ECONOMÍA

La creciente demanda china de carne vacuna latinoamericana impacta la dinámica comercial

Según un estudio de la Universidad de Boston, las crecientes importaciones chinas de carne vacuna procedente de América Latina y el Caribe han remodelado la dinámica comercial, desplazando a los productos básicos tradicionales y planteando preocupaciones ambientales.

En 2023, por primera vez desde que China surgió como un socio comercial importante para las naciones de América Latina y el Caribe (ALC), la carne vacuna congelada se ubicó entre las cinco principales importaciones de la región a China, desplazando al cobre refinado. Un boletín económico reciente del Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston destacó este cambio significativo. El estudio reveló que las importaciones de carne vacuna de Brasil, Argentina y Uruguay a China se habían duplicado en volumen en los últimos cinco años y se habían quintuplicado en la última década. Actualmente, la región representa más de las tres cuartas partes de las importaciones de carne vacuna de China.

El año pasado, China importó 2.084 millones de toneladas de carne vacuna congelada de ALC, y la mayoría provino de Brasil (1.180 millones de toneladas), Argentina (524,7 millones de toneladas) y Uruguay (274 millones de toneladas). Esto marca un aumento significativo con respecto a los aproximadamente 256 millones de toneladas de hace una década, impulsado por numerosos acuerdos comerciales entre Beijing y los países de ALC. Sin embargo, este aumento de las importaciones ha generado preocupaciones sobre el posible impacto ambiental de las demandas agrícolas de China

Dinámica comercial cambiante

Investigadores de la Universidad de Boston observaron que el ascenso de la carne vacuna al quinto lugar entre las importaciones se debió en parte a la caída del precio del cobre refinado, que tradicionalmente ocupaba esta posición. En 2022, la producción de cobre en Chile, el mayor productor de metales del mundo, enfrentó desafíos debido a condiciones mineras más arduas, menores leyes del mineral y escasez de agua. Aunque la producción de cobre se ha recuperado desde entonces, la caída temporal permitió que las importaciones de carne vacuna subieran de rango.

Las importaciones de China desde la región siguen dominadas por minerales de transición sin procesar, como carbonato de litio, minerales de cobre y concentrados. Además, Beijing importa grandes volúmenes de soja, mineral de hierro, concentrados, petróleo crudo y cobre, principalmente de Brasil, Chile, Perú y Argentina. El fortalecimiento de las relaciones entre los gobiernos de ALC y China, evidenciado por un número récord de visitas presidenciales a Beijing en los últimos años, ha impulsado aún más el comercio. Sólo el año pasado, ocho presidentes regionales visitaron China, haciendo hincapié en la infraestructura, las exportaciones de productos básicos y las cadenas de suministro de energía renovable.

Durante las visitas de los presidentes de Brasil, Colombia y Uruguay el año pasado, las discusiones clave se centraron en la exportación de carne vacuna y minerales, particularmente metales de transición, a China. El estudio de la Universidad de Boston destacó que las importaciones chinas de carne vacuna desde ALC aumentaron dramáticamente en 2018, luego de la decisión de Beijing de aumentar los aranceles sobre las importaciones agrícolas estadounidenses en represalia por los aranceles de Washington sobre los productos chinos. Además, el brote de peste porcina africana en China en 2018 aumentó la demanda de carne vacuna importada de ALC.

Impactos ambientales y económicos

La soja sigue siendo la segunda mayor importación agrícola de China desde los países de ALC: Beijing compró 62 millones de toneladas el año pasado, predominantemente de Brasil. La soja es una fuente vital de alimento para la gran población porcina de China. Sin embargo, el rápido crecimiento de las exportaciones de soja y carne vacuna ha generado preocupaciones ambientales. El estudio de la Universidad de Boston señaló los riesgos de deforestación asociados con las exportaciones mundiales de carne vacuna de Brasil, siendo la demanda de China la exposición más significativa entre los socios comerciales de Brasil.

