La audaz apuesta de Milei por las cero emisiones en medio de los desafíos económicos de Argentina
El plan del presidente Javier Milei para eliminar las emisiones monetarias tiene como objetivo frenar la inflación de Argentina y estabilizar el tipo de cambio. Esta ambiciosa medida enfrenta desafíos derivados de las bajas reservas de los bancos centrales y una economía que se recupera lentamente.
El presidente Javier Milei ha tomado una medida decisiva para detener las emisiones monetarias para hacer frente a la creciente inflación de Argentina y aliviar la presión cambiaria. Esta estrategia, parte de la “fase 2” del plan de estabilización económica anunciado a finales de junio, enfrenta obstáculos importantes, incluidas las limitadas reservas del Banco Central y una economía lenta.
La administración Milei ha detenido las emisiones monetarias, a las que culpa de la alta tasa de inflación del país del 271,5% en junio. El Banco Central ya había dejado de emitir moneda para financiar al Tesoro, cuyos gastos se desplomaron debido a la agresiva política fiscal de Milei. El Banco también se abstendrá de emitir pesos para comprar dólares en el mercado oficial. En cambio, los pesos emitidos serán “esterilizados” vendiendo una cantidad equivalente de dólares en el mercado cambiario financiero.
Esta política apunta al dólar de ‘contado con liquidación’ (CCL), un mercado donde los activos locales se compran con pesos y se venden por dólares en los EE.UU. Este mercado alternativo surgió debido a las estrictas regulaciones sobre el acceso a dólares en el mercado cambiario oficial, lo que llevó a una brecha significativa entre los tipos de cambio oficiales y financieros. Estas restricciones, conocidas localmente como ‘cepo cambiario’, han causado distorsiones económicas, y las fluctuaciones en los tipos de cambio alternativos se han traducido rápidamente en una mayor inflación.
Las estimaciones privadas sugieren que las reservas netas son negativas en 6.000 millones de dólares, lo que dificulta que el Banco Central intervenga eficazmente en el mercado cambiario. El tipo de cambio oficial se ajusta a un modesto 2% mensual, muy por debajo de la tasa de inflación, lo que genera una mayor presión sobre los mercados alternativos. Esta presión llevó a las autoridades a adoptar el nuevo esquema que, en su debut, redujo significativamente el valor del dólar CCL.
“La medida respondió a una brecha superior al 50% y a un mecanismo de esterilización del peso vía compras de reservas. Esto debería revaluar el peso debido a su nueva escasez. Sin embargo, la decisión no está exenta de riesgos: la actividad económica y las reservas tardarán más en recuperarse, ” afirmó el Banco CMF en un informe.
El Gobierno cree que esta “profundización del programa monetario contribuirá al proceso de desinflación” y reducirá la brecha cambiaria, facilitando una “eliminación ordenada de las restricciones cambiarias”.
Desafíos y opiniones de expertos
La decisión del gobierno de intervenir en el mercado de CCL refleja una falta de entrada de dólares y importantes salidas de capital por el balance energético. “No les quedó otra opción. Sin entradas de dólares y con salidas importantes, ahora intervienen en el CCL. Secarán el mercado de pesos, probablemente achicando la brecha y calmando la situación”, explicó a Efe Leonardo Piazza, director de LP Consulting .
Piazza cree que el enfoque de Milei para lograr un superávit fiscal y sanear el balance del Banco Central es “correcto”. Aún así, mientras tanto, el mercado y los exportadores exigen el levantamiento de los controles cambiarios y la acumulación de reservas. Esta tarea se vuelve más compleja con el nuevo esquema.
“Creo que el programa entró en una fase delicada con muchos elementos bien logrados. Aún así, el gobierno ahora necesita levantar los controles de cambio y, para hacerlo adecuadamente, necesita un nuevo acuerdo integral con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”. -observó Piazza-.
La lenta acumulación de reservas genera preocupaciones sobre cuándo Milei cumplirá su promesa de levantar el ‘cepo’ y la capacidad de Argentina para hacer frente a sus obligaciones de deuda soberana denominadas en dólares. Para disipar estas dudas, el gobierno anunció recientemente que el Tesoro compraría 1.600 millones de dólares del Banco Central para cubrir los intereses de los bonos que vencen en enero de 2025.
Impacto económico y perspectivas futuras
A pesar de estas medidas, los bonos denominados en dólares cayeron el lunes y la prima de riesgo de Argentina aumentó a 1.555 puntos básicos. Aún es necesario convencer a los mercados financieros de la capacidad del gobierno para estabilizar la economía y cumplir con sus obligaciones de deuda.
Las agresivas políticas fiscales de la administración Milei y su compromiso de poner fin a las emisiones monetarias son pasos audaces hacia la estabilización económica. Sin embargo, los desafíos son inmensos. Las reservas netas negativas del Banco Central limitan su capacidad para gestionar los tipos de cambio de manera eficaz, y la lenta recuperación de la economía complica los esfuerzos para levantar los controles cambiarios y crear reservas.
La estrategia del gobierno depende de reducir la brecha cambiaria, reducir la inflación y estabilizar el peso creando una escasez controlada de la moneda. Si bien estas medidas pueden proporcionar alivio a corto plazo, el éxito del plan a largo plazo depende de reformas económicas estructurales y de una mayor inversión extranjera.
La experiencia de Argentina pone de relieve el delicado equilibrio entre la política monetaria, la gestión del tipo de cambio y la estabilidad económica. Las luchas del país contra la inflación y la devaluación de la moneda no son únicas en América Latina, donde muchas naciones enfrentan problemas similares. La dinámica del mercado global, los precios de las materias primas y las decisiones de política interna a menudo influyen en la estabilidad económica de la región.
Un camino plagado de riesgos
La estrategia del presidente Javier Milei para frenar la inflación y estabilizar la economía argentina deteniendo las emisiones monetarias representa una apuesta importante. El impacto potencial de estas medidas en el futuro económico del país es sustancial. Las reservas limitadas y el lento ritmo de la recuperación económica presentan desafíos formidables, por lo que el resultado de este plan es un asunto de gran interés.
La capacidad del gobierno para afrontar estos desafíos e implementar reformas estructurales será fundamental para determinar el éxito del plan de estabilización económica de Milei. No se puede subestimar la importancia de la colaboración con instituciones financieras internacionales como el FMI y la atracción de inversión extranjera. Estos factores serán esenciales para acumular las reservas necesarias y lograr la estabilidad económica a largo plazo, proporcionando una sensación de esperanza y optimismo para el futuro.
A medida que Argentina avance con estos ambiciosos planes, las lecciones aprendidas y los resultados brindarán conocimientos valiosos para otros países latinoamericanos que enfrentan desafíos económicos similares. El futuro económico de la región depende no sólo de la implementación efectiva de políticas y la resiliencia de sus economías, sino también de la cooperación internacional y la capacidad de sortear las incertidumbres globales.
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Mientras tanto, los ojos del mundo siguen puestos en Argentina, observando cómo el país maneja esta compleja transición económica y si las audaces medidas de Milei allanarán el camino para un futuro más estable y próspero.