Comprendiendo las riquezas de América Latina
La Alianza del Pacífico es una estructura de poder en ascenso que sueña con llevar la bandera de la región frente al mundo
La región cuenta con un PIB de 5.3 trillones de dólares y posee una economía basada en exportaciones del sector primario que incluye, pero no se limita a productos agroindustriales y recursos naturales tales como: petróleo, oro, cobre y gas.
El año 2015 representó un año sensible para el continente tal que el valor internacional de las materias primas se redujo, generando una contracción general de la economía latinoamericana de 0.8%. El producto interno de la región está previsto a recuperarse, tal que mayor gasto de los gobiernos se realiza y alternativas de producción se están implementando.
El sector turístico de la región crece a un paso acelerado, mostrando un crecimiento de 5% total desde 2006 creando un mercado de 134 billones de dólares; se espera que para el año 2022, el valor total del mercado de turismo en la región llegue a 224 billones de dólares
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, Estados Unidos y China representan los mayores focos de exportación de la región. EE. UU sostiene comercio con América del Sur por 242 billones de dólares al año, importando petróleo de Ecuador, Venezuela y Colombia. A su vez, intercambiando productos manufacturados de Perú, Chile y Brasil.
Los intereses de China en América Latina se han dirigido, principalmente, a las importantes reservas de metal en la región, pues en los últimos 10 años el país asiático ha demandado el 50% de las reservas mundiales de metales base. Chile y Perú son los países #1 y #3 en la producción de cobre, Brasil es #3 en producción de hierro; el intercambio con la potencia de Asia ha representado 8%, 5% y 2.5% del PIB de cada país, respectivamente.
En términos de comercio, Chile tiene la posición más privilegiada en la región al poseer el segundo mejor puntaje en “habilitación al comercio” del Foro Económico Mundial, pues la nación sudamericana tiene una de las tarifas de comercio más bajas del mundo. Esta no es una constante en Latinoamérica, pues países como Brasil mantienen barreras de 8% sin ceder a presión internacional.
Se espera que el comercio en América Latina tenga un segundo giro substancial con el cambio de las políticas de estado chinas hacia la sostenibilidad y la expansión hacia adentro, lo cual limitaría el tamaño del comercio con Latinoamérica. De igual manera, la creciente nacionalista de Estados Unidos podrá producir una disminución en el comercio entre el país y la región.
La solución regional al cambiante panorama económico ha sido fortalecer sus alianzas entre naciones. Desde 2011, la Alianza del Pacífico fue introducida compuesta por Chile, Colombia, México y Perú; de unificarse la política monetaria, la Alianza sería la sexta economía del mundo. Los intereses de la alianza residen en la libre circulación de productos, servicios, capitales y personas.
No es la primera vez que el continente escribe un acuerdo de comercio de estas características. En 1991, Mercosur se estableció entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Venezuela, Bolivia, Ecuador, Perú, Chile, Colombia, Guyana y Surinam se integraron más adelante.
Mercosur falló dadas las importantes disparidades en el PIB de sus miembros actuales, lo que le hace difícil generar acuerdos de comercio que resulten proporcionales, al contar con mercados en el rango de la #1 a #14 en la región. Los países de Mercosur crecieron en promedio 1.1% mientras que los países de la Alianza del Pacífico lo hicieron en un 2.9%.
Dado que los tiempos difíciles requieren posiciones fuertes, América Latina ha optado por trabajar en sub-bloques y no de una sola forma coordinada con el objetivo de crear medidas más orientadas a la inclusión social y económica de sus partes.
La Alianza del Pacífico es una estructura de poder en ascenso que sueña con llevar la bandera de la región frente al mundo y no hay razón para decir que no será así.
Latin American Post | David Eduardo Rodríguez Acevedo
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