La Industria Bananas de Ecuador se Defiende Ante el Aumento de las Olas de Crimen
A medida que los riesgos de crimen y seguridad para el sector exportador de banano de Ecuador aumentan, la nación ha desarrollado proactivamente una estrategia de seguridad orientada al futuro para proteger sus exportaciones, particularmente hacia Europa. Inspirada en el exitoso modelo colombiano, esta estrategia, según los portavoces de las empresas, brindará una protección sin precedentes para los productores ecuatorianos, infundiendo un sentido de confianza entre los interesados.
Un Poder Exportador Amenazado
La cadena de suministro de la industria bananera de Ecuador es un motor importante que impulsa la economía nacional. El año pasado, el sector exportó bananos por más de 3.5 mil millones de dólares. El país es el mayor exportador de bananos del mundo. Esta industria emplea a una quinta parte de la fuerza laboral agrícola nacional, representando la mitad de las ganancias oficiales del país por concepto de divisas. La industria estalló cuando la actividad criminal aumentó este verano, amenazando las operaciones de los productores de banano. Los productores ecuatorianos se unieron para denunciar extorsiones, secuestros y contaminación de envíos. Elementos criminales detrás de estas amenazas han apuntado a las fincas donde se cultivan, cosechan y preparan los bananos para la exportación, así como a las principales rutas de envío.
En respuesta a estas amenazas, el Clúster de Banano y Plátano de Ecuador y los principales productores, transportistas, así como expertos y asesores internacionales específicos, han lanzado recientemente la iniciativa “Fincas Seguras”. Esta iniciativa, un protocolo de seguridad integral inspirado en la exitosa experiencia de Colombia, tiene el potencial de crear cadenas de producción y rutas comerciales seguras, fomentando un sentido de optimismo entre los interesados.
Protegiendo las Fincas con “Fincas Seguras”
El protocolo “Fincas Seguras” se estableció para proteger toda la cadena de producción y exportación de la industria bananera ecuatoriana. Fue lanzado por el exministro de defensa colombiano Diego Molano en la 21ª convención Banana Time en Guayaquil. El nuevo protocolo de seguridad de Ecuador se centra en la prevención, la coordinación de acciones y el compromiso del estado.
Estos esfuerzos equipan a los agricultores con la información y herramientas necesarias para combatir la actividad criminal. Sin embargo, “Fincas Seguras” no depende únicamente de las iniciativas de fincas individuales. Destaca la importancia de la colaboración entre los actores privados, las asociaciones de la industria y los funcionarios de seguridad pública para mejorar las protecciones en toda la cadena de suministro. El énfasis en la cooperación continua entre la industria bananera de Ecuador y las fuerzas de seguridad del estado indica una comprensión de que las mejoras de seguridad sostenidas requieren un apoyo constante.
“Fincas Seguras” también promueve la capacitación de los trabajadores y una red de comunicación en tiempo real basada en el principio de que —si todos contribuimos a la solución— será mejor para todos”, explica. “La iniciativa trabaja para unir a todos para compartir información e ideas. La carrera o la persecución siempre estará con nosotros, es solo la naturaleza de la seguridad. Necesitas mantenerte actualizado.” Fincas Seguras ha implementado un sistema con múltiples fuentes de información que mejoran la capacidad de los actores de la industria para reaccionar ante amenazas emergentes. Los canales de comunicación dentro de la cadena de suministro conectan a los trabajadores en el terreno con los conductores y proveedores de logística. Un aspecto vital de la iniciativa colombiana es su enfoque en la colaboración entre los participantes locales, excluyendo deliberadamente a las fuerzas del estado y entidades internacionales del sector. Este enfoque representa un experimento intrigante que podría beneficiar a la industria en toda la región. Un observador señaló: “A menos que incluyamos a los trabajadores en la cadena de comunicación, los migrantes nunca se sentirán seguros, independientemente de cuántos guardias estén de turno.” El enfoque tiene un atractivo más amplio. La idea de un reconocimiento de bajo costo para comportamientos inapropiados está ganando terreno como precursor de estrategias de seguridad más formales en países como Guatemala, Perú y México. La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ahora está promoviendo el modelo entre los países vecinos de Colombia, que ha apoyado gran parte del trabajo de Fincas Seguras contra la criminalización.
