Isaac Del Toro de México Conquista la Clásica Milán-Turín 106

En una impresionante muestra de determinación y talento, el mexicano Isaac Del Toro se llevó la victoria en la edición 106 de la Milán-Turín, la carrera de un solo día más antigua de la historia del ciclismo. Conquistó la exigente subida a Superga en un final impresionante, superando a rivales formidables.
Una Carrera Llena de Historia
La Milán-Turín es la carrera de un solo día más antigua del calendario mundial. Su primera edición se celebró en 1876. A lo largo de su extensa historia, la prueba ha sido un escaparate para el surgimiento de nuevos talentos y un escenario de alto nivel para los mejores ciclistas del mundo. Normalmente, el recorrido comienza cerca de Milán, atraviesa las llanuras del norte de Italia y finaliza con una dura subida a la Basílica de Superga, en una colina sobre Turín.
Para la edición 106, los organizadores diseñaron un recorrido de 174 kilómetros, iniciando en Rho—al noroeste del centro de Milán—y concluyendo en la famosa cima. La herencia de esta carrera solo amplifica la presión y el prestigio de ganar. Todos los participantes saben lo que significa añadir “victorioso en Milán-Turín” a su palmarés. Muchos recuerdan a los legendarios escaladores que han triunfado aquí, desde íconos del pasado hasta las estrellas del ciclismo moderno.
Aunque rica en historia, la Milán-Turín sigue ofreciendo sorpresas. Cada edición aporta una nueva historia, influenciada por factores como el clima, la estrategia de equipo y la ambición de los jóvenes corredores que buscan la gloria. La edición de 2025 no fue la excepción. No solo reafirmó el atractivo del calendario otoñal en Italia, sino que también presentó a un nuevo talento que aprovechó su momento con un estilo inolvidable.
Del Toro, el Más Fuerte en Superga
Isaac Del Toro, un escalador de 21 años nacido en Ensenada, Baja California, se destacó en el momento justo. Tras casi cuatro horas de intensa competencia, atacó en la última subida con una poderosa aceleración en el kilómetro final, dejando atrás a sus más cercanos perseguidores en las empinadas rampas que conducen a la Basílica.
Con un tiempo de 3 horas, 56 minutos y 59 segundos, Del Toro promedió una velocidad de 44.085 km/h a lo largo de los 174 kilómetros de la prueba. Cruzó la meta con un segundo de ventaja sobre el británico Ben Tulett, mientras que el noruego Tobias Johannessen terminó tercero, a nueve segundos. En la llegada, Del Toro se permitió una breve celebración, incluso inclinándose juguetonamente ante la multitud que lo aclamaba.
“Estoy muy feliz”, declaró Del Toro en la cima. “Todo el equipo hizo un gran trabajo. Disfruté mucho la carrera. Ganar aquí en Superga es especial”. Su alegría era evidente. Sabía que este triunfo representaba un hito en su carrera. Esta victoria es parte de su progresión constante durante la temporada.
El triunfo de Del Toro también subraya el creciente impacto de los ciclistas latinoamericanos en las carreras europeas. En los últimos años, Colombia y Ecuador han producido múltiples ganadores de Grandes Vueltas, pero una victoria en una clásica de un solo día por parte de un ciclista mexicano es poco común. Su éxito podría inspirar a más corredores mexicanos a perseguir sus sueños en competiciones importantes.
Fugas, Ataques y la Selección Final
Desde el inicio, la Milán-Turín siguió un patrón típico. Un grupo de escapados, formado poco después de la salida en Rho, mostró gran determinación. Entre ellos estaban ciclistas como Kristian Sbaragli y Mattia Bais, quienes lograron abrir una pequeña ventaja. Sin embargo, el pelotón, con varios equipos controlando el ritmo, nunca permitió que la brecha creciera demasiado.
