A pesar de que cuenta con estrellas de talla mundial, la liga mexicana es superada por federaciones menos influyentes en Sudamérica y el mundo

La Liga MX, la competición de fútbol más importante de México, donde juegan los equipos más importantes de la Concacaf, fue categorizada como la vigésima mejor liga en el mundo en 2017. La Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol, (IFFHS, por sus siglas en inglés) publicó el listado de las ligas más fuertes y la liga mexicana está por debajo de la ecuatoriana que se encuentra en la decimoséptima posición; la israelí está en la duodécima casilla y la paraguaya se ubica en la novena posición.

¿Por qué la liga que ha ganado los últimos diez títulos de la Concachampions es menos competitiva que las de Paraguay, Israel y Ecuador?

Por un lado, se puede hacer la comparación a nivel de selecciones. México es superior a varios de los países que lo anteceden en la lista. Además de las anteriormente citadas junto con las selecciones de Rusia, en la décima posición del ranking y, Chipre en la decimotercera, no suponen un gran reto en un eventual enfrentamiento. Solo Rusia está clasificada al mundial y es por su beneficio de anfitrión.

Sin embargo, la IFFHS no tiene en cuenta el nivel de las selecciones nacionales a la hora de hacer el ranking, sino la cantidad de equipos por liga que participan en competiciones internacionales y los puntos que estos cosechan. Siendo esto así, ¿como una liga tan ganadora de la competencia continental en Norte América no está por encima de otras ligas que en el plano continental no son exitosas?

La respuesta radica en la confederación a la que pertenece una liga. La mexicana es la mejor en la Concacaf, eso está claro. No obstante, hasta el inicio de 2017, algunos equipos mexicanos jugaban la Copa Libertadores, la competencia deportiva de clubes más importante de Sudamérica.

Desde 1998 hasta 2016, solo tres equipos lograron llegar a la final: Cruz Azul en 2001, Guadalajara en 2010 y Tigres de la UANL en 2015. Ninguno se proclamó campeón. De hecho, el único campeón continental mexicano fue Pachuca cuando venció a Colo Colo en la final de la Sudamericana en 2006.

La razón por la cual la Liga MX es vigésima en el listado de la IFFHS tiene que ver con la competitividad de las confederaciones. No es sorpresa que La Liga de España sea por quinta oportunidad consecutiva la primera del listado, seguida por la Premier League de Inglaterra, o que la liga brasileña sea tercera. Los equipos de estas ligas han tenido en 2017 un buen desempeño en competiciones internacionales, dado que el campeón de la Champions League fue español, el de la Europa League fue inglés y el de la Libertadores fue brasileño.

Los coeficientes de competitividad de Europa y Sudamérica son superiores a los de Norte América y las demás confederaciones. No importa que un equipo mexicano traiga un jugador equivalente a André-Pierre Gignac y que la Concachampions sea ganada por algún competidor mexicano cada temporada, simplemente están en una confederación poco competitiva frente a las demás.

Esto explicaría porqué Israel está por encima, cuando sus clubes compiten en Europa y en la Champions League. También, da cuenta de porqué Paraguay supera a México en el listado, cuando Olimpia y Cerro Porteño tienen buenas campañas en Libertadores y Sudamericana.

De hecho, las cuatro veces que la liga mexicana ha estado en el top 10 del listado de la IFFHS fue en 2002, 2006, 2007 y 2008, los mismos años en los que su clubes alcanzaron etapas de eliminación directa de torneos internacionales sudamericanos.

En 2002, América alcanzó semifinales de Libertadores, al igual que Guadalajara en 2006. Pachuca fue campeón de la Sudamericana el mismo año. En 2007, hubo seis equipos en fases finales de ambos torneos, tres en cada uno, incluyendo un subcampeón. Mientras que en 2008 hubo dos equipos en fase de eliminación directa en Libertadores y otros dos en Sudamericana.

La solución de competitividad para la Liga MX parece clara. Podría cambiar su confederación, como Australia lo hizo al inscribirse a la Confederación de Fútbol Asiática y dejando la de Oceanía. Esto podría traerle muchos beneficios a los equipos mexicanos, al medirse con equipos con mayor nivel que en Norte América, y a su vez aumentaría la atractividad de la Conmebol, que podrá organizar torneos más nutridos y con las estrellas que trae la liga y selección mexicana.

LatinAmerican Post | Iván Parada Hernández
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