Desde camellos hasta aves, los animales han sido protagonistas en la ilusión de cientos hinchas durante la realización de la Copa del Mundo

Durante la historia de los mundiales de fútbol (en especial los más cercanos en el tiempo) los animales no solo han tenido protagonismo en los afiches diseñados por la organización de cada Copa del Mundo, sino también entre la fiesta propia de los aficionados. ¿Por qué? Porque estos en vez de ser tomados en cuenta como mascotas, comenzaron a ser vistos por la hinchada como un símbolo de suerte, en el cual pueden depositar la confianza y observar un partido con la convicción de saber qué selección será la ganadora. 

La leyenda de Paul

Pero esta ‘moda’ no inició en el Mundial sino en la Eurocopa, en la edición de 2008, cuando se jugó en cooperación entre Austria y Suiza. En Alemania surgió una mítica figura de ocho tentáculos, la cual se disponía a quedar en la historia del fútbol mundial. Aunque en un principio el pulpo Paul solo fue destinado a vaticinar los resultados de la selección teutona en la competición europea, el nivel comercial del animal lo llevó, incluso, hasta las puertas de Sudáfrica.

El mundial del 2010 dejó grandes sorpresas en tierras africanas, pero lejos de estas dio también la bienvenida a un gran astrólogo o adivinador. Durante siete partidos, Paul fue el elegido para determinar el destino de los mismos, al escoger el alimento de uno de los dos tanques vacíos que ponían frente a él y que tenía pegada la bandera del seleccionado que finalmente terminaba ganando el partido. Tal fue el éxito predictivo de Paul, que logró presagiar el campeonato del mundo obtenido por España, incluso, horas antes de que esta Selección lo hiciera en la cancha.

La fama del oráculo marino no quedó dentro de una pecera. En redes sociales se organizaron grupos de personas que, inclusive, pidieron la repatriación de Paul a Inglaterra (país en el que había nacido); mientras que diseñadores web crearon aplicaciones móviles con el fin de que la suerte o magia del pulpo acompañara a sus cientos de seguidores en los celulares de cada uno de ellos. Paul murió en 2010, y aunque seguramente nunca supo lo trascendental que fue su vida, el internet sí permite hacerlo.

“Con el fin de honrar a Paul y con motivo del interés mundial que despertó, vamos a erigir aquí un monumento. Vamos a exponer los mejores momentos de la vida de Paul”, señalaron en octubre de 2010 fuentes del acuario de Oberhausen (Alemania), en donde hizo historia Paul y, finalmente, falleció.

Un reino sin rey

Para el mundial de Brasil 2014, varios fueron los animales dispuestos a reemplazar al pulpo Paul, pero ninguno pudo alcanzar dicho sueño. Entre los más destacados, estaban el camello Shaheen en Dubai y la tortuga Cabezona, la cual oficiaba como adivinadora local.

En el caso del primero, sus cuidadores lo ubicaban frente a dos banderas para que este agarrara con su boca la del onceno que creía iba a ser el vencedor; mientras que Cabezona lo hacía comiendo una de las tres sardinas que le ponían en el agua (la tercera era en caso de empate).

Así como estos animales, también hubo un armadillo, un panda y hasta una gallina; pero ninguno pudo tener la gloria de Paul.

Los sucesores en Rusia 2018

En Rusia 2018, la historia no es diferente. A menos de un mes, ya existen dos animales que pretenden obtener la popularidad que tuvo Paul ocho años atrás. Uno de ellos es el gato Aquiles, un gato que sordo que, por su misma discapacidad, se ha hecho mucho más atractivo para la mística propia de un oráculo. Aquiles participó de la Copa Confederaciones y vaticinó cuatro de los dieciséis partidos jugados.

Otra es la cabra Zabiyaka, cuyos dueños se animaron a exaltar sus dotes como adivina poniéndola a elegir al posible campeón del mundo entre seis candidatos. Además de pronosticar que Bélgica se alzará con la Copa del Mundo en julio, también escogió a Francia como subcampeón.

Latin American Post | Christopher Ramírez Hernández

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