Netflix impulsa la economía de México, generando un aumento de mil millones de dólares
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El nuevo plan de Netflix para invertir mil millones de dólares en la producción de cine y televisión en México durante cuatro años está generando grandes expectativas. Con 20 series y películas por año, el servicio de streaming más grande del mundo tiene como objetivo transformar las industrias locales y la economía del país.
Un compromiso de mil millones de dólares con el crecimiento de México
Ted Sarandos, director ejecutivo de Netflix, anunció un plan de inversión de mil millones de dólares en un evento de prensa con la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum. Este gran movimiento marca un punto de inflexión para el sector audiovisual de México, que ha crecido tanto a nivel nacional como internacional durante la última década. El plan de Netflix de producir 20 series y películas anuales en el país muestra un interés mucho más profundo que el casual; sugiere una estrategia deliberada para aprovechar el ecosistema creativo en evolución de México.
La prometida inyección de fondos ayudará a que el mercado local de entretenimiento crezca aún más, posiblemente superando la contribución anual actual de tres mil millones de dólares que la industria audiovisual en general aporta al producto interno bruto (PIB) de México. Esta nueva inversión debería consolidar aún más a México como uno de los principales centros de producción de América Latina, reflejando cómo los gigantes del streaming buscan cada vez más mercados grandes y culturalmente ricos para contar historias frescas y dar espacio a voces creativas. Con una población de más de 120 millones de personas y una tradición cinematográfica floreciente, México ofrece el entorno perfecto para producir telenovelas, películas, documentales y otros contenidos que resuenen a nivel mundial.
Los líderes económicos de México han aplaudido la iniciativa de Netflix. Netflix impulsa el flujo de efectivo de inmediato, expandiendo sectores clave: productoras locales, alquileres de equipos especializados, estudios de postproducción, además de programas de capacitación de talento. Mientras que Hollywood aún enfrenta altos costos y negociaciones sindicales, los gastos comparativamente más bajos de México y su historial probado de innovación cinematográfica hacen que el país sea particularmente atractivo. La marca global de Netflix, trabajando junto con las empresas creativas mexicanas, podría dar inicio a un periodo de crecimiento más allá de las producciones cinematográficas, abarcando turismo, merchandising, publicidad, etc.
La presidenta Sheinbaum mencionó la “idea de un México vivo y próspero” de Netflix para mostrar que el gobierno desea una colaboración fortalecida que podría traer beneficios económicos a largo plazo. Destacó tanto el valor monetario del acuerdo como la señal de que las grandes empresas ven a México como un lugar seguro y progresivo para invertir. Al enmarcar la decisión como un “privilegio” para México, Sheinbaum mostró el orgullo del gobierno por facilitar un proyecto con el potencial de generar miles de empleos durante muchos años.
Colaboración con la industria creativa de México
La relación de Netflix con el talento mexicano data de al menos una década, iniciada con el primer show de la plataforma fuera de Estados Unidos, Club de Cuervos, que se estrenó en 2015. En ese momento, México aún estaba explorando las posibilidades del streaming digital, confiando en un entorno robusto de televisión nacional conocido por sus telenovelas. Sin embargo, Club de Cuervos fue un pionero, demostrando que las narrativas mexicanas podían trascender las audiencias locales y resonar con los espectadores globales.
La colaboración alcanzó nuevas alturas cuando Netflix produjo y distribuyó Roma (2018), la obra maestra en blanco y negro de Alfonso Cuarón filmada en la Ciudad de México. Aclamada globalmente, Roma ganó el Oscar a la Mejor Película Extranjera, convirtiéndose en la primera entrada mexicana y en la primera victoria de Netflix en esa categoría. Ese triunfo validó el enfoque de la plataforma de combinar autenticidad local con valores de producción sofisticados. Las personas vieron que México podía producir películas que podían ganar premios. Luego, Netflix destacó a los trabajadores cinematográficos mexicanos, desde actores hasta operadores de cámara y creadores de sets, como un activo único.
