ECONOMÍA

El ‘desastroso’ salario mínimo de Colombia está truncando su desarrollo

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Christopher Pissarides, ganador del premio Nobel de economía, enfatizó en la necesidad de una reforma laboral en Colombia, empezando con el salario mínimo

Persona sacando dos billetes colombianos de su billetera frente a un computador

En Colombia, el salario mínimo legal ronda los $828.000 pesos colombianos, unos $260 dólares. Aunque para muchos de quienes lo reciben, la cifra parece ínfima, para Christopher Pissarides, quien recibió el premio Nobel de economía por su trabajo en los mercados laborales, es uno de los principales obstáculos para el desarrollo del país.

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En el marco de la cumbre Bancaria en la ciudad de Cartagena, Pissarides tomó el escenario para reflexionar acerca de la economía colombiana. Según su análisis, el principal reto que enfrenta la economía colombiana se encuentra en el mercado laboral. La lucha contra el desempleo y la informalidad deben ser, según el economista nacido en Chipre, las prioridades del gobierno hacia el futuro y, para ganar la lucha, él recomienda reducir el ‘desastrosamente alto’ salario mínimo.

El salario mínimo en América Latina

El salario mínimo en Colombia ocupa el puesto número 13 entre los más altos de América Latina. Delante de Colombia se encuentra Brasil, cuyo salario mínimo es apenas un dólar más alto.

El salario mínimo más alto de la región lo ostenta Costa Rica con $530 dólares, aunque según la ley, éste varía de acuerdo con la ocupación que desempeñe quien merece el salario. A Costa Rica le siguen Chile y Uruguay, en dónde la remuneración mínima mensual es de $443 y de $426 respectivamente.

Por encima de Colombia también se encuentran: Panamá ($265), Perú ($282), Bolivia ($307), Honduras ($383) y Ecuador ($394).

Mientras tanto, el salario mínimo más bajo de la región se encuentra en Venezuela, dónde apenas alcanza el equivalente a $6 dólares. Por encima de Venezuela, también en los últimos puestos, se encuentran Cuba ($29) y Haití ($70).

¿Cuáles son los argumentos para reducir el salario mínimo en Colombia?

Pissarides no es el primero en sugerir una reducción drástica del salario mínimo en Colombia. El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, también hizo hincapié en la necesidad de disminuirlo, categorizándolo de ‘ridículamente alto’.

Para Pissarides, el punto en el que se encuentra el salario mínimo es uno de los principales promotores de la informalidad, pues desestimula la contratación legal y promueve mecanismos como la contratación por prestación de servicios o completamente extralegal, así como el desempleo.

En lo que va del año, el desempleo en Colombia ha alcanzado niveles a los que no llegaba desde el 2012, abarcando un 10,3% de la fuerza de trabajo en abril a pesar de un aceleramiento del crecimiento económico.

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“Fue una terrible y desastrosa política para Colombia aumentar el salario mínimo por encima de lo que aumentó la productividad”, aseguró Pissarides, quien se desempeña como docente en el London School of Economics.

Una forma de medir la productividad es mediante el PIB por hora trabajada, que muestra cuánto valor crea para la economía cada hora de trabajo. En este rubro, Colombia ocupa el puesto 55 a nivel mundial, con un PIB por hora trabajada de $11,26. Noruega lidera este ranking con una cifra de $75,08, mientras que en Latinoamérica lidera Chile con $19,55.

Puntualmente, argumenta que es necesaria una reducción en el salario mínimo que permita que los nuevos miembros de la fuerza de trabajo, muchos de los cuales son migrantes venezolanos, ingresen al empleo formal.

¿Cuáles son los obstáculos a reducir el salario mínimo?

Durante los últimos 10 años el salario mínimo en Colombia ha crecido entre 4 y 7% anualmente, mientras que en el primer año de la presidencia de Iván Duque, aumentó un 6%, casi el doble de la inflación registrada para ese año que fue del 3,1%. Con una tendencia tan fuerte y duradera al alza, manejar las expectativas con respecto al salario mínimo es uno de los más grandes obstáculos para una potencial reducción.

Ciertamente, una propuesta para reducirlo traería consigo un costo político altísimo para quien la respalde, lo que ha llevado a que los políticos dejen el tema por fuera de su agenda. Es por esto que Pissarides sugiere que el gobierno debe "morder la bala", o asumir el golpe de impopularidad, por lo que el considera el bien general de la economía.

Otro problema con una posible reducción del salario mínimo tiene que ver con el efecto que podría tener sobre la informalidad. A causa de la alta informalidad laboral en el país, que es del 47,7% de la fuerza laboral según el DANE (Departamento Nacional de Estadística de Colombia), en muchos trabajos e industrias prevalecen las formas irregulares de pago, ya sea por comisión o a 'destajo' (o relativo a cuánto se produzca). Esto significa que para industrias como la agrícola, en la que se paga a 'destajo', la figura del salario mínimo jamás ha sido reconocida puesto que no satisface las necesidades del empleador.

La informalidad también permite que se contrate trabajadores por hora o por día, una práctica común en Colombia. Según Camilo Herrera, fundador de la empresa de análisis de mercados y consumo RADDAR, entrevistado por la revista Dinero, muchos trabajadores acceden a ser contratados por estos medios para evitar tener que declarar renta. Puesto que la figura del salario mínimo en su forma actual no contempla la contratación por periodos inferiores a un mes, su reducción podría tener efectos límitados sobre una parte importante del mercado laboral.

 

LatinAmerican Post | Pedro Bernal

Copy edited by Juliana Suárez

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