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El banco portugués cripto Bison Bank busca atraer a los latinoamericanos con alto poder adquisitivo

Desde su sede en Lisboa hasta clientes repartidos por 130 países, Bison Bank —impulsado por capital de Hong Kong, China— combina la banca tradicional con el mundo de las criptomonedas, que evoluciona rápidamente. Su clientela internacional incluye cada vez más a latinoamericanos en busca de seguridad financiera, comodidad y nuevas oportunidades de inversión.

Equilibrando la banca tradicional y las criptomonedas

Al entrar en la oficina central de Bison Bank en Lisboa, se percibe una fusión entre el legado europeo y la influencia asiática. Una pintura inspirada en Las Meninas de Diego Velázquez cuelga en un lugar destacado, mientras que ornamentos orientales decoran la sala de reuniones llamada “Hong Kong”. Allí, António Henriques, CEO del banco de 53 años, explica a EFE su visión amplia y cómo la institución evolucionó hasta su forma actual: un banco privado portugués con capital de Hong Kong y una cartera diversa de clientes latinoamericanos.

Fundado en 2018 tras la adquisición del Banif–Banco de Investimento portugués por Bison Capital Financial Holdings, con sede en Hong Kong, Bison Bank no es una operación minorista tradicional ni una entidad de crédito general. Se enfoca en la gestión de patrimonios, la banca de inversión y los depósitos, mientras ofrece servicios de criptomonedas a través de su filial Bison Digital Assets.

Henriques habla con franqueza sobre la decisión del banco de no ofrecer créditos, una medida tomada tras la disolución del Banif–Banco de Investimento. Ofrecer préstamos habría requerido “compromisos de recursos muy grandes”, explica, y la nueva propiedad prefería optimizar las operaciones para lograr rentabilidad. Así, los ingresos del banco provienen principalmente de comisiones, las cuales han crecido de 2,1 millones de euros en 2018 a 4,6 millones en 2024, reflejando un enfoque cada vez más fuerte en servicios de asesoría y corretaje.

Mientras tanto, Bison Digital Assets destaca como la única entidad comercial portuguesa con licencia para gestionar criptomonedas bajo estándares bancarios. Henriques señala que la empresa no es un banco, pero está sujeta a muchas regulaciones. Recalca su compromiso con la conexión entre los métodos bancarios tradicionales y el mercado cripto en expansión. Con un tamaño de 3 billones de dólares, el mundo cripto “no es pequeño”, afirma, “y lo cambia todo”.

Expansión en América Latina: Brasil, México y más allá

Uno de los rasgos distintivos de Bison Bank es su enfoque casi exclusivo en clientes internacionales. “Nos complace mucho contar ya con clientes latinoamericanos”, comenta Henriques a EFE, señalando a México y Colombia como mercados regionales clave. Sin embargo, enfatiza que la presencia del banco es global: “Tenemos clientes en 130 países”.

Muchos de estos clientes provienen de Estados Unidos, Brasil y diversos países asiáticos. Suelen ser personas con alto poder adquisitivo o individuos que buscan alternativas estables frente a los sistemas financieros domésticos. Consideraciones políticas, sociales o de seguridad suelen motivarlos a buscar opciones más seguras y versátiles en el extranjero.

Henriques destaca diferentes tipos de clientes. Algunos desean simplemente diversificar internacionalmente para reducir riesgos; otros se sienten atraídos por las criptomonedas. También hay familias o individuos adinerados que se están mudando y desean simplificar su vida financiera. “Las personas experimentan inestabilidad o perspectivas limitadas en sus países”, afirma, “así que nosotros ofrecemos un sistema bancario supervisado en Europa para dinero tradicional y criptoactivos”.

Bison Bank cobra mayor relevancia a medida que las economías latinoamericanas muestran características particulares y los escenarios políticos cambian. Henriques señala que muchos clientes desean diversificar sus inversiones a través de múltiples compañías internacionales para protegerse de la inestabilidad local. Las cuentas de Bison Bank permiten interactuar con servicios locales cuando se ejecutan estas estrategias. “¿Quién se gana la confianza del cliente?”, plantea Henriques. “Su banco local o su asesor financiero. Así es como conocen Bison Bank: a través de esas relaciones en sus países”.

En la práctica, Bison Bank colabora con socios para cubrir vacíos de servicio. Por ejemplo, en América Latina trabaja con un banco español, elegido en parte por su afinidad lingüística y cultural. Gracias a esta alianza, aunque Bison Bank no otorga préstamos, un cliente puede obtener crédito hipotecario de forma indirecta para comprar una propiedad en Portugal.

