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Cómo la fruta más pequeña del mundo está transformando el café en América Latina

Mientras los precios mundiales del café se disparan, un actor inesperado está influyendo en el mercado: el durián, la fruta más olorosa del mundo. En países como Vietnam, su cultivo está transformando el panorama del café y los productores de café latinoamericanos, desde Colombia hasta Brasil, están sintiendo los efectos.

Una fruta maloliente, una tormenta perfecta para los precios del café

Para muchos amantes del café, pagar 7 dólares por una taza de café parece escandaloso. Sin embargo, el aumento del precio del café pronto puede convertirlo en realidad. La BBC informa que las presiones económicas, las malas cosechas y el auge de una famosa fruta, el durián, contribuyeron a este aumento.

Comenzó con la devastadora helada en Brasil en 2021, el mayor productor mundial de granos de arábica. Este evento meteorológico inesperado acabó con vastas franjas de cultivos de café, creando un déficit significativo en el mercado mundial. Mientras los compradores se apresuraban a encontrar alternativas, recurrieron a Vietnam, el principal productor de granos de Robusta, que a menudo se utilizan en el café instantáneo. Sin embargo, Vietnam también se enfrentó a su peor sequía en casi una década, lo que afectó a los rendimientos del café. Como si eso no fuera suficiente, muchos agricultores vietnamitas han comenzado a cambiar sus cultivos de café por durian, una fruta maloliente y puntiaguda que está ganando popularidad masiva en China.

Según la BBC, las exportaciones de durian de Vietnam a China casi se duplicaron entre 2023 y 2024, y muchos agricultores están abandonando sus cultivos de café en favor de esta lucrativa alternativa. Se estima que el durian es cinco veces más rentable que el café, y a medida que los agricultores buscan estas mayores ganancias, las reservas de café están disminuyendo. En junio de 2024, las exportaciones de café Robusta de Vietnam cayeron un 50% en comparación con el año anterior, con existencias “casi agotadas”, según la Organización Internacional del Café. Esto solo ha exacerbado la escasez en el mercado mundial del café.

Una analista del mercado del café, Judy Ganes, explicó a la BBC que esta “tormenta perfecta” de factores ambientales y económicos ha llevado a los granos de Robusta y Arábica a máximos casi récord en los mercados de materias primas. Como resultado, muchos bebedores de café se enfrentan a precios más altos por su dosis matutina de cafeína. Sin embargo, las repercusiones de estos cambios van más allá de la cafetería local: también afectan profundamente a los productores de café de América Latina.

El efecto dominó sobre los productores de café de América Latina

Mientras que Vietnam y otros países del sudeste asiático están experimentando un cambio drástico en su enfoque agrícola, los productores de café de América Latina están dando un paso adelante para llenar el vacío. Colombia, Brasil, Perú y Etiopía han aumentado sus exportaciones de café en respuesta a la disminución de los suministros de Vietnam. Sin embargo, estos países no han podido compensar en última instancia el déficit, lo que ha provocado una tensión continua en el mercado mundial.

Los agricultores sienten presión y oportunidad en Colombia, uno de los mayores productores de café del mundo. La demanda de granos de Robusta ha aumentado drásticamente, lo que ha hecho subir los precios y ha dado a los productores la oportunidad de aumentar sus ganancias. Pero también existe un desafío: cómo satisfacer esta creciente demanda sin sucumbir a los mismos problemas ambientales y económicos que afectan a Vietnam.

Los productores de café colombianos no son ajenos a las dificultades que plantea el cambio climático. Los patrones climáticos cada vez más erráticos han dificultado la predicción y planificación de las cosechas, y muchos agricultores luchan con rendimientos reducidos. Según la BBC, el consultor de café Will Frith ha señalado que “el cambio climático ha estado afectando el desarrollo de las plantas de café”, lo que es particularmente preocupante para un país que depende tanto de sus exportaciones de café.

La situación en Brasil es similar. Si bien el país sigue siendo el mayor productor de granos de arábica, también ha enfrentado desafíos importantes en los últimos años. Las heladas de 2021 diezmaron los cultivos de café en algunas regiones, y el país aún se está recuperando. Los productores de café ahora esperan ansiosamente la próxima cosecha de primavera, que, según el experto brasileño en café Felipe Barretto Croce, podría determinar el futuro de los precios mundiales del café. “Lo que todos miran es cuándo volverán las lluvias”, dijo Croce a la BBC. Si las lluvias llegan demasiado tarde, podría significar un desastre para la cosecha del próximo año, lo que tensará aún más un mercado ya estresado.

Brasil y Colombia se adaptan a un mercado cambiante

En Brasil y Colombia, los productores de café se adaptan a estos desafíos de manera diferente. Una estrategia que está ganando terreno es el concepto de una “prima verde”, un pequeño impuesto que se aplica al café para ayudar a los agricultores a invertir en prácticas agrícolas regenerativas. Este enfoque, respaldado por figuras como Felipe Barretto Croce, tiene como objetivo proteger y mantener las tierras agrícolas, asegurando que la producción de café pueda continuar a pesar de los desafíos que plantea el cambio climático.

