Nueva tecnología revela una ciudad maya previamente perdida en México
Una búsqueda casual en internet llevó a la redescubierta de una ciudad maya perdida, enterrada bajo la densa jungla del estado de Campeche en México. El estudiante de doctorado Luke Auld-Thomas, utilizando tecnología Lidar, descubrió Valeriana, una vasta ciudad que arroja nueva luz sobre la civilización maya.
Una ciudad oculta desenterrada por la tecnología Lidar
En un giro del destino que solo puede describirse como notable, una búsqueda casual en internet llevó a uno de los descubrimientos mayas más significativos en los últimos años. Luke Auld-Thomas, estudiante de doctorado en la Universidad de Tulane, se topó con datos que, en última instancia, condujeron a la redescubierta de Valeriana, una ciudad maya oculta perdida durante siglos bajo el exuberante dosel de la jungla mexicana. Trabajando con el profesor Marcello Canuto, Auld-Thomas ha revelado desde entonces las estructuras monumentales, complejos caminos y arenas deportivas de esta antigua civilización, con los hallazgos compartidos ampliamente en Antiquity, una revista académica. En una entrevista con la BBC, el estudiante explicó cómo la tecnología Lidar, que utiliza pulsos láser para mapear bajo una vegetación densa, permitió este avance. “Estaba en la página 16 de la búsqueda de Google y encontré un estudio láser realizado por una organización mexicana para el monitoreo ambiental”, dijo a la BBC.
El descubrimiento, inesperado pero profundo, subraya el inmenso potencial de la tecnología moderna para desenterrar mundos perdidos, especialmente en áreas cubiertas por vegetación densa como la jungla mexicana. Los hallazgos en Valeriana prometen redefinir nuestra comprensión de los mayas, su estructura social y los factores que pudieron haber llevado a su declive.
Una ciudad oculta desenterrada por la tecnología Lidar
El descubrimiento de Valeriana fue posible gracias a la revolucionaria tecnología Lidar (Detección y Medición de Luz). Esta técnica, que permite a los investigadores mirar debajo del dosel de la jungla, fue fundamental en este descubrimiento innovador. Usando un avión equipado con tecnología láser, Lidar envía pulsos rápidos que se reflejan en las superficies de abajo, incluyendo la vegetación y características del terreno. El método es útil para detectar grandes estructuras humanas ocultas por la naturaleza. En el caso de Valeriana, los datos de Lidar mostraron contornos claros de una ciudad masiva, completa con pirámides, áreas residenciales y espacios públicos.
“El estudio Lidar era originalmente parte de un proyecto de monitoreo ambiental”, explicó Auld-Thomas a la BBC. “Pero al procesarse con métodos arqueológicos, pudimos ver un enorme paisaje urbano que otros habían pasado por alto.” El tamaño de Valeriana, que abarca aproximadamente 16.6 kilómetros cuadrados, sorprendió incluso a arqueólogos experimentados. Situada a solo 15 minutos de una carretera principal cerca de Xpujil, el sitio había estado oculto a la vista durante siglos. Según Auld-Thomas, Valeriana probablemente albergó entre 30,000 y 50,000 personas en su apogeo, superando la población actual de la región.
Los investigadores han encontrado que Valeriana comparte similitudes con Calakmul, otro sitio maya prominente a unos 100 kilómetros de distancia. “Valeriana tiene las características de una ciudad capital”, comentó el profesor Canuto a la BBC. “Su densidad de edificios rivaliza incluso con Calakmul, considerada uno de los sitios mayas más significativos de la antigua América Latina.”
Una mirada a la vida y cultura maya
Los detalles que emergen de Valeriana pintan un vívido retrato de la vida maya. El sitio tiene dos plazas principales con pirámides imponentes donde los mayas habrían adorado, celebrado y enterrado a sus muertos. Los arqueólogos encontraron restos de una cancha donde creen que los mayas jugaban un antiguo juego de pelota, un sello distintivo de la cultura mesoamericana. Según Auld-Thomas, artefactos, incluyendo máscaras de jade, joyas y posiblemente valiosas reliquias, yacen enterrados bajo siglos de vegetación.
El paisaje urbano incluye anfiteatros y caminos que conectan diferentes distritos, sugiriendo una sociedad organizada y compleja con una planificación urbana distinta. La evidencia de un reservorio insinúa las sofisticadas maneras en que los mayas gestionaron recursos para soportar una población densa. “Estos hallazgos desafían las ideas occidentales de que las regiones tropicales eran donde las civilizaciones iban a morir”, comentó el profesor Canuto a la BBC. En cambio, los trópicos fomentaron sociedades intrincadas con altos niveles de sofisticación cultural y tecnológica.
