NEGOCIOS Y FINANZAS

Artistas puertorriqueños recurren a la autogestión ante falta de apoyo

Con un apoyo gubernamental limitado y una escasez de espacios públicos de exposición, los jóvenes artistas puertorriqueños recurren a la autogestión y a galerías privadas para construir sus carreras. Como informa EFE, estos artistas están sorteando los retos del emprendimiento artístico en un panorama complejo.

Autogestión: una necesidad para los artistas puertorriqueños

En Puerto Rico, los jóvenes artistas visuales descubren que el camino al éxito requiere más que talento: exige espíritu emprendedor. En un contexto en el que el apoyo público a las artes es cada vez menor y la financiación gubernamental a menudo está fuera de su alcance, muchos artistas están recurriendo a la autogestión para mostrar su trabajo y ganarse la vida. En un entorno en el que el apoyo institucional es escaso, la autosuficiencia se ha convertido en una estrategia de supervivencia.

Un artista que encarna este espíritu es Edwin Maurás Maldonado, un joven de 33 años de Trujillo Alto. Nacido en una familia de artistas, Maldonado creció rodeado de herramientas creativas: pinceles, lienzos y esculturas. Su crianza le inculcó una pasión por la expresión a través del arte, y desde entonces ha desarrollado un estilo distintivo, utilizando materiales como PVC, metacrilato y acero inoxidable para crear composiciones abstractas.

A pesar de su talento, como muchos artistas en Puerto Rico, Maldonado ha tenido que depender en gran medida de la autogestión para sostener su carrera. Recientemente, presentó su tercera exposición individual, Recetas imaginarias para salir del caos, en la galería A Cueto. La muestra, que incluye 17 obras escultóricas que comenzó a crear en 2017, representa un logro significativo para Maldonado, quien enfrentó los desafíos de la pandemia de COVID-19 y el huracán Fiona en el camino.

“La autogestión es crucial”, compartió Maldonado con Efe. “El apoyo, si existe, nadie se entera. Entonces, si existe, ¿cómo se va a enterar la gente? Y si no existe, ¿por qué no hacen nada? Hay una necesidad real dentro de la comunidad artística”.

Las galerías privadas como salvavidas para los creativos emergentes

Con la escasez de espacios públicos de exhibición en Puerto Rico, las galerías privadas e independientes se han convertido en plataformas esenciales para que los artistas muestren su trabajo. Estas galerías ofrecen una alternativa para los artistas que carecen de acceso a lugares financiados por el estado, brindándoles un espacio para exhibir sus creaciones y conectarse con compradores potenciales.

Fabián Alexander Rodríguez, un artista multidisciplinario de 32 años, enfatizó la importancia de la autogestión en el panorama artístico actual. Al igual que Maldonado, Rodríguez ha tomado el control de su destino artístico, apoyándose en su iniciativa para navegar en el mundo del arte. Recientemente, exhibió su trabajo en la Galería Guatíbiri, ubicada en el barrio de Río Piedras en San Juan. Guatíbiri es una de las galerías más antiguas del Caribe, fundada por Rubén Darío, un ex empleado de Wall Street que abrió el espacio para apoyar a los artistas puertorriqueños.

Si bien Rodríguez agradece la oportunidad de exponer en un lugar con una historia tan rica, reconoce las limitaciones de depender de galerías privadas. “El público que acude a estas galerías independientes y privadas es mínimo”, explicó a Efe. Esta falta de alcance dificulta que los artistas emergentes obtengan un reconocimiento generalizado o estabilidad financiera, incluso cuando consiguen exposiciones.

Artistas como Rodríguez y Maldonado se ven obligados a desempeñar muchas funciones, no solo como creadores, sino también como promotores, gerentes y planificadores financieros. La falta de apoyo institucional significa que deben encontrar formas innovadoras de llegar al público, atraer compradores y sostener sus carreras.

