Chile lidera América Latina en competitividad a pesar de los desafíos económicos
A pesar de los reveses económicos, Chile sigue siendo el primer país latinoamericano en el Ranking Mundial de Competitividad. La mejora de la eficiencia gubernamental de la nación compensa las caídas en el desempeño económico, destacando tendencias más amplias en la competitividad latinoamericana.
Chile volvió a consolidar su posición como el país más competitivo de América Latina, ubicándose en el puesto 44 a nivel global según el World Competitiveness Ranking (WCR) del Institute for Management Development (IMD). A pesar de una disminución en el desempeño económico, las mejoras en la eficiencia del gobierno han ayudado a mantener su estatus por delante de sus pares regionales México y Colombia.
El informe anual, publicado en Lausana, Suiza, destaca la caída del desempeño económico de Chile del puesto 52 al 55. Esta caída se atribuye a caídas en subindicadores como el comercio internacional (63.º), el empleo (59.º) y los precios (24.º). Sin embargo, un ligero aumento en la eficiencia del gobierno, subiendo dos posiciones, ha mitigado estos desafíos económicos. Chile también experimentó ganancias en eficiencia empresarial e infraestructura, con mejoras notables en infraestructura financiera y tecnológica (31.º) e infraestructura básica (34.º).
Si bien Chile lidera en América Latina, México y Colombia le siguen de cerca, ocupando los puestos 56 y 57, respectivamente. Ambos países enfrentan desafíos y oportunidades únicos que influyen en sus posiciones en la RGC.
Las fortalezas competitivas de México residen en el tamaño de su mercado y su economía diversificada, pero necesita ayuda con la seguridad pública, la corrupción y las ineficiencias burocráticas. Estos factores han obstaculizado significativamente su capacidad para mejorar su clasificación de competitividad. El país ha logrado avances en infraestructura y transformación digital, pero los problemas persistentes en materia de gobernanza y seguridad siguen planteando barreras importantes.
Por el contrario, Colombia muestra potencial en innovación y emprendimiento, pero se ve obstaculizada por la inestabilidad política y las preocupaciones de seguridad. El país ha invertido en infraestructura y educación, contribuyendo a modestas mejoras en la competitividad. Sin embargo, al igual que México, Colombia debe abordar cuestiones profundamente arraigadas como la corrupción y la violencia para mejorar su posición global.
Contexto latinoamericano más amplio
La competitividad de los países latinoamericanos suele verse influenciada por una combinación de factores económicos, políticos y sociales. La región enfrenta desafíos comunes, incluida la corrupción, la inestabilidad política y la volatilidad económica, que pueden socavar los esfuerzos para mejorar la competitividad.
En el contexto latinoamericano más amplio, países como Brasil y Argentina han luchado contra crisis económicas y agitación política, que han afectado su competitividad. A pesar de su gran economía, Brasil enfrenta importantes desafíos en materia de gobernanza y eficiencia del sector público. Azotada por la inestabilidad financiera y la alta inflación, Argentina continúa luchando por mantener una ventaja competitiva en el mercado global.
Otras economías emergentes de la región, como Perú y Uruguay, han mejorado la eficiencia empresarial y la preparación tecnológica. Sin embargo, los desafíos en diferentes ámbitos, como la gobernanza pública y los marcos regulatorios, a menudo contrarrestan estos logros.
Arturo Bris, director del Centro de Competitividad Mundial IMD, enfatizó la importancia de la adaptabilidad y la sostenibilidad para la competitividad futura. “Creemos que las economías más competitivas del futuro serán aquellas capaces de anticiparse y adaptarse a este contexto global cambiante y al mismo tiempo crear valor y bienestar para sus ciudadanos”, afirmó Bris. Esta visión incluye la transición hacia una economía circular y baja en carbono, la integración de los mercados emergentes y el rápido ritmo de la transformación digital.
El enfoque de Chile en reformar su sistema político para reducir la fragmentación y mejorar la gobernabilidad es un paso en la dirección correcta. Los esfuerzos por minimizar la inseguridad jurídica y aumentar la inversión a través de nuevas tecnologías e inteligencia artificial son fundamentales para mantener y mejorar su posición competitiva.
Mejorar la seguridad pública y reducir la corrupción es primordial para México. El país también debe seguir invirtiendo en infraestructura digital y educación para aprovechar su gran mercado y su diversidad económica.
Colombia, de manera similar, necesita abordar la inestabilidad política y las preocupaciones de seguridad. Fortalecer su ecosistema de innovación y mejorar la gobernanza pública puede ayudar a desbloquear su potencial e impulsar su competitividad en el escenario global.
El panorama competitivo de América Latina
El panorama competitivo en América Latina es complejo y multifacético, y cada país enfrenta desafíos y oportunidades únicos. La posición de Chile como líder regional en competitividad subraya la importancia de un desarrollo equilibrado en las dimensiones económica, gubernamental y de infraestructura.
Para que América Latina mejore su competitividad global, los países deben centrarse en reformas integrales que aborden cuestiones sistémicas y oportunidades emergentes. Adoptar la innovación, garantizar la transparencia en la gobernanza y fomentar el desarrollo sostenible son pasos cruciales para lograr este objetivo.
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A medida que la región evoluciona, las lecciones aprendidas de los éxitos y reveses de países como Chile, México y Colombia pueden proporcionar conocimientos valiosos para los formuladores de políticas y los líderes empresariales. Al trabajar por una América Latina más integrada y competitiva, la región puede navegar mejor las complejidades de la economía global y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.