ECONOMÍA

Los desafíos económicos de Bolivia exigen acción urgente en 2025

Bolivia se prepara para celebrar 200 años de independencia en 2025 ‒ ¡un hito histórico! Sin embargo, el país enfrenta grandes problemas económicos: el alza de precios, la escasez de combustible y la falta de dólares. Los expertos advierten que, sin cambios significativos, resolver la crisis económica seguirá siendo un reto.


Un año difícil para la economía boliviana

En 2024, la economía de Bolivia enfrentó importantes desafíos, con un aumento de precios del 8,82% ‒ el más alto en una década ‒ y un déficit comercial de $329 millones en los primeros nueve meses. La escasez de combustible y el acceso limitado al dólar agravaron los problemas financieros.

Las largas filas de autos en las estaciones de servicio se convirtieron en una escena común, reflejando la dificultad del país para mantener el suministro de combustible. Al mismo tiempo, las restricciones en las transacciones en dólares llevaron a los críticos a acusar al gobierno de imponer un “congelamiento bancario” no declarado.

El presidente Luis Arce reconoció que 2024 fue el “año más difícil” para su administración, citando desafíos sociales, políticos y económicos. Sin embargo, afirmó que Bolivia creció con una “inflación moderada”, atribuyendo las dificultades a las condiciones financieras globales y las divisiones políticas internas dentro del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS).

Los conflictos internos en el MAS, especialmente entre la facción de Arce y la del expresidente Evo Morales, también contribuyeron a los problemas económicos. Los partidarios de Morales organizaron protestas ‒ que duraron 40 días ‒ con bloqueos de carreteras. Según estimaciones gubernamentales, las pérdidas superaron los $3 mil millones. Estas acciones provocaron desabastecimiento de alimentos y aumentos de precios, agravando la inflación.


Planes del gobierno y advertencias de los expertos

Arce se mantiene optimista sobre las perspectivas de Bolivia para 2025, pronosticando un crecimiento económico del 3,51%, una inflación del 7,5% y un déficit fiscal del -9,2%. Declaró que 2025 será “el año en que la estabilidad económica regrese”.

Pero los economistas no están tan seguros. Fernando Romero, un economista consultado por EFE, señaló que 2024 fue un año difícil, con un crecimiento económico muy lento. Indicó que el PIB del país aumentó un 6,1% en 2021, 3,6% en 2022 y 3,08% en 2023. Para 2024, el crecimiento reportado a mitad de año fue del 2,58%, y la cifra anual podría situarse entre 1,5% y 2%.

Romero atribuyó las dificultades económicas de Bolivia a la disminución de los ingresos por exportaciones de gas natural, que anteriormente sostenían la economía. Ante esta caída, el gobierno ha recurrido a un mayor endeudamiento público para financiar el gasto estatal.

Romero advirtió que este enfoque no es sostenible. “La economía boliviana está creciendo a un ritmo más lento y podría dirigirse hacia la estanflación ‒ una combinación de crecimiento económico lento y alta inflación,” señaló. Sin reformas estructurales, el país podría enfrentar un aumento del desempleo, una reducción de la inversión y un incremento de la pobreza.


¿Reformas estructurales o parálisis política?

Los expertos creen que Bolivia necesita realizar cambios importantes para superar sus problemas económicos. Entre las propuestas clave están la reducción del gasto público y una mayor colaboración con el sector privado para diseñar planes sostenibles.

Romero enfatizó que recortar el gasto gubernamental es esencial para lograr estabilidad a largo plazo. Sin embargo, estas medidas podrían ser impopulares, especialmente en un año electoral. En 2025, las divisiones políticas dentro del MAS y las próximas elecciones dificultarán la implementación de cambios fundamentales.

El gobierno también enfrentó obstáculos en la legislatura, donde los legisladores de la oposición bloquearon la aprobación de $1.200 millones en préstamos externos. Arce sostiene que estos fondos son vitales para proyectos de infraestructura y programas sociales.

Aunque se necesitan cambios importantes, los expertos consultados por EFE consideran que reconstruir la economía de Bolivia podría terminar siendo tarea del próximo gobierno.


El camino a seguir en 2025

Al iniciar 2025, el gobierno enfrenta el doble desafío de estabilizar la economía y abordar las profundas divisiones políticas del país. La administración de Arce debe equilibrar medidas inmediatas para aliviar la inflación y las escaseces con estrategias a largo plazo para reducir la dependencia de la deuda pública y diversificar las fuentes de ingresos.

Los expertos también argumentan que Bolivia debe enfrentar la disminución de las exportaciones de gas natural invirtiendo en energías renovables y otras industrias. Fortalecer la relación del país con el sector privado será crucial para impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo.

A pesar de las dificultades, Arce se muestra optimista y considera que 2025 marcará el inicio de una mejor situación financiera para Bolivia. Celebrar 200 años de independencia representa una oportunidad para unir al pueblo y generar confianza en la capacidad del gobierno para manejar tiempos difíciles.

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En 2025, Bolivia enfrentará serios problemas financieros que subrayan la necesidad urgente de realizar grandes cambios y lograr unidad política. Mientras el país celebra dos siglos de independencia, sus líderes tendrán que enfrentar la inflación, la deuda y el desorden social para encontrar un camino estable hacia el futuro. Las decisiones tomadas este año definirán el rumbo económico de Bolivia en los próximos años.

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