DEPORTES

Dos sudamericanos se toman a Europa

Un colombiano y un argentino imponiendo condiciones en un terreno que hace unos años era netamente europeo

Dos sudamericanos se toman a Europa

No hay discusión, a la hora de hablar sobre la importancia del trabajo en equipo se debe mencionar el ciclismo. Tanto en las etapas de montaña, como en etapas planas que terminan en velocidad, los deportistas deben tener presente a sus compañeros para, de esta manera, poder alcanzar la victoria. Cualquier equipo de ciclismo de gran vuelta en el mundo está conformado regularmente por 9 pedalistas, cada uno con su rol y, aunque parezca que todos pedalean solo por llegar, cada uno debe cumplir una función para que ese sistema funcione.

Bélgica es la cuna de los mejores velocistas de la historia del ciclismo mundial. El Quick-Step Floors es un equipo belga que apostó por sudamericanos, que por lo general son escaladores, para que lideren el ataque de sus mejores presentaciones en grandes carreras y etapas llanas.

Lo paradójico del asunto es que estos dos sudamericanos se han tomado el mundo del ciclismo en velocidad, incluso han influenciado a los europeos y hoy todos hablan de ellos. Basta con leer ambos nombres juntos para que sean favoritos, basta con leer los titulares de prensa de allá, pero ¿cómo es el trabajo y cuál es la clave de estos?

Han ganado en Italia, en Bélgica, en Argentina, en cualquier lugar que se piense, han ganado o han estado a punto; siempre que van juntos, van bien. ¿La clave? Muchos podrían pensar que la concentración, el talento, el equipo, pero no, es la amistad. Fernando Gaviria siempre nombra a Maximiliano Richeze y Maximiliano siempre nombra a Fer; “Sin él y mi equipo nada de esto hubiera sido posible”, la frase en común de ambos deportistas. ¿Cómo lo hacen?

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La carrera es de 200 kilómetros, van 9 del Quick-Step tirando de ella porque saben que tienen las mejores posibilidades; a falta de 10 o 15 kilómetros, se empiezan a mirar, a ubicarse, ambos saben de las capacidades del otro, quedan ellos dos y un par de compañeros que les darán el ritmo a falta de dos o al último kilómetro.

Cuando queden mil metros, quedarán ellos dos para dar la demostración más grande de los últimos tiempos de cómo se trabaja en equipo y cómo se gana una carrera al sprint. Richeze se sabe acomodar mejor que nadie, Gaviria sigue su rueda; ataques vienen y el argentino sabe defenderse también; últimos 500 y es el momento, vendrá el ataque fulminante.

Maxi se abre y acelera, parece que es quien va a ganar la carrera, pero no. A falta de 200 se abre, ya hizo el túnel de viento y ya le rompió las piernas al resto, mientras eso pasa, en cuestión de segundos Fernando se abrió a un costado e hizo lo que mejor sabe hacer: ser veloz. Siendo lanzado por Maxi no hay quien le gane y aunque sabe hacer sprints largos, no hay duda que así se siente más cómodo; últimos 50 metros y ya sacó con semejante lanzamiento del argentino.

Mientras pasa por la meta y levanta sus brazos, por detrás viene Richeze celebrando como si fuera suyo y lo es. Ahí están, un colombiano y un argentino imponiendo condiciones en un terreno que hace unos años era netamente europeo. Se abrazan y en tierras ajenas; lo celebran en español. Son sudamericanos.

 

Latin American Post | Luis Felipe Franco Bedoya

Copy edited by Susana Cicchetto

 

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