad de que al 15% de los menores encuestados se les pidieron imágenes de desnudos o semidesnudos, y al 26% se les solicitó relaciones románticas virtuales.
Estas estadísticas subrayan una brecha significativa en la educación y concienciación digital. A pesar de que el 65% de los menores afirman tener más conocimientos de tecnología que sus padres o tutores, el 75% no está familiarizado con el término “grooming” y los riesgos asociados. Hernán Navarro, director ejecutivo de Grooming Latam, destacó que la hiperconectividad ha vuelto “hipervulnerables” a niños y adolescentes por la falta de educación digital escolar y el insuficiente diálogo en casa.
La necesidad de una legislación uniforme
Navarro enfatizó la importancia de entender que el Grooming es un tipo de explotación sexual sin contacto físico, que puede ocurrir desde cualquier parte del mundo y causar el mismo daño psicológico que la violencia física y sexual. Pidió regulaciones uniformes en todos los países latinoamericanos para estandarizar el enfoque de los delitos en línea.
En Perú, CHS Alternativo implementó el estudio y encontró que el 53% de los menores encuestados se había comunicado con extraños en línea. De estas interacciones, el 41% involucró solicitudes para convertirse en “algo más” y el 21% incluyó solicitudes de imágenes o videos íntimos. Sorprendentemente, el 86% de estas solicitudes fueron realizadas por extraños y el 39% de los menores no denunciaron estos incidentes, prefiriendo afrontar la situación solos.
Las plataformas digitales, incluidas las redes sociales y los entornos de juegos en línea, son los principales medios a través de los cuales los adultos contactan a los menores. Luis Enrique Aguilar, director de Políticas y Estrategias de CHS Alternativo, señaló que si bien Perú tiene leyes que penalizan la explotación sexual de menores y exigen a los proveedores de internet implementar filtros parentales, no existe un control efectivo sobre lo que ocurre en las plataformas digitales.
Los esfuerzos de monitoreo de CHS Alternativo en estas plataformas revelaron con qué facilidad los explotadores pueden contactar a menores y explotar sus vulnerabilidades. Aguilar enfatizó la necesidad de reforzar las estrategias de prevención dentro de estos espacios digitales e integrarlas a las políticas estatales para proteger a los usuarios jóvenes.
Un llamado regional a la acción
Grooming Latam, que celebra su primer aniversario el 17 de mayo, es una coalición de 22 organizaciones en 11 países latinoamericanos dedicadas a combatir la explotación sexual en línea y abogar por la promoción, prevención y protección de los derechos de los niños en el entorno digital. La formación de la organización y sus continuos esfuerzos subrayan la necesidad crítica de un enfoque regional unificado y proactivo para este problema generalizado.
Comprender el panorama actual de la preparación digital en América Latina requiere examinar el contexto sociocultural e histórico más amplio de la región. América Latina ha luchado durante mucho tiempo con problemas de desigualdad, violencia sistémica y acceso limitado a la educación, todo lo cual contribuye a las vulnerabilidades que enfrentan sus jóvenes. La rápida penetración de la tecnología de Internet ha superado el desarrollo de programas integrales de alfabetización digital, dejando a niños y adolescentes expuestos a nuevas formas de explotación.
Los legados coloniales, las disparidades económicas y los diferentes niveles de infraestructura de Internet en la región complican los esfuerzos para proteger a los usuarios jóvenes. Por ejemplo, si bien las áreas urbanas pueden tener un mejor acceso a la tecnología y la educación, las comunidades rurales y desatendidas a menudo carecen de los recursos necesarios para la educación sobre seguridad digital. Esta distribución desigual exacerba aún más los riesgos de los jóvenes usuarios de Internet en estas áreas.
Alfabetización digital como medida preventiva
Mejorar la alfabetización digital es esencial para combatir el acoso y la explotación en línea. Las iniciativas educativas deben adaptarse para abordar las necesidades específicas de diferentes comunidades, teniendo en cuenta las sensibilidades culturales y los contextos locales. Las escuelas deben integrar planes de estudio integrales sobre seguridad digital y los padres deben contar con el conocimiento para guiar a sus hijos a través de las complejidades del mundo en línea.
Las campañas de concientización pública también pueden resaltar los riesgos de las interacciones en línea y promover prácticas seguras en Internet. Estas campañas deben ser generalizadas y accesibles, aprovechando varios canales de medios para llegar a diversas audiencias regionales.
Para abordar eficazmente la cuestión del acoso digital, los países latinoamericanos deben adoptar marcos legislativos sólidos que den prioridad a la protección de los menores en línea. Esto implica actualizar las leyes existentes para abarcar los matices de los delitos digitales y garantizar una aplicación coherente en todas las jurisdicciones.
La cooperación regional también es vital. Los países deberían trabajar juntos para compartir mejores prácticas, recursos y estrategias para abordar la explotación en línea. Organizaciones y coaliciones internacionales como Grooming Latam pueden facilitar esta colaboración, proporcionando un frente unificado contra el Grooming digital.
El papel de las empresas tecnológicas
Las empresas de tecnología y las plataformas de redes sociales desempeñan un papel importante en la protección de los usuarios jóvenes. Deben implementar medidas más estrictas para detectar y prevenir actividades de acoso, como algoritmos avanzados para monitorear comportamientos sospechosos y mecanismos de notificación rápidos para los usuarios.
Además, estas empresas deberían colaborar con gobiernos y ONG para desarrollar herramientas y recursos que promuevan la seguridad digital. Al adoptar una postura activa en la protección de los menores, las empresas de tecnología pueden ayudar a crear un entorno en línea más seguro.
El problema generalizado del cuidado digital en América Latina requiere atención urgente y una respuesta multifacética. El estudio de Grooming Latam destaca las brechas críticas en concientización y protección de niños, niñas y adolescentes en el espacio digital. Abordar estas brechas implica mejorar la alfabetización digital, promulgar legislación integral, fomentar la cooperación regional y responsabilizar a las empresas de tecnología.
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A medida que América Latina navega por los desafíos de la era digital, es imperativo priorizar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos más jóvenes y vulnerables. Al trabajar juntos, los gobiernos, las ONG, los educadores, los padres y las empresas de tecnología pueden crear un entorno en línea más seguro e informado donde los niños y adolescentes puedan prosperar sin temor a la explotación.