¿Cómo está afectando el calentamiento global a los campos de golf?
Nada escapa al calentamiento global, ni siquiera los deportes. Analizamos cómo está afectando esto sobre la práctica del golf alrededor del mundo.
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LatinAmerican Post | Theoscar Mogollón González
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El golf es uno de los tantos deportes que se practican al aire libre y que, por lo tanto, suele depender de la climatología. Sin embargo, detrás de esta disciplina también hay una oscura verdad que la convierte en una actividad "sucia" porque destruye poco a poco el planeta. ¿Cómo es eso posible? ¿Cómo está influyendo el calentamiento global sobre los campos de golf? ¿Qué medidas se están tomando al respecto?
Para mantener verde y bien cuidados los campos de golf se necesitan varios ingredientes a gran escala: galones de agua al día, fertilizantes con alto contenido en carbono, una gran cantidad de pesticidas y mucha poda. Pero más allá de toda la inversión que requiere dicho mantenimiento, desde las asociaciones hasta los jugadores profesionales están en el arduo trabajo de convertir este deporte en uno más sostenible, así tengan que jugar sobre céspedes secos.
Ahora, en una época donde el calentamiento global sigue causando estragos en todos lados, la lucha pasa a ser conjunta para salvar tanto al planeta como al golf mismo. Es que ya sea por inundaciones en las zonas más costeras, o por sequía en lugares más céntricos, la crisis climática ya está golpeando fuertemente a los campos, los cuales ya no son perdurables como antes.
"Antes, los clubes no tenían que cerrar después de una lluvia de 50 milímetros, ahora sí. También experimentan inundaciones en los días soleados", comentó en una entrevista para CNN Sport Jason Straka, presidente de la Sociedad Estadounidense de Arquitectos de Campos de Golf. De hecho, Estados Unidos es uno de los países que más se ha visto afectado, sobre todo en la zona este del país, cuyos patrones de lluvia asoman un futuro gris con muchos campos convertidos en pantanos.
Europa y Australia también lo sufren
Por otra parte, las regiones más frías de Europa enfrentan un futuro incierto con la mayoría de sus campos de golf. Por ejemplo, en Escocia, campos como Montrose y St. Andrews son los que más sufren con el cambio climático, ya que en las últimas tres décadas el mar ha invadido casi 70 metros y eso podría depararle un futuro lleno de pantanos, tal como en Miami.
De hecho, son los ciclos de congelación y descongelación del agua los que amenazan a esos países del hemisferio norte. Tal como explicó a CNN Edwin Roald, fundador de la empresa Eureka Golf que busca mitigar la crisis climática por medio del deporte, las continuas y repentinas inundaciones hacen que el césped se asfixie al congelarse y muera, causando grandes daños al momento de reabrir los campos en primavera.
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Situaciones similares se viven en Australia, que se debate entre inundaciones e incendios forestales. En el primer caso, se han visto campos hasta ocho metros bajo el agua por lluvias de cinco días. Mientras que en el segundo, varios clubes de golf estuvieron cerca de perecer con los incendios de gran magnitud de 2019 y 2020, aunque eso los llevó a adaptar ciertos sistemas de riego a sus campos para prevenir daños mayores.
Soluciones a corto y largo plazo
Ante la magnitud de lo que significa el calentamiento global, los expertos saben que los campos de golf ahora deben ser más flexibles al momento que sean golpeados por tormentas, lluvias, ciclones e incluso por el aumento de sequías. Y es que en este punto, ya se está promoviendo en algunos países la naturalización y reducción de hierba para disminuir el consumo de agua, reemplazando lo que era césped fino por una hierba que requiera menos mantenimiento.
Por su parte, otras medidas que están en marcha pasan por la reducción de dióxido de carbono (CO₂). En Auckland, por ejemplo, han logrado reducir hasta 25 toneladas de dióxido de carbono por la disminución de electricidad en sus clubes. Mientras que en Suiza, el campo de golf de Payerne ha tenido éxito aplicando paneles solares para ahorrar miles de toneladas de CO₂.
En definitiva, organismos relacionados con el golf ya están a la vanguardia entre las asociaciones deportivas que más soluciones están aplicando para contrarrestar el calentamiento global. Desde podadoras robotizadas que funcionan con energía renovable hasta campos de golf abandonados convertidos en granjas solares, la crisis climática tiene en este deporte a una de sus antítesis más delicadas de la actualidad.