El papel de HSBC en la crisis ambiental de América Latina al descubierto
El Bosque del Gran Chaco en Paraguay alberga una increíble variedad de vida. Sin embargo, los árboles en esta región están siendo talados, lo que genera grandes problemas. Esta amenaza está vinculada a organizaciones financieras globales. Las preocupaciones sobre HSBC resaltan la lucha entre proteger la naturaleza y buscar ganancias financieras en América Latina.
Gran Chaco: una región salvaje bajo asedio
El Bosque del Gran Chaco, a menudo llamado “infierno verde” debido a su terreno inhóspito, abarca casi 250,000 millas cuadradas. Es el segundo bosque más grande de América del Sur después del Amazonas. Este vasto territorio alberga 3,400 especies de plantas y 500 especies de aves, siendo un tesoro ecológico crucial para la biodiversidad y el almacenamiento de carbono. Ambientalistas como Sir David Attenborough han elogiado al Gran Chaco como “uno de los últimos grandes territorios salvajes del mundo”.
A pesar de su importancia, el Gran Chaco enfrenta una deforestación implacable. En los últimos tres años, se han destruido 75,000 hectáreas de bosque—un área equivalente al tamaño de la ciudad de Nueva York—principalmente para dar paso a la ganadería. Global Witness, una organización de derechos humanos, informa que el gigante brasileño de la carne Minerva Foods ha obtenido carne de granjas responsables de esta deforestación.
Minerva Foods, un actor importante en el mercado global de carne, opera extensamente en Paraguay y depende del financiamiento de bancos internacionales como HSBC. Entre 2021 y 2023, HSBC presuntamente otorgó a Minerva $210 millones, contribuyendo indirectamente a la destrucción del Gran Chaco. Esta conexión financiera ha generado preguntas no solo sobre el compromiso de HSBC con la sostenibilidad, sino también sobre el papel de los analistas financieros en evaluar e influir en dichos compromisos.
Las promesas climáticas de HSBC bajo escrutinio
Los nuevos líderes de HSBC enfrentan un escrutinio más intenso por sus acciones ambientales. El banco afirma tener una política muy estricta contra la deforestación y asegura que no trabaja con clientes vinculados a esta práctica. Global Witness discrepa de esta afirmación, argumentando que los métodos de verificación del banco no son adecuados.
“Una vez más, nuestros hallazgos muestran que las políticas voluntarias de deforestación de bancos como HSBC son completamente insuficientes”, dijo Alexandria Reid de Global Witness. Los críticos señalan que, aunque HSBC promueve su plan de transición hacia emisiones netas cero, sus acciones sugieren una desconexión entre política y práctica.
El plan de HSBC para emisiones netas cero exige que los clientes en producción ganadera sigan reglas sostenibles. Un portavoz del banco destacó este compromiso: “A HSBC realmente le importan los impactos de la deforestación”. Sin embargo, las acusaciones sobre las actividades de Minerva en Paraguay han intensificado las críticas sobre la verdadera preocupación de HSBC por el medio ambiente.
La decisión de HSBC de reducir la importancia del rol de su director de sostenibilidad también ha generado dudas sobre su compromiso con la lucha contra el cambio climático. La salida de Celine Herweijer, exdirectora de sostenibilidad, ha alimentado especulaciones de que el banco podría estar dando menor prioridad a las iniciativas ambientales bajo el plan de reestructuración liderado por su CEO Georges Elhedery.
Presión financiera global e implicaciones regionales
El debate sobre los compromisos ambientales de HSBC destaca un problema mayor en las finanzas globales. Mientras el Reino Unido y la UE promueven reglas ambientales más estrictas y objetivos netos de cero emisiones, otras regiones, especialmente en las Américas, muestran resistencia a enfocarse en problemas ecológicos.
Latinoamérica enfrenta riesgos muy altos. La deforestación en el Gran Chaco y otras regiones no solo amenaza la vida silvestre y acelera el cambio climático, sino que también agrava los problemas económicos y ambientales locales. Paraguay depende en gran medida de la ganadería para el crecimiento de su economía. Frenar la deforestación aquí implica equilibrar la protección de la naturaleza con las necesidades financieras.
La sugerencia del Tesoro del Reino Unido de implementar reglas más estrictas sobre la importación de carne vinculada a la deforestación ilegal es un claro indicio de los crecientes esfuerzos globales para abordar estos problemas. Sin embargo, la implementación exitosa de estas políticas requiere no solo acción individual, sino también un esfuerzo colectivo.
Soluciones sostenibles para un problema global
En medio de la controversia, Minerva Foods afirma que sus operaciones cumplen con las leyes ambientales de Paraguay. Un portavoz de la compañía dijo: “Minerva realiza todo su trabajo en Paraguay de acuerdo con las leyes ambientales vigentes”. Sin embargo, cumplir con las normativas locales no siempre garantiza estándares globales de sostenibilidad.
Expertos destacan que la ganadería sostenible y controles más estrictos en la cadena de suministro no solo son necesarios, sino también factibles para reducir la deforestación. Bancos como HSBC desempeñan un papel crucial porque sus decisiones de inversión pueden influir significativamente en las acciones de las empresas en áreas sensibles.
Resolver la deforestación en el Gran Chaco y otras regiones requiere acción urgente y concertada. Los gobiernos deben hacer cumplir las leyes, las empresas deben adoptar métodos sostenibles y los bancos deben alinear sus inversiones con los objetivos climáticos globales.
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La situación del Gran Chaco es un recordatorio de cómo los problemas ambientales y económicos globales están interconectados. En América Latina, detener la deforestación es esencial para proteger el patrimonio natural y lograr un desarrollo sostenible.