ECONOMÍA

Mascotas Abandonadas en Cuba Enfrentan una Crisis en Medio de Luchas Económicas

A medida que las dificultades económicas y la migración masiva se agravan en Cuba, el número de mascotas abandonadas ha aumentado. Los activistas por los derechos de los animales en la isla están intensificando sus esfuerzos para rescatar perros y gatos abandonados, pero la crisis sigue creciendo, poniendo a prueba los recursos y los refugios.

La creciente crisis de mascotas abandonadas

Pepa y Mami estuvieron entre los pocos afortunados. Estos perros, abandonados por sus dueños en medio de la crisis económica de Cuba, fueron rescatados por activistas de derechos animales. Se les dio comida, fueron esterilizados y finalmente encontraron nuevos hogares. Lamentablemente, muchas otras mascotas no han tenido tanta suerte. Son dejadas a vagar por las calles mientras sus dueños huyen de la isla o luchan por cuidarlas.

Los refugios de animales en La Habana están lidiando con un aumento significativo de mascotas abandonadas, principalmente gatos y perros, ya que Cuba enfrenta su peor recesión económica en décadas. El aumento en el abandono de mascotas coincide con una masiva ola de migración cubana, con cientos de miles abandonando el país. “Recibíamos una llamada telefónica de alguien pidiéndonos que cuidáramos de sus mascotas porque de repente están migrando y no saben qué hacer con ellas”, dijo Elizabeth Meade, fundadora de Adopciones por Amor, un refugio de animales en La Habana, en una entrevista con Associated Press (AP).

Este desgarrador dilema se desarrolla a medida que la crisis económica empeora, con muchos cubanos incapaces de costear los gastos de cuidar a sus mascotas o transportarlas cuando se van. Aunque el refugio de Meade ha encontrado hogares para unas 300 mascotas rescatadas en el último año, muchas fueron devueltas o desaparecieron cuando sus nuevos dueños también decidieron migrar. “Para estos animales, no siempre hay un final feliz”, dijo Meade a AP.

Migración masiva y su impacto en las mascotas

La crisis migratoria en Cuba ha alcanzado niveles sin precedentes. Entre octubre de 2021 y septiembre de 2024, las autoridades estadounidenses registraron más de 600,000 encuentros con migrantes cubanos. Este número es asombroso para una isla con poco más de 10 millones de habitantes. Además de aquellos que se dirigen a Estados Unidos, miles más han migrado a España y otros países de América Latina.

Para muchos cubanos, llevar a sus mascotas con ellos no es factible. Transportar un animal desde La Habana a Miami puede costar hasta $1,200, lo que incluye exámenes médicos y el vuelo. Desde septiembre de 2024, un nuevo requisito legal ha agregado $1,300 para procedimientos de cuarentena, lo que hace aún más difícil para los dueños de mascotas llevar a sus compañeros peludos. Como resultado, muchos se ven obligados a dejar atrás a sus mascotas, sin saber qué les sucederá.

“Los dueños de mascotas enfrentan una elección imposible. No pueden costear el costo del viaje para sus mascotas y no quieren abandonarlas, pero a menudo no tienen otras opciones”, dijo Meade a AP. A medida que más cubanos buscan mejores oportunidades en el extranjero, el número de mascotas abandonadas sigue aumentando, colocando una enorme presión sobre los refugios de animales y los grupos de rescate que intentan cuidarlas.

Dificultades económicas hacen insostenible la tenencia de mascotas

Para quienes permanecen en Cuba, la vida diaria se ha convertido en una batalla por la supervivencia. El producto interno bruto del país cayó un 2% en 2023, y la inflación se ha disparado, haciendo que los productos básicos, incluida la comida y el combustible, sean cada vez más escasos. Para muchos cubanos, cuidar de una mascota se ha convertido en un lujo que no pueden permitirse.

