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La Copa América 2024 enfrenta desafíos en el campo en medio de mucho en juego

Las preocupaciones sobre las condiciones de la cancha eclipsan la Copa América 2024, planteando problemas de seguridad de los jugadores e impactando la calidad del juego en los EE. UU.

La Copa América 2024 ha traído goles, récords y emoción a lo largo de cuatro días de partidos, con uno más para cerrar la primera ronda. Sin embargo, el torneo también se ha visto empañado por preocupaciones sobre el estado de los campos de juego y temores de posibles lesiones entre los equipos.

“Sí, vimos lo que pasó en el partido de debut (Argentina vs. Canadá), donde las condiciones de la cancha no fueron las que todos esperábamos, sobre todo por un fútbol fluido y bueno”, dijo el sábado el defensa uruguayo Ronald Araújo. “Creo que la cancha es la clave de todo. No digo que sea una excusa, pero es lo más importante. Si quieres ver un espectáculo, creo que la cancha tiene que estar en las condiciones adecuadas para eso”. añadió.

En medio de la emoción de la Copa América 2024, la Copa Mundial de Clubes ampliada en 2025 y la Copa Mundial de 2026 compartida con México y Canadá, Estados Unidos tiene mucho en juego si quiere convertirse en una potencia del fútbol. Desafortunadamente, el estado de los campos de juego ha sido un protagonista no deseado en las primeras etapas de la competición. Este problema no es nuevo en Estados Unidos, donde el césped artificial, una superficie conocida por su alta retención de calor y mayor riesgo de lesiones para los jugadores, se usa comúnmente en los estadios de la NFL, los más grandes del país, y a menudo se reutiliza para eventos de fútbol importantes.

Actualmente, 15 de los 30 estadios de la NFL utilizan superficies sintéticas, pero tanto la Copa América como el Mundial requieren césped natural, lo que plantea importantes desafíos logísticos que no siempre están bien resueltos. “Con todo respeto, que bueno que ganamos porque sino hubiera parecido una excusa. Hace siete meses que sabíamos que teníamos que jugar aquí y hace dos días cambiaron el césped”, lamentó el técnico argentino. Lionel Scaloni tras su partido contra Canadá en el Estadio Mercedes Benz de Atlanta. “El estadio es bonito y con césped sintético debe ser espectacular, pero no es apto para estos jugadores”, añadió.

Preocupaciones y riesgos de los jugadores

Tanto los jugadores como los entrenadores se han hecho eco de su preocupación por el estado de las canchas. Kamal Miller, un defensor canadiense, comentó que jugar en esa superficie sintética se sentía como “caminar sobre un escenario como si fuera hueco”. Jugadores argentinos como Julián Álvarez (“la cancha no estaba en las mejores condiciones”), Cristian Romero (“las condiciones de la cancha eran pésimas”) y Emiliano Martínez (“hay que mejorar ese aspecto, de lo contrario, la Copa América siempre estar por debajo de la Eurocopa”) expresó sentimientos similares, destacando el impacto de las condiciones del terreno de juego en su rendimiento y seguridad.

Ricardo Gareca, tras el partido de Chile contra Perú en el AT&T Stadium de Arlington, se sumó a las voces críticas sobre las condiciones de juego. “Según los jugadores, la cancha estaba seca y con espacios limitados. Habrá que adaptarnos, pero no hay duda que algunos equipos se adaptan mejor que otros”, afirmó el técnico chileno. Sin embargo, el sábado hubo un respiro en este tema ya que el técnico venezolano Fernando Batista y el ecuatoriano Félix Sánchez quedaron satisfechos con el césped del Levi’s Stadium de Santa Clara. Además, el entrenador estadounidense Gregg Berhalter señaló que el campo en el estadio AT&T fue “mucho mejor” que durante su partido de la Liga de Naciones en marzo.

