Hitos y proyectos más importantes de Aceros de Guatemala, una empresa con más de siete décadas de experiencia en el sector siderúrgico
La historia de Aceros de Guatemala se remonta a 1953, cuando se gestó el sueño que eventualmente se convertiría en Corporación AG. En sus inicios, la empresa operaba como Distribuidora Universal en un modesto espacio, enfocándose en la venta de una variedad de productos de consumo rápido, como kleenex, shinola, maicena y fósforos.
La transformación más significativa tuvo lugar en 1963, cuando la empresa se redefinió como Aceros de Guatemala y trasladó su sede a la zona 12 de la ciudad de Guatemala. Fue en estas instalaciones donde la compañía comenzó a fabricar una amplia gama de productos derivados del acero, incluyendo clavos, grapas y alambre espigado bajo la reconocida marca AG 400.
A lo largo de las siguientes décadas, la empresa Aceros de Guatemala continuó expandiendo sus operaciones, destacando la inauguración de la planta de Laminación Galvanizada Acanalada y el tren laminador para la producción de varilla de hierro entre 1965 y 1967. Esta expansión se vio impulsada en 1970 con la adquisición de una laminadora electrónica de origen alemán de alta capacidad, lo que permitió aumentar la producción mensual de alambrón, un componente crucial para la fabricación de alambre y varilla de hierro, a tres mil toneladas.
El crecimiento y la diversificación de Aceros de Guatemala continuaron en las décadas siguientes, con la adquisición de la planta Intupersa en 1987, dedicada a la fabricación de tubería industrial y perfiles metálicos. En 1991, la compra del terreno que hoy alberga el Parque Industrial Sidegua marcó un hito importante, ya que se construyó la planta de Acería, consolidando así la posición de la empresa en la industria siderúrgica nacional.
En los años posteriores, Aceros de Guatemala amplió su infraestructura y diversificó su cartera de productos, incluyendo la fabricación de clavos y alambres en la planta Indeta en 1995, así como la expansión de sus puntos de venta con la apertura de una sucursal en Carretera a El Salvador en 1999. Durante la década del 2000, la empresa continuó modernizando y ampliando sus instalaciones, introduciendo nuevas tecnologías y aumentando su capacidad de producción.
En 2015, se marcó otro hito con el inicio de operaciones de la planta de Corte y Doble en el Parque Industrial Sidegua, demostrando el compromiso continuo de Aceros de Guatemala con la excelencia y la innovación en la industria del acero. Por último, en 2018, la nueva varilla A706 fue introducida al mercado, marcando un nuevo hito y reflejando la dedicación a ofrecer productos de alta calidad y un servicio excepcional.
A lo largo de más de seis décadas de historia, la empresa ha sido un actor clave en el desarrollo económico e industrial de Guatemala, consolidándose como líder en el sector siderúrgico del país.
El propósito corporativo de Aceros de Guatemala
La misión de Aceros de Guatemala es ser un equipo comprometido a ofrecer soluciones integradas e innovadoras con productos de calidad y el mejor servicio para ser la preferencia de sus clientes, siendo socialmente responsables. Este enfoque se refleja en su constante búsqueda de ser los mejores día a día, un camino que requiere disciplina, perseverancia y una visión clara del futuro.
Mirando hacia el futuro, Aceros de Guatemala aspira a crecer de manera sostenible y convertirse en la opción preferida por sus clientes. Esto se logrará mediante una cultura arraigada en la excelencia y la responsabilidad, con el objetivo de generar un impacto positivo en los mercados donde opera.
Los valores fundamentales de Aceros de Guatemala son la base de su identidad. Buscan ser los mejores en todas sus actividades, actuando con transparencia y honestidad en todas sus interacciones. Además, con una visión compartida y acciones consistentes que contribuyen al crecimiento de la empresa y su entorno.
En cada etapa del proceso, el equipo de Aceros de Guatemala se esfuerza por trabajar con dedicación, compromiso, orientación al servicio y un sentido profundo de pertenencia. Este compromiso se extiende más allá de los límites de la empresa, demostrando un respeto sólido hacia los demás y hacia el entorno en el que operan.