Teófilo Gutiérrez: ¿el futbolista más controversial?
El jugador de fútbol se ha visto envuelto en otra polémica extradeportiva
Después de huir de uno de sus equipos, hacer comentarios sarcásticos a los periodistas y empuñar una pistola de paintball en los casilleros, Gutiérrez se encuentra otra vez en una posición comprometedora.
El periódico paraguayo Al Día ha reportado que la estrella de Atlético Junior ha sido acusado de intentar seducir la esposa de su compañero de equipo antes del partido de semifinal de la Copa Sudamericana contra Flamengo, partido en el cual Gutiérrez marcó el único gol de Atlético en la derrota dos a uno contra el equipo brasileño. El otro delantero, Roberto Ovelar, ha mostrado un audio que del teléfono móvil de su esposa, evidenciando el intento de seducción. En lugar de confrontar a Gutiérrez, quien tiene un fuerte temperamento bien conocido, habló con el presidente del equipo.
La situación aparentemente ha sido resuelta. Ovelar saldrá del equipo cuando su contrato expira en diciembre. Por ahora, Gutiérrez es simplemente demasiado talentoso para dejarlo ir, pero su talento viene con un elevado precio.
Después de marcar en el primer partido de la fase de grupos de la Copa Mundial 2014, pareció haber habido un cambio. Su forma de jugar era tan buena como siempre, y su comportamiento había mejorado. Gutiérrez reemplazó al lesionado Radamel Falcao en el equipo colombiano, y llevando la camiseta número nueve, cumplió su sueño de la niñez marcando para su país en el escenario más grande del fútbol. “Para mí fue un debut soñado, porque un gol no se anota todos los días,” dijo Gutiérrez a FIFA.com despues del partido. “Y menos en un Mundial.” Su gran desempeño en la copa mundial le ganó el premio Futbolista del Año en Sudamérica de 2014. Este fue sin lugar a dudas el mayor destaque, en lo ha sido una carrera turbulenta para uno de los futbolistas más famosos y polémicos de Colombia.
Nacido en un barrio humilde de Barranquilla – una ciudad en el norte de Colombia – Gutiérrez empezó a jugar para el equipo local a la edad de 19. En Barranquilla F.C., Gutiérrez anotó 16 goles en 40 partidos. Este impresionante récord de anotaciones le ganó una promoción al equipo de primera división, Atlético Junior, para la siguiente temporada.
Pasó dos años en Atlético Junior, anotando 42 goles en 75 partidos y ganando la Bota de Oro en la temporada 2009. Más notoriamente, Gutiérrez también acumuló 20 tarjetas amarillas y una tarjeta roja, promediando una tarjeta cada tres partidos. Sin embargo, su producción de goles eclipsó su temperamento, al menos hasta ese momento, y le ganó una transferencia de $4,5 millones a Trabzonspor en la primera división de Turquía. Desde ahí comenzaron los problemas más serios.
Gutiérrez nunca se estableció en Turquía. Tuvo problemas ajustándose a un nuevo país además de un nuevo estilo de juego. Tuvo dificultades para ser titular en su primer temporada, pero comenzó a jugar más a menudo en la segunda. Anotó 8 goles en 16 partidos en la primera división, e incluso anotó tres goles a su rival Bursaspor en la Supercopa de Turquía en 2010. También anotó contra Liverpool en un partido de La Liga Europa. Su actuación no fue para nada mala.
A pesar de todo esto, no era feliz en el club y simplemente se fue, y volvió a Colombia sin el permiso de su Director Técnico ni Trabzonspor. Después de que el equipo finalmente logró contactarlo, Gutiérrez afirmó estar enfermo. Los doctores del equipo no habían encontrado nada malo en su salud. Desconcertado por sus actos, Trabzonspor lo multó con una cantidad exorbitante de dinero para recuperar algo del costo del traspaso que había pagado por él. Luego lo vendió a Racing Club, un equipo de primera división de Argentina. Gutiérrez había durado sólo 387 días con el equipo turco.