Miedo a las lesiones

No es sólo la calidad del juego lo que está en riesgo; También existe la preocupación de que las malas condiciones del campo puedan provocar más lesiones durante el torneo. El técnico peruano Jorge Fossati habló especialmente tras la lesión de Luis Advíncula en el partido contra Chile. “Tengo en cuenta que hoy en día este es un campo de césped, pero no es el césped natural habitual el que crece y prospera; es césped traído de fuera”, afirmó. “Eso puede hacerlo un poco más difícil y a veces afectar esa parte del juego. No soy médico ni nada por el estilo, pero llevo bastantes años en el fútbol y sé que las lesiones del tendón de Aquiles también pueden provienen de eso”, añadió.

El técnico mexicano Jaime Lozano fue más cauteloso y dijo el sábado que no creía que la lesión de Edson Álvarez estuviera relacionada con el campo y que estaba razonablemente satisfecho con el NRG Stadium de Houston. “Creo que fue bueno para jugar, el césped no afectó. Sería mejor si se pusiera césped natural antes, pero sentí que la cancha estaba en buenas condiciones”, dijo.

Una perspectiva latinoamericana más amplia

La Copa América de este año, que se celebrará en los EE. UU., destaca un problema más amplio relacionado con la adaptación de la infraestructura del fútbol en un país donde el fútbol todavía está creciendo en comparación con sus vecinos latinoamericanos. El uso de césped artificial en los estadios de la NFL, frecuentemente convertidos para eventos de fútbol, ​​contrasta marcadamente con los estadios específicos de fútbol en América Latina, donde el césped natural es el estándar. Esta diferencia en infraestructura refleja los diferentes niveles de inversión y énfasis cultural en el fútbol entre las regiones.

En América Latina, el fútbol es más que un simple deporte; es una parte importante del tejido cultural, con profundas raíces históricas y apasionados seguidores. El compromiso de mantener canchas de césped natural de alta calidad subraya el amor profundamente arraigado de la región por este deporte. Para países como Brasil, Argentina y Uruguay, donde el fútbol tiene una larga e histórica historia, la idea de jugar en cualquier lugar que no sea césped natural es casi impensable, lo que resalta la profunda importancia cultural de este deporte.

El camino por delante para el fútbol estadounidense

Mientras Estados Unidos se prepara para ser coanfitrión de la Copa Mundial 2026 con México y Canadá, los problemas actuales con los campos de juego en la Copa América sirven como un recordatorio crítico del trabajo que hay que hacer. La iniciativa para convertir estadios de césped artificial en césped natural para los principales torneos internacionales requerirá importantes inversiones y planificación. Sin embargo, también presenta una oportunidad prometedora para que Estados Unidos muestre su compromiso de convertirse en una potencia del fútbol, ​​infundiendo esperanza para el futuro del fútbol en el país.

La afluencia de superestrellas del fútbol como Lionel Messi a la Major League Soccer (MLS) ya ha impulsado el perfil del deporte en el país. La “Messimania” que arrasó Estados Unidos cuando la leyenda argentina se unió al Inter Miami en 2023 es un testimonio del creciente interés y potencial del fútbol en la región. Sin embargo, garantizar condiciones de juego de primer nivel es crucial para que este impulso continúe.

La Copa América 2024 ha puesto de relieve los problemas persistentes con las condiciones del campo de juego en los EE. UU., que plantean desafíos para la calidad del juego y la seguridad de los jugadores. Abordar estas preocupaciones será primordial mientras el país espera albergar eventos futbolísticos aún más importantes. La experiencia de los países latinoamericanos, donde las canchas de césped natural son un hecho, ofrece lecciones valiosas para Estados Unidos en su lucha por establecerse como un jugador importante en el fútbol.

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Al mejorar la infraestructura y aprender de las ricas tradiciones futbolísticas de sus vecinos latinoamericanos, Estados Unidos puede garantizar que su camino para convertirse en un punto de referencia del fútbol sea exitoso y sostenible.

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