El tenista suizo es de los pocos deportistas que después de los 36 años se mantiene vigente y en la cúspide

Hay deportistas que nacieron para trascender, quienes constantemente nos enseñan que los límites no existen y que las dificultades son sólo transitorias. Por ello, sus nombres serán indelebles en la historia. Uno de los casos más evidente es el de Roger Federer, un hombre que acaba de ganar el vigésimo Grand Slam de su carrera en la disputa del Abierto de Australia. El deportista continua ampliando su leyenda.

El suizo se mostró invencible en el primer torneo del año de principio a fin. Con todo y sus 36 años, el tenista derrotó a Marin Cilic en una final llevada hasta cinco sets. De esta forma, el deportista demostró que pese a que ya no el mismo atleta dominante de gran velocidad y autoridad absoluta dentro de los rectángulos de juego, continúa conservando la misma mística, técnica y sobre todo el compromiso que lo sigue llevando a la gloria.

En este sentido, se podría decir que Roger Federer es el mejor tenista de la historia. El deportista está ratificado por los títulos, la opinión de muchos especialistas, ex tenistas e incluso tenistas actuales. 

No obstante, cabe preguntarse, ¿es el tenista suizo el deportista más importante de lo que va de siglo 21? Este cuestionamiento es un análisis digno de encarar, no sólo porque ha habido grandes figuras desde el 2000 en adelante, sino porque con el mundo de las comunicaciones actuales todas las hazañas se conocen y es difícil medirlas.

Leo Messi, Cristiano Ronaldo, Ronaldinho, Kobe Bryant, LeBron James, Tiger Woods, Barry Bonds, Derek Jeter,  Manny Pacquiao, Peyton Manning, Floyd Maywheater, Rafael Nadal, Michael Phelps, Usain Bolt, Michael Schumacher, Lewis Hamilton, Valentino Rossi, son sólo algunos de los nombres que pudiesen estar entre los opcionados al mejor deportista de este último siglo.  Probablemente, todos ellos de una u otra forma pudiesen ser considerados el mejor de estos 18 años.

¿Qué tiene Federer que lo hace tan diferente?

Primero, se debe resaltar la vigencia que a lo largo del tiempo el deportista ha conservado, pues desde 1998, cuando hizo su debut, hasta la actualidad, ha exhibido una competitividad y regularidad en el tiempo que no todos logran mantener.

Segundo, se dice fácil, pero son 36 años, prácticamente toda una vida dedica al  tenis. En los que evidentemente ha conseguido satisfacciones económicas y todo el cariño de su gente. Adicionalmente, su edad representa las jornadas de entrenamiento, lesiones y momentos personales. Más allá de lo que significan todas estas condiciones para atleta, Federer ha logrado conservar su grandeza e imponerse en una disciplina altamente competitiva en la que constantemente surgen nuevos talentos.

Por ahora, sólo queda seguir admirando a “su majestad,”, mientras siga dentro de las canchas de juego. También, debemos ser conscientes de que  estamos viviendo en la misma época de un hombre extraordinario, acreedor de miles de trofeos, records, halagos.

Es más, estamos presenciando la vida de un ser humano intachable, que en 20 años de carrera nunca ha tenido un solo escándalo ni una conducta antideportiva dentro de las canchas, razón que lo llevan a ser un verdadero ejemplo del deporte y la sociedad.

LatinAmerican Post | Freddy González
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