Pogačar vs. ciclistas latinoamericanos: ¿Números de poder son demasiado buenos para creerlos?
Las asombrosas cifras de potencia de Tadej Pogačar en el Tour de Francia 2024 superan a las de los mejores ciclistas latinoamericanos. ¿Son estas actuaciones el resultado de un talento extraordinario o son sospechosamente altas?
En el ciclismo profesional, los números no mienten, ¿o sí? El Tour de Francia de este año ha sido testigo de algunas de las actuaciones más impresionantes de la historia del deporte, especialmente de Tadej Pogačar. Con solo 25 años, la superestrella eslovena no solo obtuvo su tercer maillot amarillo, sino que también entregó números poderosos que han dejado a muchos en la comunidad ciclista asombrados, especialmente en comparación con los mejores ciclistas latinoamericanos como Rigoberto Urán de Colombia y Richard Carapaz de Ecuador.
El 23 de julio de 2024, Pogačar consiguió su sexta victoria de etapa del Tour, dominando la última contrarreloj en Niza. Dejó una diferencia de tiempo sustancial entre Jonas Vingegaard y el campeón mundial de contrarreloj Remco Evenepoel, lo que la convirtió en su tercera victoria de etapa en otros tantos días. Tales actuaciones requieren una mirada más cercana a los números, especialmente porque Pogačar pareció lograrlos sin esfuerzo y cómo se comparan con sus homólogos latinoamericanos.
Dominando Isola 2000
La subida de 16,1 km a Isola 2000 con una pendiente media del 7,1% fue una prueba brutal de resistencia y potencia. La potencia media estimada de Pogačar de 435 vatios, lo que equivale a unos 6,8 vatios por kilogramo (w/kg), durante 37:37 minutos, es asombrosa. Para poner esto en perspectiva, Derek Gee, un fuerte contendiente, terminó la subida en 41:05 con 412 vatios (5,8 w/kg).
Los ciclistas latinoamericanos como Rigoberto Urán, conocido por su destreza en la escalada, han brindado una potencia impresionante, pero aún están por debajo de las extraordinarias cifras de Pogačar. Urán, un finalista del podio en Grandes Vueltas, normalmente produce potencias de alrededor de 5,5-6 w/kg para esfuerzos similares, lo que demuestra la importante brecha entre Pogačar e incluso los mejores escaladores latinoamericanos.
Duelo en el Col de la Couillole
El Col de la Couillole, una subida de 15,8 km con una pendiente del 7,3%, reflejó el desafío del día anterior. Aquí se enfrentaron Pogačar y Vingegaard. La potencia media estimada de Pogačar fue de 415 vatios (6,5 w/kg) en 39:04 minutos. Nuevamente, la potencia de salida de Derek Gee fue de 412 vatios (5,8 w/kg) en 41:45 minutos.
Richard Carapaz, otra destacada estrella latinoamericana conocida por sus habilidades de escalada y ataque, se ha mostrado muy prometedor en Grandes Vueltas. Sin embargo, su potencia de salida en escenarios similares suele oscilar entre 5,5 y 6 w/kg. Esta disparidad pone de relieve cómo los números de Pogačar son excepcionales y casi de otro mundo en comparación con los de sus homólogos latinoamericanos.
Aplastando la contrarreloj en Niza
A pesar de tener una cómoda ventaja, Pogačar no se contuvo en la última contrarreloj entre Mónaco y Niza. En La Turbie, una subida de 8,2 km con una pendiente del 5,7%, Pogačar impulsó aproximadamente 445 vatios (7 w/kg) en 16:58 minutos. En el empinado Col d’Eze, mantuvo alrededor de 500 vatios (7,9 w/kg) durante 4:12 minutos.
Estos números son extraordinarios, especialmente considerando el costo físico de tres semanas de carreras. A modo de comparación, los ciclistas latinoamericanos como Nairo Quintana, que destacan en escalada y contrarreloj, producen una potencia impresionante, pero generalmente caen en el rango de 6 a 6,5 w/kg para esfuerzos similares. La capacidad de Pogačar para mantener una potencia tan alta después de semanas de competencia agotadora lo distingue significativamente.
Comparando entre continentes: ciclistas latinoamericanos
Los ciclistas latinoamericanos han logrado avances significativos en el ciclismo profesional, con ciclistas como Urán, Carapaz y Quintana logrando desempeños sólidos en escalada y contrarreloj. Sin embargo, incluso su impresionante potencia palidece en comparación con las actuaciones recientes de Pogačar. La diferencia en las cifras de poder es lo suficientemente sustancial como para justificar el escepticismo y una mayor investigación, especialmente si se considera el contexto histórico del ciclismo latinoamericano y los desafíos que ha superado.
Las comparaciones se vuelven más intrigantes cuando se considera el contexto. Los ciclistas latinoamericanos, conocidos por su resiliencia y determinación, históricamente se han enfrentado a menos recursos e instalaciones de entrenamiento menos avanzadas que sus homólogos europeos. A pesar de estos obstáculos, han logrado un éxito notable en el escenario mundial. Sin embargo, la brecha en la producción de potencia entre Pogačar y estos corredores plantea dudas sobre los factores que contribuyen a tales disparidades.
Análisis de los datos: plausibilidad versus escepticismo
Históricamente, el ciclismo ha visto aumentar la producción de potencia con los avances en el entrenamiento, la nutrición y la tecnología. Sin embargo, los números de Pogačar superan los límites de lo que se considera fisiológicamente posible. Es raro lograr y mantener relaciones peso/kg tan altas, particularmente en la tercera semana de un Gran Tour, donde la fatiga es un factor importante.
El ciclismo tiene un pasado accidentado con escándalos de dopaje, que han empañado la reputación del deporte. Si bien es importante no lanzar calumnias infundadas, el espectacular salto en las métricas de desempeño exige una investigación exhaustiva y transparencia. La comunidad ciclista y los científicos del deporte deben examinar estas actuaciones para garantizar el juego limpio y mantener la integridad del deporte, tranquilizando tanto a los aficionados como a los profesionales.
¿Impresionante o inverosímil?
Los números de potencia de Tadej Pogačar durante el Tour de Francia 2024 son extraordinarios. Destacan su excepcional talento y sus avances en el entrenamiento y las ciencias del deporte. Sin embargo, cuando las métricas de rendimiento alcanzan niveles sin precedentes, especialmente en un deporte con un historial de dopaje, es natural cuestionar su plausibilidad.
Las comparaciones con otros corredores de primer nivel, incluidos los de América Latina, subrayan la magnitud de los logros de Pogačar. Su potencia, especialmente durante la tercera semana de un Gran Tour, traspasa los límites del desempeño humano.
El mundo del ciclismo debe abordar estas cifras con escepticismo, garantizando una investigación exhaustiva y transparencia. ¿Solo entonces podremos realmente celebrar los notables logros de atletas como Pogačar y al mismo tiempo preservar la integridad del deporte?
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En última instancia, ya sea que estas cifras sean un testimonio del extraordinario potencial humano o algo más siniestro, han reavivado el debate sobre lo que es realmente posible en el ciclismo profesional. Como fanáticos y seguidores del deporte, nos debemos a nosotros mismos hacer estas preguntas difíciles y exigir respuestas claras, asegurándonos de que todos seamos parte del debate continuo sobre el deporte que amamos.