Netflix apoya este plan local trabajando con diversas productoras mexicanas, guionistas y directores. En lugar de enviar equipos extranjeros, la compañía financia proyectos locales y contrata talento local. Sarandos mencionó que cada nuevo proyecto se construye con un productor local o un pequeño equipo local. Al compartir los derechos de propiedad intelectual y permitir que los narradores locales guíen las historias, Netflix espera capturar la autenticidad que más resuena con los espectadores tanto en México como en el extranjero.
El gobierno de México ha respondido agilizando los trámites y procedimientos de producción. Desde que la compañía abrió su sede en América Latina en Ciudad de México en 2020, la burocracia local se ha vuelto más accesible para producciones a gran escala. La sinergia resultante impulsó la creación de aproximadamente 300,000 empleos en el sector audiovisual de México—roles directos como asistentes de producción, encargados de vestuario, cineastas y roles indirectos en hospitalidad, transporte y turismo. Con el lanzamiento de la nueva ola de 20 proyectos anuales de Netflix, se espera que los números de empleo aumenten aún más, lo cual debería beneficiar a la economía nacional y fortalecer la reputación de México como el principal centro de entretenimiento de América Latina.
Expansión de la Influencia Global y el Turismo
Las producciones de alto perfil de Netflix suelen llegar a millones de personas en todo el mundo, poniendo las ciudades, paisajes rurales e íconos culturales de México en el escenario internacional. El fenómeno del “turismo inducido por el cine” ya es visible: ubicaciones icónicas que aparecen en éxitos previos de Netflix u otras grandes películas ven aumentada la cantidad de visitantes, generando un gasto de los consumidores. Por ejemplo, los fanáticos de Club de Cuervos frecuentemente visitan las locaciones de la ciudad ficticia de Nuevo Toledo, contribuyendo a los ingresos de negocios locales. Mientras tanto, Roma puso al barrio de la Colonia Roma de Ciudad de México en el mapa global, atrayendo a aficionados del cine que deseaban ver el escenario real del drama autobiográfico de Cuarón.
Con Netflix planeando hasta 20 nuevos proyectos anuales, el aumento en el turismo podría ser aún más dramático. Las producciones podrían mostrar resorts costeros, ruinas prehispánicas, vistas montañosas o las vibrantes metrópolis de Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. Tal exposición crea una “postal viviente” auténtica, atrayendo a los viajeros a explorar los lugares reales que han admirado en la pantalla. Restaurantes, museos, tiendas y hoteles podrían ganar más ingresos, lo que impulsaría toda la cadena turística.
La marca global de México podría fortalecerse con estas producciones que abordan diversos temas culturales e históricos. La historia de Netflix muestra su disposición a financiar historias que exploren tradiciones locales, conflictos o mitologías. La compañía ha apoyado desde comedias románticas ligeras hasta series dramáticas intensas que abordan temas sociales. En cada escenario, el arte de México adquiere nueva relevancia para las audiencias internacionales que consumen estas narrativas, descubriendo a menudo complejidades que desafían los estereotipos. Por extensión, el “poder blando” del país crece, abriendo puertas para un mayor intercambio cultural, coproducciones con otros países y un estatus elevado en los círculos globales de entretenimiento.
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Algunos expertos señalan que el aumento del turismo entrante puede galvanizar aún más las economías locales, estimulando el desarrollo inmobiliario alrededor de los puntos calientes de filmación o impulsando la mejora de infraestructura. Cuando se necesitan más carreteras, mejor conectividad de banda ancha o instalaciones de aeropuertos mejoradas para satisfacer las demandas de producción, las comunidades se benefician de mejoras que perduran mucho después de cualquier rodaje de serie o película. Los funcionarios del gobierno, especialmente a nivel estatal y municipal, ven estas expansiones como catalizadores para modernizar regiones descuidadas. Para pueblos más pequeños, alejados de los principales destinos turísticos, una aparición de Netflix podría marcar el inicio de una transformación en el empleo local, la capacitación y los servicios.