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El estancamiento contractual de la estrella brasileña Vinicius Junior sacude la jerarquía del Real Madrid

Vinicius Junior es una figura clave en los planes del Madrid, y resaltar su importancia puede dar esperanza a los aficionados sobre la resolución de los problemas contractuales.

Un ícono brasileño en una encrucijada

Desde hace meses, el futuro de Vinicius Junior domina las conversaciones en torno al Bernabéu, pero la situación se ha agudizado drásticamente en las últimas semanas. Su contrato actual termina en junio de 2027, y aunque aún parece lejano, a los grandes clubes no les gusta ver a sus joyas acercándose a los dos últimos años de contrato sin un plan claro.

Mario Cortegana reveló que Vinicius le dijo recientemente al presidente del club, Florentino Pérez, que no firmará una extensión mientras persistan las tensiones con el entrenador Xabi Alonso, agregando un peso emocional a las negociaciones.

En la cancha, el jugador de 25 años se ha convertido en una de las estrellas definitorias del Madrid. Fichado desde el Flamengo por 45 millones de euros en julio de 2018, poco después de cumplir 18 años, al principio le costó adaptarse pero desde entonces se ha convertido en una fuerza ofensiva decisiva. Ha marcado en dos finales de Champions League ganadas y levantado tres títulos de liga, aportaciones que lo convierten en un pilar tanto deportivo como comercial. Desde el punto de vista contable, el costo original del traspaso ya está más que amortizado. Desde el punto de vista futbolístico, el Madrid sabe que estos deberían ser sus mejores años.

La postura del club es clara: quieren renovar su contrato, pero las tensiones no resueltas con Alonso y la disputa salarial podrían afectar la cohesión del equipo y la planificación futura del Madrid, generando preocupación sobre la estabilidad a largo plazo.

Dinero, poder y el referente Mbappé

Las cifras evidencian cuán grande se ha vuelto este estancamiento. Como detalla The Athletic, Vinicius actualmente gana alrededor de 18 millones de euros netos por año bajo la renovación que firmó en 2022, cuyos detalles se hicieron públicos al año siguiente. El Madrid ya ha intentado aumentar esa cifra, ofreciendo una subida a unos 20 millones de euros netos.

La exigencia de Vinicius de hasta 30 millones de euros por temporada, incluyendo bonificaciones, desafía la estricta jerarquía del Madrid y pone de relieve el delicado equilibrio entre ambición y tradición.

Complica todo el factor Kylian Mbappé. Hasta ahora, se cree que el jugador mejor pagado del Madrid es Mbappé, sumando salario y bonificaciones. El delantero francés habría acordado un salario anual de unos 15 millones de euros netos cuando llegó como agente libre, pero esa cifra principal solo cuenta parte de la historia. También recibió una enorme prima de fichaje, ampliamente reportada entre 100 y 130 millones de euros, y – lo más importante – conservó todos sus derechos de imagen, una excepción en un club que normalmente controla esos ingresos.

En ese contexto, la petición de Vinicius de acercar su paquete total a los 30 millones de euros anuales se percibe en el Madrid como un desafío directo a la estructura salarial. El club puede argumentar que, por ahora, Mbappé sigue siendo la estrella más decisiva: su hat-trick en siete minutos en Champions League contra Olympiacos esta semana fue solo el último recordatorio de su capacidad para cambiar partidos.

Las estadísticas respaldan esa percepción. En lo que va de temporada, Vinicius ha marcado cinco goles y dado seis asistencias. La temporada pasada logró 22 goles y 19 asistencias. Mbappé, en comparación, anotó 44 goles y cinco asistencias el curso pasado y ya lleva 22 goles y tres asistencias en 2025-26. Desde que perdió el Balón de Oro el año pasado, el nivel de Vinicius –juzgado según sus propios estándares– ha bajado. La directiva del Madrid no ignorará eso al evaluar sus exigencias.

EFE

Renovar, vender o apostar contra el reloj

A partir de aquí, el futuro se ramifica en varios caminos. Uno es sencillo en el papel: el Madrid decide aceptar las condiciones de Vinicius, mejoran las relaciones con Alonso y el brasileño firma un contrato a largo plazo en sus términos. Dadas las sumas involucradas y el mensaje que enviaría al resto de la plantilla, ese desenlace actualmente parece lejano.