Invertir en Monitoreo de Alta Tecnología y Gestión de Riesgos
El programa “Fincas Seguras” también tiene como objetivo mejorar la seguridad utilizando tecnología, que incluye sistemas de acceso biométricos y plataformas seguras para el intercambio de datos. Por ejemplo, las fincas participantes implementarán tecnología biométrica para restringir el acceso a áreas de producción y zonas de carga, asegurando que solo el personal autorizado pueda entrar a estos lugares sensibles. El plan también prevé la creación de bases de datos seguras que rastreen a empleados y proveedores de las fincas para que puedan verificar antecedentes de seguridad y evitar contratar personal con antecedentes de participación en otras actividades criminales.
En el centro de esto se encuentra el establecimiento del Centro Integrado de Prevención y Respuesta de Seguridad, Ciepris. Como el centro de recopilación de inteligencia del sistema, Ciepris monitoreará datos en tiempo real de las fincas que se han unido a la plataforma y podrá solicitar refuerzos de las fuerzas de seguridad nacional siempre que los incidentes de seguridad necesiten una respuesta rápida. Ciepris, con sus aportes tanto privados como públicos, representa la realización de un objetivo político de larga data: vincular las necesidades de seguridad del sector privado con las capacidades de la policía y el ejército y coordinarlas para mitigar conjuntamente los riesgos que amenazan a la industria.
Llamados a la Responsabilidad Compartida en Toda la Cadena de Suministro
Ahora, los exportadores de banano de Ecuador, que proporcionan el 30 por ciento de su fruta a la UE, exigen que sus importadores de la Unión Europea asuman una “responsabilidad conjunta por la seguridad de las exportaciones de Ecuador”, afirmando que la dependencia de Europa en los bananos también es un problema de salud pública que merece una solución mundial.
Los exportadores ecuatorianos buscan un cambio sísmico: que los contenedores de envío sean escaneados en el puerto inmediatamente al salir, manteniendo los envíos a salvo de las rigores del mar abierto, ladrones, manipulación y terroristas.
Las autoridades ecuatorianas buscan iniciar diálogos con los gobiernos sobre estos temas, con el objetivo de invertir en medidas de seguridad mejoradas a lo largo del camino para garantizar la entrega segura y puntual de estas apreciadas exportaciones a la Unión Europea.
Diego Molano recordó al público en Banana Time que la seguridad no puede ser responsabilidad de las empresas bananeras individuales, ciudades o provincias. La iniciativa requerirá un esfuerzo colectivo en toda la industria bananera de Ecuador y un apoyo constante de las fuerzas de seguridad nacional de Ecuador. Siguiendo el éxito de Colombia con problemas similares, Molano afirmó que Ecuador debe combinar las fuerzas de seguridad públicas y las iniciativas privadas para aplastar el problema. “La lucha contra el crimen organizado en Ecuador no será corta; será prolongada”, dijo. “Tomará permitir continuar en espíritu, músculo y todos nosotros coordinándonos juntos.”
Construyendo un Futuro Más Seguro para la Economía de Ecuador
La iniciativa “Fincas Seguras” promete convertirse en un faro de esperanza para Ecuador, especialmente para las industrias que enfrentan desafíos significativos. A medida que el crimen organizado se arraiga más en la economía, las medidas proactivas tomadas por el sector bananero ofrecen un destello de optimismo tan necesario para su sostenibilidad a largo plazo.
Al mejorar las estrategias de seguridad dentro de la industria bananera, Ecuador puede asegurar la exportación fluida de uno de sus productos esenciales —los bananos— al mercado global. Esto protege los medios de vida de quienes están involucrados en la industria y refuerza la posición del país en la economía mundial. Si todo sale bien, Ecuador también habrá implementado un mecanismo de policía de seguridad eficaz que debería ganar el respeto de los mercados internacionales y ayudarle a dar un firme paso adelante en la resolución de algunos de los problemas de seguridad más urgentes del presente.
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Con el apoyo del gobierno ecuatoriano y la comunidad internacional, el sector bananero podría abordar estos desafíos y mostrar el camino a seguir para las economías exportadoras dependientes del capital, demostrando que los enfoques de seguridad innovadores tienen el potencial de apoyar el crecimiento y la resiliencia a largo plazo.