John Taylor acabaría con la democracia en la Reserva Federal
Conozca sobre el macroeconomista más disruptivo de nuestros días
Donald Trump decidirá en febrero de 2018 quién será el nuevo director de la Reserva Federal, el Banco Central de Estados Unidos. Ante las constantes quejas por parte del bando republicano, en el comité bancario del senado norteamericano, la reelección de Janet Yellen no parece viable. Otorgándole el favoritismo al economista de Stanford, John Taylor.
John Taylor tiene 70 años y nació en Nueva York; el sabido republicano obtuvo su pregrado en Stanford y sus estudios de especialización en Princeton. Todos sus enfoques universitarios han sido en economía.
El seguidor de la escuela neo-keynesiana es famoso entre los economistas por “el principio de Taylor”, una fórmula para calcular la tasa de interés nominal objetivo de corto plazo o tasa de interés de fondos federales; la tasa a la que los bancos se piden prestado entre ellos.
La ecuación de Taylor es un procedimiento elegante por su sencillez y cuya aplicación habría evitado la crisis de 2008. John Taylor considera que la sola aplicación de su ecuación es suficiente para dictar la política monetaria, contrariando al actual procedimiento de votación democrática que se da en el comité de mercado abierto de la Reserva Federal.
La fórmula de Taylor
El Banco Central de cualquier país tiene como objetivo regular la cantidad de dinero en la economía de dicha nación y su costo. El Banco Central presta dinero a los financieros descentralizados con el objetivo que estos presten dinero a particulares.
Un banco descentralizado toma los depósitos de un cliente y se los presta a un mayor costo a otro, de esta manera la institución obtiene ganancias. Sin embargo, un agente financiero no puede prestar todo el dinero que le es depositado, pues este está obligado a responder a la demanda por efectivo de sus clientes
Al final del día, los bancos han realizado un número de transacciones. Con el objetivo de operar al día siguiente, cada banco descentralizado debe consignar en la Reserva Federal sus excedentes de efectivo o encaje.
Cuando un banco no tiene sus reservas completas, debe pedir dinero prestado a otro banco y este le prestará con la tasa de interés de fondos federales. Dicha tasa es fundamental para el desarrollo de la economía.
Si la inflación es muy alta y el producto está por encima de los niveles que tendría bajo situación de pleno empleo, se recomendaría una política monetaria estricta, es decir aumentar las tasas. Si la inflación es baja y el producto está por debajo del nivel de pleno empleo, se debería bajar las tasas. Las ponderaciones saldrían del equilibrio bajo estanflación.
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Es así como en febrero de 2018 se podría convertir en el año en el que la democracia dejaría de reinar en la Reserva Federal y se reemplazaría por la aplicación sistemática de la Ley de Taylor y sus extensiones.
Latin American Post | David Eduardo Rodríguez Acevedo
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