CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Pescadores brasileños utilizan aplicación móvil para luchar contra la destrucción ambiental

Mientras la contaminación continúa devastando la emblemática Bahía de Guanabara en Río de Janeiro, los pescadores brasileños están tomando el control en sus propias manos con una nueva aplicación móvil diseñada para exponer los delitos ambientales, informó la AFP. Desarrollada con la ayuda de la ONG 350.org, la aplicación se ha convertido rápidamente en una herramienta crucial en la batalla en curso para preservar las aguas de la bahía y los medios de vida que dependen de ellas.

Los pescadores brasileños llevan mucho tiempo luchando contra la contaminación que amenaza con destruir la Bahía de Guanabara, una de las características naturales más emblemáticas de Río de Janeiro. Ante obstáculos aparentemente insuperables, estos pescadores, con la ayuda de una nueva aplicación móvil, ahora están recurriendo a la tecnología para exponer los delitos ambientales en sus aguas. Esta aplicación, desarrollada con la ayuda de la ONG medioambiental 350.org, permite a los pescadores documentar e informar sobre derrames y otras formas de contaminación que afectan a sus caladeros.

Alexandre Anderson, un conocido activista y pescador brasileño, conoce muy bien los desafíos que plantea la lucha contra la contaminación en la Bahía de Guanabara. Mientras conduce su bote a través de las aguas contaminadas de la bahía, Anderson usa su teléfono para capturar un video de un derrame de petróleo que se extiende por la superficie. Es una escena que ha presenciado innumerables veces, pero ahora tiene una nueva y poderosa herramienta. Gracias a la aplicación desarrollada por 350.org, Anderson puede subir su vídeo, completo con datos precisos de geolocalización, a un sitio web dedicado a exponer las violaciones medioambientales.

“Solíamos tomar fotografías con nuestro teléfono móvil o una cámara”, dijo Anderson a la AFP durante una de sus patrullas en la bahía. Sin embargo, al no disponer de datos precisos, las autoridades a menudo descartaban estas imágenes. “La app me da los datos precisos para presentar una denuncia de forma anónima”, explicó.

Un moderador primero verifica la información de la aplicación y luego la publica en un sitio web exclusivo. Desde allí, se informa a las autoridades pertinentes, como el regulador ambiental de Brasil, Ibama, o la marina del país, que tiene jurisdicción sobre la bahía. Tan solo tres semanas después del lanzamiento de la aplicación el 26 de julio, se publicaron más de 20 quejas en el sitio web y se estaban revisando más de 100 más.

Una maravilla natural bajo asedio

La Bahía de Guanabara, un puerto natural que cubre aproximadamente 400 kilómetros cuadrados (154 millas cuadradas), ha sido durante mucho tiempo un recurso vital para Río de Janeiro. Sus aguas son cruciales para el turismo y la pesca, pero la contaminación las amenaza constantemente. La bahía está frecuentemente contaminada por derrames de petróleo, escorrentías químicas, aguas residuales no tratadas y barcos viejos abandonados.

A pesar de estos desafíos, los pescadores locales han seguido trabajando en la bahía, aunque las capturas suelen ser decepcionantes. Pescadores como Roberto Marques Resende, que lleva décadas pescando en estas aguas, recuerdan cuando la bahía rebosaba vida. Pero todo eso cambió después de un catastrófico derrame de petróleo en 2000, en el que se vertieron 1,3 millones de litros de petróleo en la bahía desde una refinería de Petrobras. “Eso acabó con la pesca”, dijo Resende a la AFP. “Ya prácticamente no se encuentra lubina ni merluza”.

El impacto en la industria pesquera local ha sido devastador. Los peces que alguna vez prosperaron en las aguas de la bahía se han vuelto cada vez más escasos, lo que obliga a los pescadores a aceptar las escasas capturas o abandonar sus medios de vida por completo. Para muchos, la lucha por proteger la bahía se ha convertido en una lucha por la supervivencia.

El poder de la tecnología para responsabilizar a los contaminadores

La introducción de la nueva aplicación móvil representa un cambio significativo en la dinámica de poder de esta lucha. En el pasado, pescadores como Anderson y Resende podían documentar la contaminación que encontraron, pero las autoridades a menudo descartaban sus pruebas por falta de datos precisos. Ahora, con la capacidad de la aplicación para proporcionar geolocalización precisa y pruebas con fecha y hora, se ha vuelto mucho más complicado para los funcionarios ignorar las quejas.

“Las agencias de inspección siempre afirmaron que no tienen las herramientas para atender las quejas”, dijo Paulo Barone, miembro de otra asociación de pescadores local. Pero con esta nueva aplicación cree que esa excusa ya no vale. “Las autoridades ya no pueden negar ni ignorar las denuncias”.

Para el coordinador de 350.org en Brasil, Luiz Afonso Rosario, la aplicación es una herramienta crucial para los pescadores, que han estado en la “primera línea” de la lucha contra la contaminación durante demasiado tiempo. “Las empresas de petróleo y gas, además de contaminar las aguas que son fuente de alimento, ingresos y ocio para miles de familias, agravan la crisis climática… al suministrar combustibles fósiles que son la principal causa del calentamiento global”, Rosario dijo a la AFP.

Una lucha por la justicia y la preservación

Para algunos pescadores, la batalla consiste en preservar sus medios de vida y buscar justicia por el daño ambiental infligido a la bahía. Anderson, un crítico abierto de la industria petroquímica durante años, ha enfrentado amenazas y ataques debido a su activismo. Espera que la aplicación ayude a llevar ante la justicia a los responsables de la contaminación.

“Los responsables deben ser castigados”, dijo Anderson. “Sólo entonces resolveremos estos problemas”.

El desarrollo de la aplicación y la determinación de los pescadores subrayan hasta dónde están dispuestas a llegar estas comunidades para proteger la Bahía de Guanabara. Su lucha pone de relieve las cuestiones más amplias de la justicia ambiental y la lucha contra intereses poderosos que continúan explotando los recursos naturales sin tener en cuenta las consecuencias.

Los esfuerzos de los pescadores no han pasado desapercibidos. Su uso de tecnología para combatir la contaminación ha llamado la atención sobre la actual crisis ambiental en la Bahía de Guanabara y sirve como ejemplo de cómo el activismo de base puede aprovechar herramientas modernas para responsabilizar a los contaminadores.

Un modelo de activismo ambiental

La historia de los pescadores de la Bahía de Guanabara es de resiliencia, innovación y determinación. Ante un desastre ambiental que amenaza sus medios de vida y el futuro de su comunidad, estos pescadores han recurrido a la tecnología para defenderse. Con la ayuda de la nueva aplicación móvil desarrollada por 350.org, están documentando y exponiendo la contaminación que asola sus aguas, lo que obliga a las autoridades a tomar medidas.

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A medida que la aplicación siga ganando terreno, podría servir como modelo para otras comunidades que enfrentan desafíos similares en todo el mundo. Los pescadores de la Bahía de Guanabara han demostrado que, incluso frente a obstáculos abrumadores, es posible marcar la diferencia. Su historia es un poderoso recordatorio de que la lucha por la justicia ambiental está lejos de terminar y que, con las herramientas adecuadas, se puede ganar.

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