El delantero estelar de la selección peruana enfrenta una sanción por no pasar el control de dopaje

Tras la última fecha de las eliminatorias mundialistas en octubre pasado, en la que la selección peruana de fútbol enfrentó a Argentina, el delantero estelar de la escuadra albirroja, Paolo Guerrero, no pasó el control de dopaje correspondiente al encuentro. El depredador, perteneciente a la plantilla del Flamengo brasileño, dio positivo por uso de una sustancia prohibida (metabolito de la cocaína benzoilecgonina), aunque en palabras del jugador, “la FIFA descartó el uso” de dicha droga. Hace unos días se dio a conocer la sanción correspondiente, en la que se anunció que Guerrero será suspendido de la actividad futbolística un año, con lo cual se perdería, en fechas inmediatas, la final de la Copa Sudamericana (de la cual el Flamengo perdió la ida ante Independiente por marcador de 2-1) y la justa mundialista de Rusia, en 2018.

Guerrero, de 33 años de edad, fue clave para que Perú regresara a una Copa Mundial de la FIFA después de 36 años sin participar en ella. Después de darse a conocer su sanción, la máxima entidad regulatoria del balompié le dio 10 días al ariete peruano para presentar una apelación, los cuales comenzaron el 7 de diciembre. Los abogados del futbolista apuntan a que la sustancia señalada por el control de dopaje apareció debido a que el jugador bebió un té de coca recetado para disminuir un cuadro gripal.

En el mismo fútbol peruano, se conoce un antecedente en el que se logró comprobar que el consumo de esta sustancia no fue de manera voluntaria: corría el año de 2002 cuando se dio a conocer que Juan Guillermo del Solar dio positivo por la misma sustancia en un encuentro entre Universitario de Deportes ante Melgar, ambos de la liga peruana de fútbol. En ese momento, del Solar, ya retirado como jugador, se encontraba trabajando en las inferiores del Real Madrid, que le rescindió el contrato al peruano. En septiembre de ese mismo año, la Federación Peruana de Fútbol anunció que, de acuerdo con las pruebas presentadas por la defensa, se comprobó que del Solar había ingerido la sustancia de manera involuntaria, al momento de tomar una infusión de hoja de coca.

Otro caso bastante sonado se dio en el tenis, cuando el francés Richard Gasquet dio positivo por el uso de cocaína durante el Masters 1000 de Miami, en 2009. La Federación Internacional de Tenis (ITF) decidió suspenderlo por un año. Sin embargo, la defensa del francés logró demostrar lo siguiente: Gasquet había besado a una mujer que consumió la sustancia, hecho suficiente para marcar positivo en el control de dopaje. En aquella ocasión, la ITF le redujo el castigo al tenista francés, alegando que “habría sido injusto y desproporcionado” imponer una sanción de 12 meses, por lo que el período fue apenas de 2 meses y 15 días.

Sin embargo, a pesar de estos dos casos, hay que recordar la sanción a Diego Armando Maradona, impuesta en 1991, cuando era jugador del Nápoles de Italia: dicha suspensión se alargó por 15 meses, la cual fue ratificada por el Comité de Apelación. En 1994, después de ser expulsado del Mundial de ese año, Diego Armando tuvo que cumplir un período similar alejado de las canchas de fútbol después de dar positivo en un control antidrogas.

Guerrero cuenta con dos oportunidades para apelar el castigo: la primera de ellas es la que tiene que presentarse dentro del lapso del 10 días, ante el ya mencionado Comité de Apelaciones, que puede ratificar, anular, o reducir la sanción. La segunda oportunidad es ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Sin embargo, el tiempo de veredicto de este organismo es de tres meses después de ratificada la sanción. Este es el rival a vencer, ya que las selecciones clasificadas a Rusia 2018 tienen hasta mayo para presentar a sus escuadras completas.

Latin American Post | Jesús Koyoc

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