La idea es simple: al fomentar prácticas agrícolas sostenibles, los productores de café pueden mejorar la resiliencia de sus cultivos, haciéndolos menos vulnerables a los efectos impredecibles del cambio climático. Esto, a su vez, podría ayudar a estabilizar los rendimientos y los precios del café, proporcionando un futuro más seguro tanto para los agricultores como para los consumidores.

Además de la agricultura sostenible, muchos productores de café en América Latina también están explorando formas de diversificar sus cultivos, al igual que sus homólogos en Vietnam. Sin embargo, en lugar de cambiar al durián, algunos agricultores están experimentando con otros cultivos de alto valor, como los aguacates o el cacao, que pueden cultivarse junto con el café. Este enfoque les permite cubrir sus riesgos, asegurándose de que pueden seguir ganándose la vida incluso si los precios del café o los rendimientos fluctúan.

Al mismo tiempo, hay un enfoque creciente en la calidad. A medida que se reduce la oferta mundial de granos de café de menor calidad, el café de especialidad de alta calidad se está volviendo más atractivo para los consumidores. Croce señaló a la BBC que “el aumento del costo de los granos de menor calidad significa que el café de alta calidad ahora puede verse como una mejor relación calidad-precio”. Este cambio en las preferencias de los consumidores es una buena noticia para los agricultores de países como Colombia y Brasil, conocidos por producir algunos de los mejores granos de arábica del mundo.

La reducción de la brecha de precios entre el café de especialidad y el café más comercial ya se está sintiendo. A medida que los bebedores de café se vuelven más exigentes, están dispuestos a pagar una prima por una taza de café de alta calidad. Esto podría ayudar a compensar los desafíos de algunos productores de café, brindándoles nuevas oportunidades para prosperar en un mercado cambiante.

Café, durián, clima e innovación

Entonces, ¿qué depara el futuro a los productores de café en América Latina y en todo el mundo? La situación es compleja, pero una cosa está clara: los días del café barato pueden estar contados. Según la BBC, algunos expertos creen que podríamos ver los precios subir aún más si el cambio climático afecta a las regiones productoras de café. Un estudio de 2022 concluyó que incluso si se toman medidas drásticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, el área más adecuada para el cultivo de café podría reducirse en un 50% para 2050.

Este sombrío pronóstico ha llevado a muchos en la industria a explorar nuevas soluciones, desde prácticas agrícolas sostenibles hasta la diversificación de cultivos. Sin embargo, el abandono del café en algunas regiones, como Vietnam, agrega otra capa de complejidad. El auge del durián como una alternativa rentable al café muestra cuán volátiles pueden ser los mercados agrícolas. Si bien los agricultores vietnamitas están sacando provecho de esta tendencia, no está claro cuánto durará ni las consecuencias a largo plazo para los suministros mundiales de café.

Para los bebedores de café, la preocupación inmediata es si estos cambios afectarán sus billeteras. Como dijo a la BBC Paul Armstrong, mayorista de café con sede en el Reino Unido, “es una tormenta perfecta en este momento”. Los precios ya han subido y pueden seguir subiendo a medida que el mercado se adapta al panorama cambiante. Sin embargo, vale la pena señalar que el costo de los granos de café solo representa una pequeña parte del precio que se paga por una taza de café. Otros factores como el alquiler, los costos laborales y la inflación a menudo impulsan precios más altos.

Dicho esto, el futuro del café puede depender de la capacidad de la industria para innovar y adaptarse. Algunos en la industria piden más inversión en agricultura regenerativa, mientras que otros se centran en mejorar la calidad del café en sí. El auge del café de especialidad podría ser un punto brillante en un mercado por lo demás desafiante, brindando tanto a los productores como a los consumidores nuevas oportunidades para apreciar y disfrutar de esta adorada bebida.

En última instancia, la historia del café es una historia de resiliencia. Desde los campos dañados por las heladas de Brasil hasta las granjas afectadas por la sequía de Vietnam, los productores de café se han enfrentado a innumerables desafíos a lo largo de la historia. Sin embargo, siempre han encontrado formas de adaptarse y sobrevivir. Mientras la fruta más pequeña del mundo transforma la industria del café al otro lado del planeta, los productores de café de América Latina están nuevamente a la altura del desafío, encontrando nuevas formas de prosperar en un mundo que cambia rápidamente.

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El improbable ascenso del durián como competidor del café, junto con los desafíos actuales que plantea el cambio climático, está transformando el mercado mundial del café. Para los productores de café de América Latina, esto presenta tanto desafíos como oportunidades. Al adoptar prácticas agrícolas sostenibles, diversificar sus cultivos y centrarse en la calidad, se están posicionando para capear la tormenta y seguir brindando al mundo su tan necesaria dosis de cafeína. Y como informa la BBC, el futuro del café dependerá de la capacidad de los agricultores y los consumidores por igual para adaptarse a esta nueva realidad.

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