Los preparativos de México para el Mundial 2026 Recordando a Pelé 70 y Maradona 86
A dos años de la Copa Mundial 2026, México se está preparando para albergar parte del evento, inspirándose en las legendarias actuaciones de Pelé y Maradona en el icónico Estadio Azteca, ahora listo para otra inauguración histórica.
Faltando solo dos años para el inicio de la Copa Mundial 2026 el 11 de junio, México se prepara para el gran evento, inspirado en las hazañas legendarias de Pelé y Maradona, quienes solidificaron sus legados en el Estadio Azteca. En 1970, Brasil triunfó sobre Italia con una victoria de 4-1 en la final, lo que le valió a Pelé su tercer título de la Copa del Mundo en el Azteca, mostrando su arte en el campo. Dieciséis años después, Maradona, el héroe de Argentina, llevó a su equipo a la victoria contra Alemania en una emocionante final por 3-2 en el mismo lugar.
“Quienes vivimos el Mundial de 1986 lo recordaremos como uno de los mejores días de nuestras vidas”, afirmó Félix Aguirre, director general del Azteca. En 24 meses, el estadio se convertirá en el primero en la historia en albergar tres inauguraciones de la Copa Mundial, un testimonio de su legado perdurable.
Preparándose para un evento histórico
La Copa del Mundo 2026 es un evento multitudinario en el que participarán 48 equipos que competirán en 104 partidos, 13 de los cuales tendrán lugar en México, incluido el partido inaugural contra el equipo anfitrión como parte del Grupo A. Los otros tres equipos del grupo se determinarán en el sorteo a finales de 2025. Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara serán las ciudades anfitrionas de México, que compartirá la Copa del Mundo con Estados Unidos, sede de 78 partidos en 11 ciudades, y Canadá, sede de 13 juegos en Vancouver y Toronto.
Para la inauguración de la Copa del Mundo, el Estadio Azteca parecerá un venerable árbol en plena floración, más de 56 años después del histórico empate sin goles entre México y la Unión Soviética el 31 de mayo de 1970, el primer partido de la Copa del Mundo en el estadio del sur de México. Ciudad. A medida que se acerca el Mundial, el estadio, situado a 2.240 metros sobre el nivel del mar, ha iniciado una fase de rejuvenecimiento que incluye la instalación de césped de última generación, el aumento de la capacidad a 90.000 aficionados, cambios estructurales, internet de alta velocidad, y comodidades mejoradas para los aficionados.
“Hemos formado un gran equipo y aspiramos a coronar nuestros esfuerzos con la inauguración del tercer Mundial en el estadio, algo que difícilmente se volverá a ver en el mundo”, añadió Aguirre.
Unidos para el Mundial
Conocidos por su hospitalidad, los mexicanos, que fueron anfitriones de los primeros Juegos Olímpicos de América Latina en 1968, se están uniendo en preparación para su parte de la Copa del Mundo. La capital, Monterrey y Guadalajara, trabajan de la mano como si México fuera sede de los 104 partidos del Mundial. A pesar de las dudas iniciales sobre el esfuerzo que supondría albergar un número limitado de juegos, el entusiasmo ha ido creciendo a medida que se acercaba el evento.
“Hace unos años, algunos se cuestionaban si el esfuerzo valía la pena en tan pocos partidos. A pocos meses del Mundial, yo preguntaría quién no querría asistir a uno de estos 13 partidos”, remarcó Iñigo Riestra, Secretario General de la Federación Mexicana de Futbol, una de las figuras claves para asegurar los derechos de sede.
México, Estados Unidos y Canadá fueron elegidos anfitriones de la Copa del Mundo en el Congreso de la FIFA en junio de 2018. La candidatura norteamericana derrotó a la de Marruecos con 134 votos contra 65.
Adoptando los avances modernos
El fútbol de hoy es más dinámico que durante las épocas románticas de 1970 y 1986, cuando Brasil y Argentina ganaron sus respectivas Copas del Mundo. El deporte ha experimentado rápidos avances en tecnología y marketing, la introducción del VAR (vídeo árbitro asistente) y un auge del fútbol femenino. México ha abrazado estos avances, preparando canchas modernas, asegurando la conectividad y cumpliendo con todos los requisitos contemporáneos de la FIFA, manteniendo al mismo tiempo un profundo respeto por las figuras legendarias de Pelé y Maradona, quienes realizaron sus mayores milagros en el Azteca en el siglo anterior.
