ECONOMÍA

5 problemas con las comandas que puede resolver un sistema de facturación para restaurantes

Los restaurantes, que antes le daban una libreta y una pluma a los meseros para que anotaran los pedidos, ahora están explorando otros métodos más modernos que agilicen la atención en las mesas, especialmente, durante esos días en los que la gente llega sin parar y espera ser atendida ya.

Los sistemas POS, en particular, han estado ganando popularidad debido a su eficiencia para gestionar las comandas; de hecho, los negocios que se animan a probarlo, experimentan un incremento en la satisfacción de los clientes, quienes reciben sus alimentos y bebidas bajo las especificaciones indicadas.

Puntualmente, ¿qué tipo de problemáticas resuelven este tipo de software y por qué hay cada vez más lugares que lo utilizan? Lo sabrás a continuación.

Un “teléfono descompuesto” con cocina y barra

Una de las razones por las que se suscitan retrasos, es por la falta de coordinación entre las estaciones del restaurante y, en muchas ocasiones, por la entrega física de pedidos. Pensemos en la siguiente situación: en cocina ya se concluyó el plato, pero en barra, ni siquiera han comenzado a preparar la bebida. Como comensal, ¿qué harías?

Aunque es entendible que al mesero se le haya olvidado entregar la orden en la estación correspondiente, los minutos seguirán pasando, y los usuarios continuarán esperando (si es que así lo deciden).

La implementación de un sistema POS para restaurantes resuelve percances así, por ejemplo, gracias a funcionalidades como la impresión de comandas de manera automática en el área a la que le corresponde prepararla, algo útil para que la comunicación entre el personal se mantenga clara en todo momento y el servicio sea más coordinado.

Seguimiento nulo

En el ajetreo diario de un negocio que opera con procesos manuales, es normal que se desconozca quién toma las órdenes, la hora en la que se ingresan y se imprimen; sin embargo, ¿quién se hace responsable de los problemas que surjan?

La mejor parte de integrar tecnología especializada es que lo registra todo a través de un panel de control: tanto la persona que metió el pedido, como la hora y el resto del historial del mismo para que el administrador, en caso de que se reporte un error, sepa qué fue lo que pasó sin necesidad de escuchar las distintas versiones del equipo.

Un sistema de facturación para restaurantes, incluso, permite detectar ciertos patrones, como demoras, o bien, meseros que requieren un pequeño refuerzo en capacitación, un plus muy valorado para atender áreas de oportunidad con los empleados.

Modificadores mal aplicados

Imagina esto: un comensal pide una hamburguesa sin cebolla, con queso adicional y término medio; sin embargo, lo que llega es diferente. Las comandas con modificadores (instrucciones que personalizan cada plato) que se escriben en papel corren un alto riesgo de ilegibilidad que solo un POS tiene la capacidad de erradicar.

La razón es simple: dichos software, ya ofrecen la opción de crear modificadores configurables para cada producto, lo cual facilita el trabajo de los meseros y de las personas en cocina, ya que no deben batallar para entenderse mutuamente.

Cierre de cuenta manual

Pasar una orden de la libreta al sistema de facturación es una cosa poco práctica y que deja la puerta abierta para una serie de riesgos, como una digitación errónea o el cobro de productos de más o menos. Y sí, es probable que el personal ya esté habituado a hacerlo todos los días, pero, ¿hasta qué punto es válido que cada venta dependa de su concentración?

Al reemplazar dicha práctica con un programa POS, es posible unificar comandas y facturación para que nadie se tenga que preocupar de ninguna de las situaciones arriba mencionadas: la orden se ingresa una sola vez, se cobra desde la misma plataforma y los datos se reflejan de forma inmediata en el reporte diario.

Así de sencillo se libera tiempo para otras tareas que mejoren la reputación del establecimiento y lo encaminen hacia un crecimiento estable, como la atención al cliente, rotación de mesas o el control de inventario.

Toma de decisiones a ciegas

Aunque los administradores se esfuercen por estar al pendiente de lo que pasa en el restaurante, proporcionarles un POS con el que hagan mancuerna, les permitirá saber cuántas mesas están activas o cuál es el volumen de órdenes en cocina para que, a partir de dicha información, su capacidad de respuesta sea veloz e impida que se formen los indeseables cuellos de botella.

Lo positivo de dichas soluciones es que se encargan de centralizar la operación desde una sola interfaz y se pueda monitorear el estado actual del servicio con datos reales, no con suposiciones derivadas de una supervisión visual.

¡Renuncia al papel!

Si tu negocio se está enfrentando a problemas como los aquí abordados, entonces haz la prueba de adoptar un sistema diseñado POS como el de Siigo, el cual ofrece todas las funcionalidades explicadas en la nota.

Esta herramienta le pone punto final a las tareas que le siguen robando tiempo a tu equipo, aunque esa no es su única ventaja, también:

  • Realiza emisión automática de tirillas CUFE y códigos QR en cada factura, de acuerdo con la normativa DIAN.
  • Te da un control de los saldos en tiempo real, con alertas de desabastecimiento y actualización instantánea tras cada venta.
  • Funciona en computadora o tablet.

Dale la oportunidad a tu restaurante de trabajar con una mejor eficiencia.

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