Al llegar a la primera ascensión a Superga—de 4.2 kilómetros con una pendiente media del 9.1%—la escapada empezó a desmoronarse bajo el aumento de ritmo impuesto por los favoritos. Poco después, los últimos fugados fueron neutralizados, mientras equipos como UAE y Tudor tomaban la iniciativa para colocar a sus líderes en posición.
La penúltima subida a Superga acabó con las esperanzas de quienes buscaban una sorpresa a larga distancia. Algunos ataques individuales, como el del alemán Jonas Tutsch, fueron rápidamente neutralizados por el esfuerzo conjunto de los principales contendientes. El italiano Alessandro Covi tomó momentáneamente el control, marcando el paso para su equipo. En los últimos tres kilómetros, solo quedaban unos diez ciclistas en la lucha por la victoria, entre ellos Adam Yates, Richard Carapaz y Del Toro.
En medio de las rampas empinadas y los constantes cambios de ritmo, Del Toro lanzó un ataque decisivo a 1.2 kilómetros de la meta. Solo Tobias Johannessen (Uno-X) y Ben Tulett lograron seguirle el ritmo. Johannessen intentó otro acelerón, pero sus piernas no respondieron. Al notar las dificultades del noruego, Del Toro esperó el momento adecuado. Cuando faltaban 600 metros, lanzó un segundo y definitivo ataque que ni Tulett ni Johannessen pudieron igualar.
Una Victoria Monumental para el Ciclismo Mexicano
El triunfo de Del Toro en la Milán-Turín no es solo una estadística más en los libros de récords. Representa un evento de gran significado para los aficionados en México y el mundo. Ahora forma parte de un grupo selecto de ciclistas mexicanos que han logrado un gran triunfo en Europa.
La ceremonia de premiación también reflejó la creciente diversidad del ciclismo internacional. La plata de Tulett reafirma el ascenso del Reino Unido en las pruebas de ruta, mientras que el bronce de Johannessen destaca el surgimiento de especialistas en montaña de Noruega. En el top 10 también figuraron destacados ciclistas latinoamericanos, como el colombiano Einer Rubio (quinto) y el ecuatoriano Jefferson Cepeda (séptimo), ampliando la tradición de escaladores andinos brillando en Europa.
Para el equipo de Del Toro, este resultado refuerza una temporada exitosa. Su victoria es la número 19 del año para la escuadra, reflejando su consistencia en diversas pruebas. Su impresionante desempeño seguramente atraerá más atención hacia él, especialmente en carreras por etapas o clásicas de perfil montañoso.
Más allá de su impacto individual, el triunfo de Del Toro en Milán-Turín reafirma la importancia de esta carrera como una plataforma para talentos emergentes. Aunque a veces eclipsada por los monumentos del ciclismo (Milán-San Remo, París-Roubaix, etc.), la Milán-Turín tiene un prestigio propio. Muchos de los ciclistas que han brillado en la subida a Superga han logrado después éxitos en Grandes Vueltas o en clásicas de un día.
En la ceremonia posterior a la carrera, el joven mexicano reflejaba satisfacción y, al mismo tiempo, parecía asimilar la magnitud del momento. A pesar de su corta edad, se mostró sereno y agradeció el trabajo de su equipo. También expresó su entusiasmo por futuros desafíos, incluyendo etapas de alta montaña donde podría seguir demostrando su talento como escalador.
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En un deporte en constante evolución, victorias como la de Del Toro tienen un impacto más allá del ganador. Inspiran a compañeros, a compatriotas y a nuevas generaciones de ciclistas que sueñan con alcanzar la élite. La Milán-Turín 2025 dejó una lección de determinación y estrategia, recordándonos que, en las clásicas de un día, las oportunidades fugaces pueden ser la clave del éxito. Mientras los aficionados celebran otra emocionante temporada en Europa, la victoria de Del Toro asegura que la carrera más antigua del ciclismo sigue siendo un escenario para la grandeza y el surgimiento de nuevas estrellas.