La modernización del Estadio Azteca refleja la necesidad de equilibrar tradición con progreso. Si bien el estadio conserva su importancia histórica, las mejoras garantizan que cumpla con los estándares modernos para un evento internacional de esta magnitud. Esta combinación de lo antiguo y lo nuevo brindará a los fanáticos una experiencia memorable, honrando el pasado y celebrando el futuro del fútbol.
El impacto económico y social
Organizar la Copa del Mundo no se trata sólo de los juegos sino también del impacto económico y social más amplio en el país anfitrión. La inversión en infraestructura, como las renovaciones en el Estadio Azteca, internet de alta velocidad y mejoras en el transporte, beneficiará a México mucho después del pitido final de la Copa del Mundo. Estas mejoras impulsarán el turismo, crearán empleos y estimularán las economías locales.
Además, la Copa del Mundo brinda una oportunidad para la unidad social. En un país a menudo dividido por la política, el evento reúne a la gente para celebrar. El entusiasmo compartido y el orgullo nacional asociados con la celebración de la Copa Mundial pueden fomentar un sentido de comunidad e identidad colectiva. Esta unidad fue evidente en 1986, y hay esperanzas de que la Copa Mundial de 2026 reavive ese espíritu.
La participación de ciudades como Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara demuestra un esfuerzo colectivo para presentar a México en el escenario global. Estas ciudades están preparando sus estadios y mejorando su infraestructura para dar cabida a la afluencia de visitantes internacionales. La colaboración entre estas ciudades muestra un frente unificado, listo para albergar un evento inolvidable.
Apuntando a un legado duradero
Mientras México se prepara para la Copa Mundial 2026, establecer objetivos específicos y mediciones de desempeño es crucial para garantizar el éxito y el legado duradero del evento. El entusiasmo que rodea al evento debe traducirse en acciones concretas que impacten positivamente al país. Esto incluye garantizar que las inversiones en infraestructura sean sostenibles y que los beneficios se extiendan más allá del evento.
Establecer objetivos mensurables para diversos aspectos de los preparativos de la Copa Mundial puede ayudar a seguir el progreso y garantizar la rendición de cuentas. Estos objetivos incluyen cronogramas para completar las renovaciones del estadio, puntos de referencia de mejora de la infraestructura y objetivos de impacto económico. Las actualizaciones periódicas y los informes transparentes pueden mantener a las partes interesadas informadas y comprometidas.
Además, la Copa del Mundo presenta una oportunidad para promover la sostenibilidad ambiental. La implementación de prácticas ecológicas, como la reducción de la huella de carbono, la promoción del reciclaje y el uso de fuentes de energía renovables, puede ser un ejemplo positivo para eventos futuros. Al priorizar la sustentabilidad, México puede demostrar su compromiso con los objetivos ambientales globales.
Conclusión: Listo para 2026
A falta de dos años para la Copa Mundial de 2026, México está en camino de albergar un evento memorable. Los preparativos en el Estadio Azteca, junto con la colaboración entre las ciudades anfitrionas y el apoyo entusiasta del pueblo mexicano, prepararon el escenario para un torneo exitoso. Al equilibrar la tradición con los avances modernos, México busca crear una experiencia que honre el pasado y al mismo tiempo abrace el futuro del fútbol.
Lea también: La estrella del tiro con arco de México, Alejandra Valencia, mira la gloria olímpica en París
México puede mostrar su cultura, hospitalidad y pasión por el deporte ante el mundo. La Copa Mundial 2026 celebrará el fútbol y resaltará la capacidad de México para unirse y alcanzar la grandeza. Al establecer metas específicas y mediciones de desempeño, México puede garantizar que el evento deje un legado duradero, beneficiando al país durante años. La cuenta regresiva para el 11 de junio de 2026 ha comenzado y México está listo para volver a hacer historia en el Estadio Azteca.