China como “fuerza de equilibrio” y perspectivas futuras

Henriques también aborda cómo la geopolítica influye en la banca internacional. Aunque el banco cuenta con respaldo de Hong Kong y las tensiones entre EE.UU. y China han aumentado, asegura que la estrategia de inversión de Bison Bank se mantiene conservadora. “Gestionamos nuestra cartera de inversión con mucha prudencia y bajo riesgo”, dice. “El impacto de las tensiones globales, en realidad, es irrelevante para nosotros”.

Eso no quiere decir que el banco o su liderazgo ignoren el nuevo orden global. Henriques observa que “todo el mundo está molesto con EE.UU. hoy en día”, lo cual ve como una oportunidad estratégica para que China se diferencie en la escena global, especialmente en los ámbitos económico y comercial. “Es una gran oportunidad para que China muestre que es distinta”, comenta, aunque reconoce que muchas veces en Occidente no se entiende bien el enfoque chino.

Según Henriques, China puede actuar como una “pieza de equilibrio” frente a EE.UU., particularmente en economías emergentes como las de América Latina, África y partes de Asia. Bison Bank, en esta intersección, podría ser un canal para individuos y empresas que desean adaptarse a las nuevas realidades del mercado. Aquellos que buscan cubrirse —ya sea en activos financieros o cadenas de suministro— podrían hallar sinergia en un banco regulado por Europa pero con capital chino.

El realismo cripto de Henriques

Henriques se muestra entusiasta, pero evita presentar las criptomonedas como una solución fácil. Bison Digital Assets gestiona transacciones con sumo cuidado y bajo una estricta supervisión regulatoria. Para él, el espacio cripto es un área de crecimiento importante, pero debe abordarse con precaución, garantizando el cumplimiento de normas de prevención de lavado de dinero. “Si queremos ser totalmente creíbles como institución, todo debe estar en regla”, afirma.

Debido a estos controles estrictos, Bison Digital Assets aplica rigurosos procedimientos de KYC (Conozca a su Cliente) y los inversores cripto potenciales deben pasar por un exhaustivo proceso de diligencia antes de poder operar. “Seguimos los mismos protocolos que cualquier banco”, señala. “Debemos saber quiénes son nuestros clientes, de dónde provienen sus fondos y por qué ingresan a este mercado”.

Una base de clientes en evolución

Desde que se transformó en Bison Bank en 2018, la institución ha pasado de tener 598 clientes a más de 4.300 en 2024. Reflexionando sobre esta expansión y lo que viene, Henriques destaca la importancia de generar confianza mediante alianzas con asesores financieros reconocidos y bancos locales. Según él, el banco se posiciona como un complemento para los clientes, no como un competidor, gracias a un modelo colaborativo que lo distingue en un mercado competitivo y en constante evolución.

La estrategia refleja las tendencias actuales en los servicios financieros especializados, donde la experiencia dirigida y las redes internacionales pesan más que las ofertas minoristas tradicionales para ciertos clientes adinerados. El banco mantiene una estrategia enfocada, con planes de fortalecer las relaciones con sus clientes y expandir sus servicios de gestión patrimonial. También estudia nuevas posibilidades basadas en criptomonedas.

Portugal como puerta financiera

El papel de Portugal es clave en esta historia. Como puente histórico entre Europa y el resto del mundo —especialmente Brasil y África—, ha trabajado para atraer inversión extranjera e inmigrantes calificados mediante incentivos fiscales y programas de residencia. Con licencia portuguesa y financiación de Hong Kong, Bison Bank se presenta como una puerta atractiva para quienes desean mover activos o iniciar negocios en Europa. Al evitar ofrecer créditos, el banco se mantiene ágil y rentable, incluso con un tamaño relativamente pequeño.

Henriques cree que la colaboración transfronteriza seguirá siendo fundamental. Espera que los clientes internacionales —especialmente de América Latina— continúen buscando refugios transparentes y regulados para proteger o diversificar su patrimonio. El objetivo de Bison Bank es responder a esa necesidad, ya sea a través de productos bancarios tradicionales, asesoría personalizada o activos digitales. “Lo que ofrecemos”, dice Henriques, “es una especie de sinergia: donde convergen diferentes culturas, regiones e instrumentos financieros en un entorno estable y supervisado”.

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Dado el crecimiento continuo de los servicios de Bison Bank y la incertidumbre económica global que lleva a los inversores hacia soluciones bancarias alternativas, Henriques se mantiene confiado en el futuro de la institución. Las disputas comerciales globales, las nuevas tecnologías financieras y los cambios en las alianzas geopolíticas configuran el entorno en el que opera Bison Bank. El propósito central del banco sigue siendo generar confianza con socios internacionales. Los clientes latinoamericanos confían en Bison Bank. La institución demuestra que puede ofrecer soluciones reguladas y ser un socio confiable, capaz de navegar la incertidumbre.

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