Gutiérrez volvió a América del Sur y tuvo una rápida mejoría en su actuación. Anotó 22 goles en 40 partidos con Racing Club. Sin embargo, su comportamiento siguió siendo tan malo como siempre. En los primeros 15 partidos de la Apertura de Argentina, recibió cinco tarjetas amarillas y dos tarjetas rojas. Su récord de anotaciones era constantemente eclipsado por incidentes tanto dentro como fuera de la cancha. A fines del 2011, estuvo envuelto en una confrontación con el arquero no titular. Mauro Dobler lo confrontó por marcar imprudentemente durante un ejercicio de entrenamiento; Gutiérrez le respondió yéndose a los puños. Otro jugador tuvo que separarlos. “No fui con la intención de lastimarlo, pero el creyó que lo hice. Le puede pasar a cualquiera”, dijo Gutiérrez en respuesta al incidente. “No me arrepiento de nada”.
Luego hubo un partido clave entre Racing Club y Boca Juniors. Potencialmente se jugaba un título. Gutiérrez fue expulsado después de discutir con el árbitro sobre lo que creía que era un penal. Antes de dejar la cancha, Gutiérrez le hizo gestos obscenos a los fans de Boca Juniors. La policía tuvo que entrar a la cancha para escoltarlo a los casilleros. Poco después, Gutierrez se rehusó a viajar para jugar un partido de visitante en contra de San Martín y le dijo entonces a un periodista que pasaba sus semanas “relajándome con mi familia y contando cuánto dinero hay”. Esto no causó una buena impresión a los fans del club y Gutiérrez perdía aliados en el club.
Sin embargo, la gota que derramó el vaso aconteció en 2012. Fue en otro partido muy importante contra Independiente y había mucha tensión. “Si viera a [Gutiérrez] por la calle, pelearía con él mano a mano,” un defensa de Independiente le dijo a la prensa antes del partido. “Tan pronto como Teo anote un gol contra nosotros, romperé su pierna,” otro jugador de Independiente dijo. Tales declaraciones a la prensa son muy raras. Gutiérrez anotó el único gol de Racing Club en la derrota cuatro a uno y su pierna no fue rota. Sin embargo, aún se las arregló para ser expulsado por gritar una obscenidad al árbitro.
Él aseguró no haber dicho una obscenidad, sino que dijo una palabra diferente que es muy similar en pronunciación (Para ser justos, la única diferencia entre las dos palabras es reemplazar una “r” por una “g” en la tercera letra). De todas maneras el problema empezó en los casilleros después del partido. Sus compañeros de equipo intentaron reprender a Gutiérrez, culpándolo por lo que fue una derrota vergonzosa para los potenciales ganadores del título. Los puños comenzaron. Durante la pelea, Gutiérrez fue a su casillero y empuñó un arma a sus compañeros de equipo.
Resultó ser un arma de paintball, pero en el momento nadie lo sabía. Después del incidente, sus compañeros de equipo evitaron a Gutiérrez, incluso negándose a compartir el bus del equipo con él. ¿Quién puede culparlos?. “Vamos a buscar una salida de mutuo acuerdo, pero [Gutiérrez] no va a jugar para Racing Club otra vez,” un vocero del equipo le dijo a Reuters después de que el incidente fuese reportado por los medios locales.”La gente está cansada de la actitud de Teo”.
Gutiérrez fue en préstamo a Lanús, otro equipo argentino, con una opción para que Lanús pueda comprarlo al final de la temporada. Él hizo solo dos apariciones con el equipo, pero aún se las arregló para anotar un gol. Nadie ha dudado jamás de su calidad. Fue su comportamiento lo que se interpuso nuevamente. Él inmediatamente se hizo odiar asistiendo a ver un partido del equipo llevando la camiseta de otro equipo (River Plate); algo inaceptable en todos los deportes. Antes de poner un pie en la cancha, puso a sus compañeros y fans del equipo en su contra.
Quizás el percibir esto lo llevó a su próximo acto escandaloso. Durante el receso (en el cual los equipos nacionales juegan) mintió a la dirección de Lanús y se fue a Colombia bajo el pretexto de que jugaría para su equipo nacional. Dándose cuenta de ésto, su contrato fue inmediatamente rescindido. Ésto dejó a Racing Club luchando para conseguir un nuevo equipo. Todos decidieron que una vuelta a Atlético Junior en Colombia sería lo mejor.
