Deportes de invierno: corren peligro por sus patrocinadores
La paradójica conclusión se debe a que más de 100 acuerdos de patrocinio de atletas o equipos son con empresas altamente contaminantes para el medio ambiente.
Foto: Freepik
LatinAmerican Post | Juan Felipe Rengifo
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Un estudio desarrollado por Badvertising y el centro de pensamiento New Weather Sweden encontró que el esquí, considerado el deporte más emblemático de las disciplinas de invierno, es financiado por 107 conglomerados empresariales que están relacionados directamente con combustibles fósiles. Estos son los principales contaminantes del planeta y los que más incrementan el calentamiento global, lo que afecta las nieves perpetuas de las montañas donde se practican este tipo de disciplinas.
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El panorama es tan preocupante que los pasados Juegos Olímpicos de Invierno desarrollados en Beijing en 2022 contaron un porcentaje muy bajo de nieve natural. Adicional, las estaciones de esquí del hemisferio norte, que tienen registro de sus temporadas, calculan que han perdido cerca de 36 días respecto a las temporadas de finales del siglo pasado y han necesitado de la nieve artificial para mantener sus pistas en funcionamiento.
Soluciones drásticas para evitar el fin de las competencias.
Andrew Simms es el líder de Badvertising, conglomerado publicitario que se opone a las campañas publicitarias en favor de compañías contaminantes. En un comunicado de prensa afirmó que “el deporte puso fin al patrocinio de la industria tabacalera por motivos de salud; tiene que hacer lo mismo con los grandes contaminantes, no solo para proteger a los atletas, el planeta y el público, sino el futuro del deporte”.
Los deportistas también muestran su preocupación respecto a lo que puede pasar con las disciplinas de invierno en corto y mediano plazo. En declaraciones al diario británico The Guardian, Lizzy Yarnold, la deportista británica con más medallas en los Juegos Olímpicos de Invierno, con dos medallas de oro en la categoría de bobsleigh y skeleton, señaló: “En sus mejores momentos, los deportes de invierno son una celebración de las personas que disfrutan de algunos de los paisajes más asombrosos de la Tierra. Pero el impacto de la contaminación climática está derritiendo ahora la nieve y el hielo de los que dependen estos deportes. Tener patrocinadores que generan altas emisiones de carbono es como si los deportes de invierno cavaran su propia tumba, y esto debe acabar”.
El “Sportswashing” el obstáculo a superar
Este término hace referencia a las prácticas que utilizan los conglomerados económicos o países para mejorar su reputación mediante patrocinios deportivos. La emotividad que transmite cualquier competición deportiva genera conexión con ese tipo de marcas, lo que les permite potenciar su comercialización, sin necesidad de hacer cambios profundos respecto a su modelo de negocios.
El levantamiento de las restricciones pospandemia
El 2022 fue denominado el año del “Sportswashing” debido a la cantidad de eventos deportivos organizados por países o empresas que estaban cuestionadas respecto a las prácticas empresariales que gestionaban o que los derechos humanos de los países se violaban. Lo más inquietante es que China, el país que más contamina del mundo, organizó los últimos Juegos Olímpicos de invierno. Por otra parte, países que su economía gira en torno a los hidrocarburos y sus derivados han oprganizado eventos deportivos. Catar organizó el Mundial de Fútbol y Arabia Saudí controla el Rally Dakar, las Superligas de Italia y España, además del Súper Golf League, circuito que compite contra la PGA.