La profesora Elizabeth Graham de University College London, quien no estuvo involucrada directamente en el estudio, dijo a la BBC que los hallazgos en Valeriana se alinean con otras evidencias de que los mayas vivían en entornos urbanos complejos en lugar de pequeños pueblos aislados. “El paisaje estaba muy asentado”, dijo, “y no, como puede parecer a simple vista, salvaje o deshabitado.” La expansión urbana, evidente en los muchos edificios identificados en el estudio, sugiere además que los mayas gestionaron territorios extensos en lo que ahora parece ser una remota wilderness.
¿Qué llevó al abandono de Valeriana?
La historia de Valeriana no es meramente una de existencia, sino de abandono. Los arqueólogos creen que el cambio climático y la presión ambiental probablemente contribuyeron al declive de la ciudad. La civilización maya, en su altura, tenía un entendimiento sofisticado de la agricultura y la gestión del agua. Sin embargo, a medida que la población creció, los recursos pueden haberse visto tensionados, especialmente durante sequías prolongadas. Esto destaca los desafíos ambientales que enfrentaron los mayas y evoca un sentido de empatía por su lucha.
El colapso maya, que comenzó alrededor del 800 d.C., se atribuye a factores ambientales y presiones sociales. “El paisaje estaba completamente lleno de gente al inicio de las condiciones de sequía”, explicó Auld-Thomas a la BBC. “No tenía mucha flexibilidad restante, por lo que todo el sistema pudo haberse desmoronado a medida que la gente se alejaba en busca de recursos.” La guerra y las amenazas externas, incluyendo la eventual llegada de los conquistadores españoles, desestabilizaron aún más la región, desmantelando estos poderosos estados.
Los hallazgos en Valeriana contribuyen a la comprensión más amplia de las vulnerabilidades ambientales de los mayas. El equipo arqueológico notó signos de sofisticados sistemas de irrigación y gestión del agua en el sitio, que fueron críticos para sustentar la gran población. Sin embargo, incluso los sistemas mejor diseñados pueden fallar ante un severo estrés climático. “El descubrimiento subraya cómo las sociedades antiguas también enfrentaron desafíos existenciales debido al clima”, dijo el profesor Canuto a la BBC. Es un recordatorio de que incluso civilizaciones altamente avanzadas pueden luchar por adaptarse a drásticas transformaciones ambientales.
El futuro de la arqueología en las densas junglas de Mesoamérica
La tecnología Lidar ha dado paso a una nueva era arqueológica, particularmente en las densas junglas de Mesoamérica. Tradicionalmente, las encuestas arqueológicas eran laboriosas, requiriendo que los investigadores caminaran a través de terrenos difíciles y examinaran el suelo pie a pie. Sin embargo, con Lidar, vastas áreas pueden ser mapeadas en una fracción del tiempo. El profesor Canuto destacó que Lidar ha mapeado 10 veces el área estudiada en un siglo con métodos tradicionales en solo una década. “Lidar ha transformado nuestra capacidad para descubrir civilizaciones perdidas en densas junglas”, dijo a la BBC.
Sin embargo, la gran cantidad de sitios recién descubiertos presenta un desafío. Los arqueólogos simplemente no tienen los recursos para excavar cada sitio que Lidar revela. “Uno de los inconvenientes de descubrir muchas nuevas ciudades mayas en la era de Lidar es que hay más de ellas de las que jamás podremos estudiar”, dijo Auld-Thomas a la BBC. “Debo ir a Valeriana en algún momento. Está tan cerca de la carretera, ¿cómo no podría hacerlo? Pero no puedo decir que haremos un proyecto allí.”
La abundancia de sitios como Valeriana significa que muchos podrían permanecer sin estudiar durante años, potencialmente incluso décadas. La financiación, la preservación y la priorización se convierten en temas críticos para gestionar estos hallazgos. A medida que el interés en la arqueología mesoamericana crece, hay esperanza de que se asignen más recursos para proteger e investigar estos valiosos restos del pasado. Sin embargo, el profesor Canuto advierte: “Podríamos haber encontrado más ciudades de las que podemos salvar o comprender completamente.”
El descubrimiento de Valeriana es más que un avance arqueológico; es un testimonio del legado perdurable de la civilización maya y del poder de la tecnología moderna para desenterrarlo. A medida que Lidar continúa revelando estructuras ocultas bajo el dosel de la jungla, cada hallazgo añade complejidad a nuestra comprensión de la antigua Mesoamérica. La ciudad de Valeriana, con sus pirámides, plazas y extensos caminos, refleja los logros de una sociedad que prosperó en un entorno que anteriormente se desestimaba como inhóspito.
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El trabajo de Auld-Thomas, Canuto y sus colegas ofrece un vistazo a una civilización que fue tan resiliente como avanzada, navegando los desafíos de su entorno con ingenio. A medida que Lidar abre las puertas a más descubrimientos, la historia de los mayas está lejos de haber terminado. Sus ciudades, ocultas durante siglos, continúan emergiendo de las sombras, invitando al mundo a reimaginar una civilización que moldeó América Latina mucho antes de la colonización europea.