Según AP, mientras que el salario mensual promedio de un trabajador estatal en Cuba es de aproximadamente $21, el costo de una bolsa de 20 kilos de comida para perros importada puede llegar a $70. Una visita al veterinario cuesta el equivalente a $10, lo cual es prohibitivo para muchas familias. “Cuidar de las mascotas se ha vuelto económicamente insostenible para la mayoría de la gente”, dijo el entrenador de animales Leandro Valdés a AP. Valdés es el orgulloso dueño de Koffee, un perro rescatado que ha ganado fama viral en La Habana, recorriendo la ciudad en la parte trasera de la motocicleta de Valdés, completo con gafas y cinturón de seguridad.

Activistas por los animales como Valdés enfatizan que el abandono de mascotas es más que un problema económico; también es una cuestión de valores. “El aumento en la migración ha resultado en más mascotas siendo abandonadas”, explicó Valdés. “Hay una pérdida de valores que viene con el agravamiento de la crisis económica. La gente lucha por sobrevivir y, tristemente, las mascotas suelen ser las primeras en ser descuidadas.”

Activismo animal: una respuesta a la crisis

A pesar de los abrumadores desafíos, el activismo por los derechos de los animales ha florecido en Cuba, con grupos que dan un paso adelante para rescatar mascotas abandonadas y presionar por leyes más estrictas de bienestar animal. El movimiento ganó un impulso significativo en 2018 cuando la adopción generalizada de Internet y las redes sociales permitió a los activistas coordinar esfuerzos de manera más efectiva.

En 2021, los activistas celebraron una victoria significativa cuando el gobierno cubano aprobó una ley de bienestar animal largamente esperada. Esta legislación busca prevenir la crueldad animal y crear conciencia sobre la protección de los animales. También penaliza las peleas de perros y el sacrificio de animales para rituales religiosos, ambos temas que han sido controvertidos en el país. Sin embargo, los defensores de los animales argumentan que la ley no es suficiente para abordar el creciente problema del abandono de mascotas.

“El abandono es la peor forma de maltrato animal”, dijo Valdés a AP, destacando la necesidad de una aplicación más rigurosa de las leyes de bienestar animal. “Necesitamos más que solo leyes; necesitamos un cambio de mentalidad.” Valdés es entrenador y activista, trabajando junto a organizaciones para rescatar mascotas como Koffee y darles una segunda oportunidad.

Los refugios de adopción, como Adopciones por Amor de Meade, están a la vanguardia de esta batalla. Meade explicó a AP que su refugio depende en gran medida de donaciones y trabajo voluntario, ya que hay poco apoyo gubernamental para iniciativas de bienestar animal. Los voluntarios del refugio alimentan, esterilizan y cuidan a los animales hasta que encuentran un nuevo hogar. Sin embargo, el influjo de mascotas abandonadas ha abrumado a los refugios, haciendo difícil mantener el ritmo de la demanda de cuidado.

Un largo camino por delante para los animales abandonados de Cuba

Las luchas económicas y la migración masiva en Cuba han creado una tormenta perfecta para las mascotas abandonadas del país. Mientras que los activistas y refugios de animales están haciendo todo lo posible para ayudar, la magnitud de la crisis es abrumadora. Sin más apoyo—tanto del gobierno como del público—muchas mascotas continuarán siendo dejadas atrás, vagando por las calles en busca de comida y refugio.

La historia de Pepa y Mami puede tener un final feliz, pero para demasiados animales, el futuro sigue siendo incierto. Como dijo Meade a AP: “Hacemos lo que podemos, pero el problema es mucho más grande que nosotros. Necesitamos que más personas den un paso adelante y un cambio real.”

Los esfuerzos de los grupos de derechos de los animales e individuos como Valdés ofrecen esperanza, pero el camino hacia una solución sostenible para las mascotas de Cuba es largo y está plagado de desafíos. Mientras tanto, los activistas que trabajan incansablemente para rescatar y cuidar de estos animales están proporcionando un salvavidas a aquellos dejados atrás por la crisis.

Para las mascotas que encuentran su camino hacia refugios como Adopciones por Amor, hay al menos la posibilidad de una segunda oportunidad. Y para los activistas animales de Cuba, la lucha continúa—un perro, un gato, un rescate a la vez.

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