Rebecca Ray, investigadora principal del Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston y coautora del boletín económico China-LAC, enfatizó que gestionar estos riesgos ambientales y sociales requiere una colaboración significativa. El estudio señaló que las industrias cárnicas chinas han adoptado compromisos de deforestación cero para las compras de soja brasileña. Jun Lyu, presidente del gigante agrícola chino COFCO Corporation, pidió ampliar la Moratoria de la Soja (un acuerdo industrial para poner fin a las compras de soja del bioma amazónico) para incluir el Cerrado, la sabana tropical circundante de Brasil.

Evolución de la inversión y el comercio

El estudio de la Universidad de Boston también destacó la creciente importancia de las exportaciones de litio de ALC a China, impulsadas por la demanda global de baterías de iones de litio. Aunque todavía se comercializan a niveles relativamente bajos, las exportaciones de litio están aumentando rápidamente. Las importaciones chinas de carbonato de litio se quintuplicaron entre 2020 y 2023, a medida que China se posiciona para dominar las industrias de vehículos eléctricos y fabricación de baterías.

Las importantes inversiones chinas en proyectos de litio de ALC subrayan esta tendencia. Por ejemplo, Chengxin Lithium Group invirtió 823 millones de dólares en el proyecto de litio SDSA de Argentina, BYD invirtió 290 millones de dólares en una fábrica de cátodos de litio en Chile y Minerals and Metals Group (MMG) invirtió 350 millones de dólares para ampliar su mina de cobre Las Bambas en Perú. Además, las instituciones financieras de desarrollo (IFD) chinas asumieron 1.300 millones de dólares en nuevos compromisos en 2023, incluidos préstamos del Banco de Desarrollo de China al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil.

Rebecca Ray señaló que a medida que las empresas chinas adquieren experiencia operando en ALC, dependen menos de las IFD chinas y optan por inversiones directas o contratos de infraestructura. “Es poco probable que la financiación para el desarrollo recupere los niveles récord de sus años pico, 2009-2015”, afirmó Ray. Sin embargo, reconoció los riesgos ambientales y sociales actuales asociados con el comercio de carne vacuna y soja en América del Sur.

Fortalecimiento de las relaciones entre China y ALC

La profundización de las relaciones comerciales entre China y los países de ALC resalta la importancia estratégica de esta asociación. El número récord de visitas presidenciales a China subraya los beneficios mutuos y las prioridades compartidas. Estas visitas han facilitado debates sobre la mejora de la infraestructura, el impulso de las exportaciones de productos básicos y la ampliación de las cadenas de suministro de energía renovable.

La demanda agrícola de China, en particular de carne vacuna y soja, desempeña un papel crucial en la configuración de esta dinámica comercial. Sin embargo, como destacó el estudio de la Universidad de Boston, es esencial equilibrar el crecimiento económico con la sostenibilidad ambiental. Adoptar compromisos de deforestación cero y esfuerzos colaborativos para gestionar los riesgos de deforestación son pasos en la dirección correcta.

A medida que los países de ALC continúan atrayendo inversiones chinas, el enfoque en prácticas sostenibles se vuelve cada vez más importante. El rápido crecimiento de las exportaciones de litio a China enfatiza aún más la necesidad de prácticas mineras responsables y gestión ambiental. La colaboración entre empresas chinas y gobiernos de ALC puede sentar un precedente para prácticas comerciales sostenibles, beneficiando a ambas regiones económica y ambientalmente.

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La creciente demanda de China de carne vacuna latinoamericana y otros productos básicos marca un cambio significativo en la dinámica comercial con importantes implicaciones económicas y ambientales. El estudio de la Universidad de Boston subraya la importancia de gestionar estos cambios de manera responsable, garantizando que los mayores beneficios del comercio y la inversión no se produzcan a expensas de la sostenibilidad ambiental. Centrarse en prácticas sostenibles y esfuerzos de colaboración será crucial para dar forma a un futuro próspero y ambientalmente responsable a medida que China y los países de ALC continúen fortaleciendo sus vínculos económicos.

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