Su vuelta al equipo de su ciudad le hizo algo de bien a Gutiérrez. Anotó cinco goles en 18 partidos y su comportamiento mejoró. Solo recibió seis tarjetas amarillas y una roja. El rebelde Colombiano se cambió a algunos equipos después que su contrato con Atlético Junior terminó. Fue a Cruz Azul en México donde su comportamiento siguió mejorando, pero su desempeño empeoró. Solo marcó seis goles en 21 partidos.
Gutiérrez jugó una sola temporada con el equipo mexicano, antes de que lo vendieran a River Plate. Como Gutiérrez casi siempre logra hacer, enfureció a los dirigentes de Cruz Azul haciendo públicos sus deseos de dejar el equipo. Esto ocurrió justo después de que dijera que quería quedarse en el equipo. Las propuestas del Director Técnico de River Plate no ayudaron a la situación.
Entonces Gutiérrez cumplió su sueño de jugar para el equipo del cual fue hincha toda su vida. Sin embargo no era tan simple. River Plate originalmente no pudo pagar los US$ 3 millones que Cruz Azul pedía por él y Gutiérrez tuvo que retornar al equipo mexicano. Era obvio que nada bueno saldría de esta situación y milagrosamente, FIFA intervino. Entonces Gutiérrez se volvió un jugador de River Plate.
Gutiérrez parecía estar reavivando su carrera en River Plate. Anotó 22 goles en 47 partidos y ayudó al equipo para ganar la Primera División. También ayudó a asegurar una Copa Sudamericana y una Copa Libertadores en años sucesivos para el equipo argentino. Las cosas iban bien. Su resurgimiento despertó interés en Europa y le ganó traspaso al equipo portugués Sporting CP. Había habido también interés del Tottenham Hotspur en la Primera División de Inglaterra, pero el traspaso nunca ocurrió por el pasado de Gutiérrez. “Es un poco testarudo y uno se pregunta si entra dentro de la categoría ‘no exportar fuera de Sudamérica’, dijo Tim Vickery, un experto en fútbol sudamericano, al popular programa de la BBC, TalkSport. “Personalmente creo que hay más cosas en contra que a favor.”
Como siempre hace, Gutiérrez anotó goles en Portugal también. Hizo 11 goles en 23 partidos, pero fue su mal comportamiento lo que dominó los titulares. Después de anotar el tercer gol de Sporting contra el equipo turco Besiktas en la fase de grupos de la Liga Europa, Gutiérrez se acercó al árbitro y le robó el aerosol. Los árbitros utilizan este aerosol para marcar los puntos de tiro libre. Gutiérrez procedió a usar todo el aerosol para dibujar un símbolo ilegible en el pasto antes de devolverlo. Esta celebración le valió una tarjeta amarilla.
Este y otros incidentes terminaron su tiempo en Portugal y Gutiérrez se fue en préstamo al equipo argentino Rosario Central. Después de empeorar su performance allí, finalmente volvió a Atlético Junior.
Gutiérrez no ha estado en su mejor momento para el equipo de su ciudad, pero al menos hasta recientemente su comportamiento había mejorado. Sin embargo, ahora se encuentra nuevamente envuelto en una controversia. A los 32, sus mejores años están ciertamente detrás y sus habilidades en el terreno de juego pronto no compensarán su mal comportamiento fuera de la cancha.
Juan Román Riquelme, durante mucho tiempo considerado el mejor futbolista de su generación en Argentina, calificó a Gutiérrez como el mejor jugador de Sudamérica en 2011. Un gran elogio teniendo en cuenta que Neymar, con 19 años, recién había anotado 42 goles en 60 partidos para Santos, ganando el Campeonato Brasileño Série A.
Desafortunadamente para sus fans, compañeros de equipo y entrenadores, Gutiérrez no ha vivido a la altura de estos elogios. Es probable que sea recordado por algunas de sus apariciones en la cancha, pero nunca será olvidado por los incidentes fuera de ella.
Latin American Post | Daniel Dawson
Copy edited by Laura Rocha Rueda