Las esperanzas de Chile en la Copa del Mundo se desvanecen mientras aumentan los llamados al cambio
Tras una aplastante derrota 4-0 ante Colombia, las esperanzas de Chile de clasificar al Mundial de 2026 parecen perdidas. Aficionados y medios ahora exigen la destitución del entrenador Ricardo Gareca y la renuncia del presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Pablo Milad.
Cuatro derrotas consecutivas
La selección chilena, La Roja, está en caos después de una humillante derrota 4-0 ante Colombia. Esta marca su cuarta derrota consecutiva en las eliminatorias mundialistas, tras reveses anteriores contra Argentina, Bolivia y Brasil. Con solo cinco puntos de 30 posibles, Chile se encuentra en el último lugar de la clasificación sudamericana, y el sueño de participar en el Mundial de 2026 en Canadá, México y Estados Unidos se siente cada vez más inalcanzable.
La prensa chilena no ha escatimado en criticar el desempeño de la selección. La Tercera describió la expedición a Colombia como “un desastre”, mientras que Juan Cristóbal Guarello, destacado periodista deportivo chileno, criticó duramente al entrenador Ricardo Gareca. Guarello acusó al técnico argentino de ser desmotivado y perezoso, dibujando un panorama sombrío de un equipo que carece de dirección y lucha.
Los jugadores también han sido objeto de críticas. Las quejas van más allá de las decisiones tácticas y la estrategia de juego, ya que muchos expresan frustración por la falta de pasión y determinación en el campo. Como dijo Guarello de manera contundente: “No hubo actitud de rebeldía”, una declaración que refleja el sentir de muchos aficionados que se han cansado de ver cómo su querida Roja sigue fallando.
La presión sobre Gareca y Milad
En medio de las pérdidas acumuladas, las acusaciones han aumentado, y la atención se ha centrado en el entrenador Ricardo Gareca y el presidente de la ANFP, Pablo Milad. Ambos enfrentan una intensa presión pública y mediática para renunciar. Tras la última derrota, Gareca insinuó incertidumbre sobre su futuro: “Necesito calmarme y estar con mi equipo técnico. Es difícil sostener este proceso, pero aún no tengo la respuesta”.
Pablo Milad expresó un sentimiento similar, sugiriendo que se tomarían decisiones sobre el futuro de Gareca después de un tiempo de reflexión. “Vamos a esperar unos días. Cualquier decisión se tomará con la cabeza fría”, dijo Milad, aunque sus comentarios solo alimentaron la especulación sobre la creciente inestabilidad en torno a la selección.
Para muchos aficionados y medios chilenos, la situación requiere acciones decisivas, y ambos hombres son vistos como responsables de la pronunciada caída del equipo nacional. Milad, en particular, ha enfrentado duras críticas por su “mala gestión” del fútbol chileno. Los llamados a su renuncia se han intensificado, con aficionados que argumentan que los cambios en el liderazgo son esenciales si La Roja quiere tener alguna esperanza de revertir su situación.
¿Quién podría reemplazar a Gareca?
A medida que se intensifica la especulación sobre el futuro de Ricardo Gareca, la atención se ha desplazado hacia posibles reemplazos. Varios nombres han surgido como candidatos para tomar las riendas de La Roja, con un intenso debate sobre si el próximo entrenador debería ser chileno o un extranjero más.
Un posible candidato es Nicolás Córdova, el actual entrenador del equipo sub-20 de Chile. Según Redgol, Córdova es una de las principales opciones para sustituir a Gareca. Muchos creen que promover a un entrenador desde dentro de la estructura nacional podría proporcionar continuidad, al mismo tiempo que inyecta nuevas ideas al equipo mayor.
Otros entrenadores chilenos también han sido mencionados como posibles sucesores. Jaime García, quien anteriormente dirigió a Santiago Wanderers en la Primera B, y Gustavo Huerta, entrenador de Cobresal en la Primera División, son dos nombres que han sido señalados por la prensa local. Ambos entrenadores han construido sólidas reputaciones en el fútbol chileno y algunos los ven como capaces de revitalizar a la selección nacional.
Sin embargo, la posibilidad de contratar a otro entrenador extranjero sigue sobre la mesa. El éxito de Gareca con la selección peruana, a la que llevó al Mundial de 2018, lo convirtió inicialmente en un candidato prometedor para Chile. Pero después de una serie de resultados decepcionantes, muchos se preguntan si Chile debería continuar contratando entrenadores del extranjero. Existe un sentimiento creciente de que un técnico local podría estar mejor preparado para entender la dinámica única del fútbol chileno y fomentar una conexión más fuerte con los jugadores y los aficionados.
¿Todavía hay esperanza?
Aunque el ambiente en torno a las perspectivas de Chile para el Mundial es sombrío, algunos no están listos para rendirse por completo. Matemáticamente, La Roja aún tiene una oportunidad de clasificar, pero requerirá un cambio drástico tanto en rendimiento como en resultados. Chile está siete puntos detrás del séptimo lugar, que otorga a un equipo la entrada al repechaje intercontinental. Bolivia, con 12 puntos, ocupa esa posición codiciada.
Los medios chilenos han comenzado a hacer cuentas para ver qué necesitaría La Roja para salvar su campaña mundialista. Según AlAireLibre, Chile necesitaría acumular entre 18 y 22 puntos en los ocho partidos restantes para tener una posibilidad real de clasificación. En las eliminatorias para el Mundial de 2022, Chile terminó con 19 puntos, colocándose en séptimo lugar, una posición que en 2026 ofrecería un salvavidas en forma de repechaje.
Los próximos partidos contra Perú y Venezuela en noviembre podrían ser cruciales. Ganar ambos encuentros podría reavivar la creencia del equipo y ofrecer un rayo de esperanza para la clasificación. El analista de ESPN, Jorge Gómez, destacó la importancia de estos partidos, diciendo: “El sprint comienza sacando seis puntos de seis contra Perú y Venezuela. Necesitamos ganar en Lima para empezar a creer en algo”.
Sin embargo, incluso los aficionados más optimistas reconocen la difícil batalla que tienen por delante. Las actuaciones de Chile han sido inconsistentes en el mejor de los casos, y sus vulnerabilidades defensivas han quedado al descubierto en los últimos partidos. Si Gareca continúa, necesitará encontrar rápidamente una forma de corregir las fragilidades defensivas del equipo e inculcar un sentido renovado de creencia y determinación en sus jugadores.
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Por ahora, los chilenos estarán esperando ansiosamente para ver si Gareca y Milad pueden sobrevivir a la creciente presión o si se realizarán cambios que podrían remodelar el futuro del fútbol chileno. Ya sea a través de un nuevo entrenador o un milagro en el campo, el camino de La Roja hacia el Mundial de 2026 sigue siendo incierto.