La lucha por el apoyo gubernamental y la financiación de las artes

Si bien la autogestión se ha convertido en una herramienta fundamental para los artistas puertorriqueños, muchos continúan lamentando la falta de apoyo gubernamental a las artes. Yanira Santa, gerente del Programa de Bellas Artes y Tecnología del Departamento de Educación de Puerto Rico, reconoció este problema. “Históricamente, no ha habido muchos fondos asignados a las artes”, explicó Santa a Efe.

Este año, sin embargo, trajo cierto alivio. El Departamento de Educación de Puerto Rico recibió $4 millones en fondos para programas culturales, de los cuales aproximadamente $1.2 millones se asignaron a escuelas y proyectos de arte. Santa señaló que esta fue la primera vez que se pusieron a disposición fondos de este tipo en años, lo que permitió a las escuelas comprar materiales de arte muy necesarios.

A pesar de esta afluencia de fondos, la lucha por un apoyo constante continúa. Como señaló Santa, el desafío no es solo asegurar la financiación, sino crear un plan cohesivo que integre las artes con otras materias educativas y justifique la necesidad de un respaldo financiero sostenido. Para los artistas puertorriqueños, si bien puede haber momentos de alivio, no pueden depender del apoyo del gobierno como una solución a largo plazo para sus luchas.

Para artistas como Maldonado y Rodríguez, la falta de apoyo constante resalta la importancia de la autosuficiencia. Ambos han expresado su frustración con las dificultades de recibir fondos o respaldo institucional. “Tienes que ser muy conocido para recibir apoyo gubernamental o institucional”, dijo Rodríguez. Esta barrera de entrada hace que sea aún más difícil para los artistas emergentes establecerse y obtener reconocimiento.

El futuro del emprendimiento artístico en Puerto Rico

Mientras los jóvenes artistas de Puerto Rico continúan afrontando los desafíos de la autogestión y los recursos limitados, el futuro del emprendimiento artístico en la región sigue siendo incierto. Si bien las galerías privadas y las estrategias de autogestión ofrecen soluciones a corto plazo, la sostenibilidad a largo plazo de la comunidad artística depende de un cambio cultural más amplio que valore e invierta en las artes.

Los artistas puertorriqueños han demostrado una notable resiliencia frente a la adversidad. Han encontrado formas de prosperar a pesar de la falta de apoyo institucional, utilizando la creatividad en su trabajo y en la forma en que gestionan sus carreras. Sin embargo, sin un mayor financiamiento público y espacios de exhibición más accesibles, muchos temen que la escena artística seguirá limitada en su alcance.

El gobierno y el sector privado deben reconocer la importancia de apoyar las artes para fomentar una comunidad artística vibrante y sostenible. Esto incluye aumentar la financiación de los programas de arte público, crear más oportunidades de exhibición para artistas emergentes y promover iniciativas culturales que conecten a los artistas locales con audiencias globales.

En definitiva, el futuro del emprendimiento artístico en Puerto Rico está en manos de sus artistas, que seguirán desafiando los límites y encontrando formas innovadoras de compartir su trabajo. Como demuestran las historias de Edwin Maurás Maldonado y Fabián Alexander Rodríguez, el poder de la autogestión y el emprendimiento puede llevar a los artistas lejos. Sin embargo, con un apoyo más significativo, la escena artística de Puerto Rico podría florecer aún más, creando oportunidades para que los artistas prosperen a nivel local y global.

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Los artistas puertorriqueños están demostrando que la autogestión y el emprendimiento son habilidades esenciales en el mundo del arte actual. Como informa EFE, con fondos públicos limitados y escasas oportunidades de exhibición, estos jóvenes creativos están tomando el control de sus carreras y encontrando formas de tener éxito en un panorama desafiante. Sin embargo, aunque las galerías privadas y la autogestión brindan soluciones temporales, el futuro del arte puertorriqueño dependerá de un apoyo público más excelente y del reconocimiento del valor que las artes aportan a la sociedad.

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