CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Reviviendo los Archivos de las Dictaduras Latinoamericanas a través de la Tecnología

Historiadores y expertos en tecnología de Uruguay, Argentina y Chile trabajan juntos en un esfuerzo colaborativo para estudiar millones de documentos de la era de las dictaduras. Utilizan inteligencia artificial para facilitar estas tareas. Este nuevo enfoque transforma los antiguos archivos en herramientas valiosas, fundamentales para la justicia, la memoria y el aprendizaje histórico.

La Intersección entre Tecnología y Memoria

En abril de 2024, científicos de datos, ingenieros, historiadores y familias de desaparecidos se reunieron en Montevideo, Uruguay, en un encuentro innovador. Su objetivo compartido era ambicioso y profundamente personal: usar inteligencia artificial para descubrir verdades ocultas en los archivos de las dictaduras latinoamericanas de hace medio siglo. Este proyecto no trata solo de datos, sino de las vidas e historias detrás de los documentos.

Organizado por la Universidad de la República de Uruguay, este encuentro presentó una metodología pionera para extraer y analizar información de documentos históricos, incluidos los archivos del Organismo Coordinador de Operaciones Subversivas (OCOA). Esta agencia militar, responsable de perseguir y torturar a disidentes políticos en Uruguay entre 1972 y 1975, dejó registros manuscritos y mecanografiados que ahora se conservan en el Archivo Berrutti.

Durante décadas, acceder y analizar estos registros era una tarea ardua. Activistas como Ignacio Errandonea, miembro de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos (Famidesa), pasaron incontables horas revisando documentos en microfilm de forma manual. Errandonea llenó cuadernos completos con detalles recopilados minuciosamente, pero la magnitud del trabajo hacía imposible un análisis exhaustivo.

Ahí es donde entra la inteligencia artificial. El ingeniero en computación Mateo Nogueira lideró un equipo de investigadores que desarrolló algoritmos para identificar partes críticas de los documentos. Estos algoritmos encontraron información clave como nombres, direcciones y ocupaciones. Los investigadores personalizaron herramientas OCR, como Calamari, para leer escritura antigua y textos descoloridos.

Los resultados fueron extraordinarios. Tras numerosas pruebas y ajustes, la tecnología alcanzó un 95% de precisión. Identificó y clasificó secciones de los documentos con gran exactitud. Las transcripciones, antes llenas de errores, ahora son mucho más precisas. Estos archivos son ahora accesibles de maneras nuevas y únicas, brindando esperanza para el futuro de la investigación histórica.

Transformando Archivos en Toda América Latina

El innovador trabajo en Uruguay forma parte de una tendencia regional más amplia. En toda América Latina, la tecnología está dando nueva vida a los archivos de la era de las dictaduras. En el centro de este movimiento se encuentra el Proyecto Cruzar, una iniciativa lanzada en 2018 por la Universidad de la República. Esta colaboración interdisciplinaria reúne a estudiantes y profesores de las Facultades de Información, Comunicación e Ingeniería para organizar y analizar sistemáticamente material de archivo.

Una contribución destacada proviene de Gregory Randall, profesor de ingeniería y asesor de Nogueira. Los estudiantes de Randall desarrollaron una herramienta para identificar sellos únicos de las autoridades en documentos oficiales. Descubrir estos sellos permite a los investigadores rastrear el origen de documentos específicos, aportando mayor comprensión a sus estudios.

Estas herramientas ya están demostrando su utilidad. Los investigadores las utilizan para conectar diversos documentos y han descubierto patrones de control que antes no eran visibles. Esta información es crucial para las investigaciones legales actuales. Ayuda a responsabilizar a los culpables y brinda consuelo a las familias de las víctimas.

IA y Justicia Histórica

La inteligencia artificial no es solo una herramienta de productividad; es también una poderosa máquina de justicia. Esta tecnología desentraña secretos en los archivos de las eras dictatoriales, permitiendo a organizaciones de derechos humanos y tribunales investigar crímenes del pasado.

Por ejemplo, los registros del OCOA en Uruguay ahora están disponibles con relativa facilidad, y este avance ya está dando frutos. Con datos más precisos, las familias de los desaparecidos encuentran nuevas pistas en su búsqueda de la verdad. De igual manera, los equipos legales utilizan los archivos digitalizados para corroborar testimonios de sobrevivientes y construir casos más sólidos contra antiguos oficiales militares.

Argentina y Chile también están avanzando en esta dirección. En Buenos Aires, el Archivo Nacional de la Memoria experimenta con algoritmos de aprendizaje automático para analizar registros militares y policiales de la Guerra Sucia. En Santiago, Chile, herramientas de inteligencia artificial estudian documentos antiguos que revelan el funcionamiento del régimen de Augusto Pinochet.

La combinación de tecnología y trabajo de memoria destaca una verdad fundamental: estas herramientas digitales no son solo locales, sino modelos para el mundo. Ayudan a preservar y estudiar registros históricos, convirtiéndose en instrumentos esenciales para la memoria y la justicia global.

Desafíos y Horizontes Futuros

Sin embargo, existen desafíos significativos. Muchos documentos de las dictaduras están en mal estado. La tinta desvanecida, las páginas rasgadas y los diseños irregulares dificultan que las herramientas de inteligencia artificial los lean correctamente. También surgen cuestiones éticas, ya que es fundamental proteger la privacidad de las personas mencionadas en estos documentos.

Otro problema que enfrentan los investigadores es la magnitud de los archivos. El Archivo Berrutti tiene más de un millón de páginas, y las colecciones en Argentina y Chile son igualmente extensas. Mantener estos archivos accesibles para académicos, activistas y el público requiere un gasto constante en infraestructura y capacitación.

Las tecnologías geoespaciales ofrecen una nueva esperanza para el futuro. Las herramientas de mapeo podrían mostrar patrones de desapariciones forzadas, revelando la extensión de la represión estatal en ciudades y áreas rurales. Además, el procesamiento del lenguaje natural ofrece más posibilidades al ayudar a analizar el lenguaje codificado y los eufemismos en los documentos militares.

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El uso de inteligencia artificial en el estudio de los archivos de las dictaduras en América Latina marca un momento clave para la memoria y la justicia. Conecta los horrores del pasado con la tecnología actual. Estos esfuerzos no solo honran la memoria de los desaparecidos, sino que también promueven la rendición de cuentas. Nos recuerdan las lecciones de la historia y, a medida que evoluciona la inteligencia artificial, transformarán cómo recordamos el pasado.

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