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El Impulso Turístico de Venezuela Amenaza Ecosistemas Frágiles

Venezuela quiere impulsar el turismo para ayudar a su débil economía. El país está construyendo muchas nuevas estructuras, como hoteles y aeropuertos, para atraer turistas. Los conservacionistas están preocupados por esto. Piensan que estos proyectos ponen en peligro los delicados ecosistemas. Los arrecifes de coral, que ya sufren debido al cambio climático, están en riesgo. Los conservacionistas se sienten muy alarmados.

El turismo como una “arma secreta”

En medio de la continua crisis económica, el presidente venezolano Nicolás Maduro ha promovido el turismo como la “arma secreta” para la recuperación económica, destacando su potencial para atraer inversión extranjera. Según Reuters, el gobierno de Maduro ha buscado activamente asociaciones con países como Francia y China, y ha promovido nueva infraestructura en áreas vírgenes como el Parque Nacional Los Roques y la Isla La Tortuga.
Durante un discurso televisado, Maduro elogió las inversiones de países como Turquía, Irán y Brasil, subrayando que “el turismo ya es un gran motor” para la economía. A pesar de estos esfuerzos, los inversionistas internacionales siguen siendo reacios, y persiste el escepticismo sobre la viabilidad de tales proyectos.
La ministra de Turismo, Leticia Gómez, reportó un aumento del 69% en la llegada de turistas hasta noviembre de 2024 en comparación con el año anterior. Aún así, las cifras—1.8 millones de visitantes, incluidos turistas de Rusia y Colombia—son pequeñas en comparación con los 3.1 millones de Colombia en el primer semestre del año.

Consecuencias ambientales en Los Roques

El Parque Nacional Los Roques, un tesoro ecológico reconocido por la UNESCO que comprende 45 islas y cayos, se ha convertido en un punto focal de la expansión del turismo en Venezuela. Una reciente extensión de la pista de aterrizaje, diseñada para acomodar aeronaves más grandes, ha recibido duras críticas por parte de los ambientalistas.
Según la Sociedad Ecológica Venezolana, este proyecto destruyó arrecifes de coral, manglares y playas de anidación para la tortuga carey, en peligro crítico de extinción (Eretmochelys imbricata). El conservacionista local y exguardaparques Toribio Mata, citado por Reuters, describió el parque como “un desastre”, citando el aumento de la caza furtiva de tortugas, la pesca ilegal y las actividades turísticas no reguladas.
Además, el arrecife de Los Roques sufrió importantes eventos de blanqueo de coral en 2023 y 2024, atribuibles al aumento de la temperatura oceánica, el vertido de aguas residuales y las prácticas pesqueras destructivas. El biólogo y profesor Ángel Fariña señaló a Reuters que “la construcción crea contaminación y sedimentación que puede afectar los arrecifes temporal o permanentemente.”
El incinerador local de basura en Gran Roque, la isla principal del parque, está roto, lo que agrava los problemas de gestión de residuos. Los residentes temen que el aumento del turismo empeore estos problemas, convirtiendo a Los Roques de un refugio ecológico a un sitio de turismo masivo insostenible.

El desarrollo riesgoso de La Tortuga

Los planes para la Isla La Tortuga incluyen un aeropuerto, puerto y diez hoteles de lujo, encabezados por empresas transnacionales con experiencia en proyectos similares en Qatar y las Maldivas. Nicolás Maduro Guerra, hijo del presidente, dijo a Reuters que estos proyectos se mantendrán “ecológicamente estables y amigables con la isla.”
Pero los permisos ambientales y los estudios de impacto de estos proyectos no se han compartido. Esta falta de transparencia preocupa a los activistas. Muchos críticos dicen que La Tortuga no tiene las instalaciones adecuadas para manejar grandes cantidades de turistas.
Un resort construido antes del reciente impulso de Maduro ya presiona el ecosistema de la isla, según el Observatorio Venezolano de la Ecología Política. Un científico que anteriormente estuvo destinado en Los Roques advirtió a Reuters que “no se están respetando las regulaciones del parque nacional,” lo que subraya los temores de que el turismo masivo dañe irreparablemente los delicados ecosistemas de coral de La Tortuga.

El panorama general

Venezuela quiere que más turistas la visiten, lo que plantea un desafío mayor para mejorar la economía mientras se cuida la naturaleza. El país enfrenta crecentes problemas derivados del cambio climático. Estos problemas han aumentado el blanqueo de coral, la deforestación y la pérdida de varias especies. Las áreas costeras como Los Roques y La Tortuga tienen una gran importancia para la vida marina. Estas áreas también apoyan a las comunidades pesqueras locales.
Los esfuerzos de conservación han encontrado dificultades. Guardaparques, como Mata, una vez lideraron estas iniciativas. Los recursos limitados y la débil aplicación de la ley crearon estos desafíos. Los problemas persisten. Prácticas ilegales como la pesca con cloro y comportamientos turísticos insostenibles, como el uso de protector solar dañino para los arrecifes y la basura, continúan sin control.
La administración de Maduro insiste en que el turismo será un motor de la revitalización económica. Sin embargo, los informes de Reuters destacan el creciente escepticismo de los residentes locales, ambientalistas y observadores internacionales sobre si el gobierno podrá gestionar eficazmente los riesgos ecológicos planteados por estas iniciativas.

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¿A qué costo?

Venezuela quiere que el turismo salve su economía, pero este sueño podría dañar demasiado el medio ambiente. El desarrollo rápido ocurre con poca claridad o control. El país corre el riesgo de perder su belleza natural. Estos tesoros son realmente importantes para la biodiversidad y para el turismo futuro.
La economía necesita ayuda urgente. Expertos y residentes locales dicen que las estrategias deben equilibrar la economía y la naturaleza. La conservación ecológica debe ser prioritaria. Sin tales medidas, el sueño de Venezuela de utilizar el turismo como su “motor secreto” podría descarrilar sus frágiles ecosistemas, dejando daños irreparables a su paso.

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