¿Qué nos dejó la edición LII del Super Bowl?
En el U.S. Bank Stadium de Minneapolis, Minnesota, los Eagles obtuvieron su primer título
El Súper Tazón 52 le otorgó el primer anillo de campeones a los Philadelphia Eagles. El triunfo llegó luego de que en 2005 los mismos New England Patriots les negaran el triunfo. Los Patriots de Nueva Inglaterra disputaron su décima gran final de la NFL, pero no pudieron hacer historia con su sexta victoria del Super Bowl.
Contra todos los pronósticos
Nick Foles se vistió de héroe y fue el principal culpable de hacer sufrir a la defensa de los Patriots. Muchos apostaban porque Foles presentaría nerviosismo: un Super Bowl, nada menos que ante los Patriots y con todas las miradas puestas sobre él. Todo lo anterior sumado a la idea de posiblemente no volver a jugar un partido así como titular.
Sin embargo, no hubo problema, Foles volvió a brillar por su precisión con los pases profundos, mientras que sus flaquezas, como los pases en corto o la toma de decisiones bajo presión, desaparecieron en la que podríamos llamar la noche más importante de su carrera.
En los minutos finales hubo una jugada clave que aseguró el triunfo de los Eagles: un robo a Brady, la máxima estrella de los Patriots. Esto significó un punto de inflexión en el triunfo por 41-33. El protagonista de la acción fue Brandon Graham, a la defensiva del equipo campeón, quien llegó a tiempo para bloquear el brazo de Brady y quitarle la pelota de la mano. Luego, el novato Barnett recogió el balón y todos celebraron, casi como si se hubiera tratado de un touchdown.
El show de medio tiempo
El espectáculo musical televisado más visto —por ejemplo, los de Katy Perry y Lady Gaga alcanzaron cifras de 118.5 y 117.5 millones de telespectadores respectivamente— sucede en el entretiempo del Super Bowl. Hoy en día, el espectáculo es casi tan codiciado como el partido en sí, porque se asocia a grandes estrellas de la música. En oportunidades anteriores, se han presentado desde los legendarios The Rolling Stones, Paul McCartney, U2 o Prince, hasta estrellas de pop como Michael Jackson, Madonna, Beyoncé, Katy Perry, y Lady Gaga.
Este año, el turno fue de nuevo para el pop, con una de sus súper estrellas: Justin Timberlake. El cantante ya se había presentado antes con N-SYNC. Adicionalmente, el artista regresaba al lugar de la polémica tras el famoso pecho de Janet Jackson en 2004.
No obstante, la presentación de Timberlake dejó un punto negro: algunos familiares de Prince aseguraron que no se les había pedido permiso y que no autorizaron el uso del holograma gigante de su imagen. Al parecer, Timberlake hizo oídos sordos a la petición de la familia y desplegó el holograma, mientras cantaba -a dúo con el fallecido cantante- I Would Die 4 U.
Se calcula que el show fue visto por casi 120 millones de personas y contó con todas las explosiones de emoción características, además de los cientos de chicas en la cancha bailando de emoción.
Cabe resaltar que Pepsi patrocinó el espectáculo por sexto año consecutivo —con un coste aproximado de 7 millones de dólares—. Como dato curioso, y por ser una costumbre, la NFL no le pagó al artista por presentarse.
Los récords
- La cadena NBC cobró cerca de 5 millones de dólares por 30 segundos de publicidad.
- Cada jugador del equipo ganador se llevó 112.000 dólares.
- En los Estados Unidos de América se consumieron alrededor de 1,4 mil millones de alitas de pollo.
- Se consumieron 53 millones de cajas de cerveza.
- Hubo más de 190 millones de personas, entre espectadores e internautas, que estuvieron pendientes del juego. Entre ellos, en Facebook se sumaron más de 66 millones de usuarios y cerca 250 millones de interacciones.
En Twitter se contabilizaron aproximadamente 29 millones de tuits utilizando la etiqueta #SuperBowl.
En Instagram, por su parte, fueron más de 45 millones de usuarios, sobrepasando los 150 millones de interacciones.
Algo curioso de estas cifras, hay que decirlo, es que la tercera parte de las personas que vieron el Super Bowl estuvieron más interesados en la publicidad que en el propio partido y el espectáculo millonario de Timberlake.
LatinAmerican Post | Sergio Marentes
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