El siguiente, y quizás el más realista para el club, es un compromiso. El Madrid quiere asegurar a un activo premium y al mismo tiempo preservar cierta coherencia en su escala salarial interna. Podrían intentar subir el salario fijo de Vinicius por encima de los 20 millones de euros ya propuestos, mejorar las bonificaciones por rendimiento y quizás añadir una prima de renovación menor, sin llegar del todo a los 30 millones que su entorno ha planteado. A cambio, podrían buscar un contrato más corto de lo habitual, permitiendo al jugador volver a negociar desde una posición de fuerza en unos años.

El problema es que tal compromiso solo es viable si mejoran las relaciones con Alonso y Vinicius sigue comprometido; de lo contrario, el Madrid corre el riesgo de perder a un activo clave, lo que podría afectar su competitividad y estrategia a largo plazo.

Desde el punto de vista financiero, el Madrid no puede ignorar la posibilidad de vender a Vinicius, lo que podría señalar un cambio en su estrategia de fichajes y afectar su reputación en el mercado, especialmente si priorizan ganancias a corto plazo sobre la retención de talento a largo plazo.

Ya ha habido interés desde fuera de Europa. En 2024, una delegación vinculada al Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudita sondeó la idea de que Vinicius se uniera a la Saudi Pro League, aunque nunca se llegó a negociaciones concretas. Cualquier traspaso en las próximas ventanas, lógicamente, reduciría el margen de su próximo club para ofrecerle el tipo de mega-salario que busca en el Madrid. Ese es el intercambio: una tarifa para el Real Madrid, pero menor poder de negociación individual para el jugador.

Ramos, Ronaldo y el peso del precedente

El escenario más dramático es también el que más teme el Madrid: que Vinicius deje correr su contrato y se marche libre en 2027. Desde enero de 2027, sería libre de negociar con otros clubes como agente libre pendiente. Sin una tarifa de traspaso de por medio, podría exigir una enorme prima de fichaje y salario, tal como hizo Mbappé al llegar al Madrid.

Para el club, perder a un jugador de ese calibre sin recibir nada sería una pesadilla. Se quedarían sin su impacto en el campo, su poder de marketing global y los fondos necesarios para fichar un reemplazo. The Athletic señala dos ejemplos recientes que aún influyen en el pensamiento dentro del Bernabéu: Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo.

Ramos, el capitán y central de larga trayectoria, se fue como agente libre en el verano de 2021 tras unas tensas negociaciones de renovación con Florentino Pérez que colapsaron. El Madrid retiró su oferta y el entonces jugador de 35 años se unió al Paris Saint-Germain, poniendo fin abruptamente a una estancia de 16 años. El caso de Ronaldo, tres años antes, fue el opuesto. En 2018, tras marcar 44 goles en 44 partidos y lograr una tercera Champions consecutiva, el Madrid lo vendió a la Juventus por 100 millones de euros en vez de satisfacer sus demandas salariales.

Dentro del club, esas dos salidas siguen citándose como ejemplos de la disposición del Madrid a ser implacable con sus leyendas antes que arriesgar su estructura financiera. En el caso de Ronaldo, la tarifa por un jugador de 33 años se consideró un modelo de negocio innovador. La salida de Ramos coincidió con un cambio estratégico hacia la inversión en talento joven en vez de atar a estrellas veteranas con grandes contratos finales.

Vinicius no encaja del todo en ninguno de esos modelos. Con 25 años, está entrando en su mejor momento, no saliendo de él. Ya está totalmente amortizado, pero también es central en la visión del Madrid para su ataque en los próximos cinco años. Por eso su caso se percibe como un posible nuevo precedente: tiene el perfil para presionar al club más que casi nadie desde Ronaldo, y lo sabe.

Por ahora, como deja claro el reportaje de The Athletic, la situación sigue siendo fluida e impredecible. Todo depende de si se pueden calmar los egos, ajustar los números y convencer a una estrella brasileña que creció en el Madrid de que su futuro aún está en el Bernabéu.

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