Standard & Poors califica el riesgo crediticio de Sur América
La valoración de Standard & Poor’s trae retos importantes en materia económica para las naciones Latinoamericanas
Existen tres empresas mundialmente aceptadas en el mundo que se dedican a calificar la capacidad de crédito de los Estados; a saber, Standard and Poor’s (S&P), Moody’s y Fitch Ratings. Periódicamente, estas empresas acreditan la solvencia y estabilidad de los Estados. De este modo, se refleja si los Estados se encuentran en un escenario de inversión estable o en uno especulativo. En este sentido, es preciso revisar ¿cómo está Latinoamérica?
Standard & Poor’s
S&P califica principalmente la solvencia y la estabilidad de la siguiente manera: inversiones estables (AAA, AA, A, BBB) e inversiones especulativas (BB, B, CCC, CC, C). Adicionalmente, el signo (+/-) le da una valoración que lo acerca al valor superior o inferior.
El pasado 11 de diciembre, S&P presentó una variación en las calificaciones de países. A pesar de caracterizarse por ser de las economías más fuertes de la región, Argentina y Brasil continúan en un nivel especulativo. En esta ocasión, la firma las catalogó en B+ y BB respectivamente. Es decir, los Estados son considerados como poseedores de características especulativas importantes. Por su parte, y sin sorpresa, el peor caso es el de Venezuela. El país fue valorado en D, calificación que se otorga únicamente por el incumplimiento de pago de un compromiso financiero o incumplimiento de una promesa imputada. En este caso, el puntaje se debe a la incapacidad de pago del Estado de los bonos de deuda.
Colombia
En el caso colombiano, la calificación disminuyó. El país se encontraba calificado en BBB; sin embargo, en esta ocasión fue valorado en BBB-. Esta disminución no es significativa, toda vez que esta calificación revela que existe una capacidad adecuada para cumplir con los compromisos financieros. No obstante, la acreditación otorgada genera una alerta porque puede estar sujeto a condiciones económicas adversas. La justificación de la agencia para la puntuación radica en la baja proyección de crecimiento económico (PIB) así como en la poca disminución del déficit fiscal nacional.
Esta reducción ha generado una alerta entre algunos líderes de opinión. La alarma se enciende ya que esta calificación perjudica el pago de los intereses, pues entre mayor sea la valoración los intereses sobre la deuda son más flexibles. De este modo, es necesario que Colombia mejore los resultados en sus finanzas públicas para evitar que pase a BB+, en donde la valoración sea negativa y entre en el espacio de la especulación.
A pesar del cambio de administración nacional, para el próximo año se espera mantener estable la economía e incluso se aspira a que pueda mejorar en términos de déficit y crecimiento económico. Por tanto, es importante que el impacto de la reforma tributaria sea real, especialmente, porque hasta el momento los resultados del aumento de impuestos como el IVA no han sido los esperados. Igualmente, los ingresos del Estado no han aumentado de acuerdo a las expectativas. Sin duda, aumentar los ingresos del Estado será un reto para el gobierno entrante.
LatinAmerican Post | Tatiana Restrepo.
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