La minería latinoamericana apunta a un avance con inteligencia artificial impulsado por Huawei

Un nuevo conjunto de soluciones basadas en inteligencia artificial transformará de forma significativa la minería en América Latina. Métodos como el uso de camiones de acarreo controlados a distancia y el análisis de datos en tiempo real podrían resolver grandes desafíos relacionados con aumentar la productividad, mantener a las personas seguras y proteger el medioambiente. Esto da motivos para esperar mejores resultados en la región.
Un panorama minero en transformación
América Latina posee vastas reservas de minerales críticos —también llamados “commodities del futuro”— esenciales para la transición energética global. Los gobiernos de la región esperan que el desarrollo responsable de estos recursos genere ingresos necesarios. Dichos ingresos podrían reducir desigualdades socioeconómicas y financiar servicios públicos. Sin embargo, la minería suele provocar problemas sociales y ambientales. Preocupaciones como la deforestación, la contaminación del agua y la falta de consulta a comunidades locales suelen generar oposición a los grandes proyectos.
Datos de GlobalData indican que existen más de 7.925 minas a cielo abierto operativas, 477 de las cuales se encuentran en América del Sur y Central. Esto refleja la importancia de la región para el sector minero. Los países latinoamericanos buscan formas de utilizar su riqueza mineral con responsabilidad. Las tensiones con las comunidades locales siguen siendo un posible obstáculo. El éxito de estos esfuerzos depende de una regulación firme, rendición de cuentas y toma de decisiones transparente. Tales condiciones son difíciles de garantizar en contextos políticos inestables.
Los desafíos centrales de la minería latinoamericana
La minería a cielo abierto presenta muchas complicaciones. Aunque resulta rentable, altera gravemente los hábitats y sociedades cercanas. Grandes acumulaciones de material de desecho y relaves peligrosos pueden llegar a contaminar cuerpos de agua vecinos, afectando cuencas enteras.
El polvo y el ruido se vuelven parte de la vida cotidiana para quienes viven cerca de las minas, mientras que la maquinaria pesada contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero. Incluso después del cierre, los terrenos suelen quedar degradados y con escasas posibilidades de recuperación ambiental.
Estos problemas dan lugar a litigios y proyectos paralizados. Dañan la capacidad del Estado para equilibrar el crecimiento económico con el cuidado ambiental. Por ello, los gobiernos estudian nuevos métodos para reducir conflictos y mitigar el impacto de la industria. Cada vez con mayor frecuencia, recurren a soluciones tecnológicas.
Innovaciones con inteligencia artificial ofrecen nuevas posibilidades
La inteligencia artificial podría ayudar a resolver algunos de los problemas más urgentes. La empresa tecnológica china Huawei presentó un nuevo sistema que incluye varios camiones de acarreo eléctricos gestionados por IA. Estos vehículos operan sin conductor en minas a cielo abierto. Esta tecnología ya se utiliza en la mina de carbón de Yimin, en Mongolia Interior (noreste de China), una zona conocida por sus inviernos extremos. Según EFE, los vehículos están conectados por redes 5G, lo que les permite coordinar sus movimientos. Planifican rutas de transporte, gestionan el uso de baterías de forma más eficiente, mejoran significativamente la seguridad y reducen emisiones.
En el contexto latinoamericano, estas soluciones impulsadas por IA ofrecen un gran potencial para enfrentar algunos de los desafíos más críticos del sector:
Seguridad y reducción de accidentes: Muchos accidentes en minas están vinculados a errores humanos, como la fatiga de los conductores, un problema persistente. El sistema de Huawei reemplaza el espacio del conductor con baterías, eliminando el riesgo de distracción o somnolencia. Este nivel de automatización podría reducir drásticamente los accidentes en grandes operaciones a cielo abierto, protegiendo tanto a trabajadores como a comunidades cercanas.
Menor huella de carbono: Una de las principales críticas ambientales a la minería es su dependencia del diésel. Al cambiar a camiones eléctricos y semiautónomos, se pueden reducir las emisiones de CO₂. Si bien una transformación verdaderamente ecológica depende de cómo se genera la electricidad, incluso avances graduales hacia tecnologías más limpias pueden tener un impacto importante.
Optimización y eficiencia: La IA procesa grandes volúmenes de datos. Desde sensores que monitorean el suelo hasta procedimientos de mantenimiento que prolongan la vida útil del equipo, estas tecnologías ayudan a reducir costos y el desperdicio energético. Esto alivia la presión financiera que suele llevar a las empresas a priorizar ganancias inmediatas por encima de la protección comunitaria o ambiental.
Tecnología para reducir conflictos sociales
En América Latina, la relación con los actores locales es un reto persistente. Las comunidades exigen una parte justa de los beneficios económicos y participación en la toma de decisiones. Los gobiernos, por su parte, buscan minimizar los conflictos mientras equilibran intereses comerciales y responsabilidades ecológicas.
La inteligencia artificial facilita una mejor recolección de datos y mayor transparencia. Esto ayuda a calmar rumores, generar confianza y promover la rendición de cuentas. Las empresas pueden demostrar que cumplen normas estrictas mediante monitoreo ambiental en tiempo real. Esto brinda garantías de que las operaciones no dañarán la tierra ni los cuerpos de agua. La transparencia podría aumentar la aceptación comunitaria y reducir protestas y paralizaciones de proyectos.
GlobalData señala que el monitoreo riguroso de datos en los sitios mineros es clave para comprender patrones y prevenir problemas. La empresa cuenta con una base de datos de más de 33.000 minas y proyectos, que apoya la toma de decisiones de gobiernos y organizaciones civiles. Con evaluaciones de riesgo basadas en inteligencia artificial, el uso de estas bases puede transformar la planificación y supervisión de autoridades, empresas y comunidades.
Repensar un futuro minero sostenible
Mientras América Latina enfrenta una creciente demanda de recursos —especialmente minerales clave para la transición energética mundial— adoptar tecnologías avanzadas como los camiones autónomos de Huawei podría ser transformador. Perú cuenta con grandes reservas de cobre, Brasil con abundante hierro. Una transición hacia operaciones automatizadas y más sostenibles ofrece una vía para reducir impactos negativos y aumentar la productividad. Políticas públicas que promuevan la adopción de IA podrían hacer las minas más seguras, con menos emisiones y beneficios más equitativos para las poblaciones locales.
Claro que aún existen grandes obstáculos. Financiar estas soluciones de vanguardia puede ser difícil para operadores pequeños, y la geografía compleja o la falta de infraestructura en zonas remotas puede dificultar su implementación a gran escala. La tecnología por sí sola no resolverá los problemas de distribución equitativa de ingresos, consulta pública o protección ambiental. Sin embargo, estas innovaciones con IA representan una estrategia más amplia para modernizar la minería de forma que respete tanto a las comunidades locales como a los ecosistemas frágiles.
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En última instancia, el futuro de la minería en América Latina dependerá de qué tan bien se integren las nuevas tecnologías con una gobernanza sólida. Ese equilibrio delicado podría determinar si se aprovecha una oportunidad histórica o si se profundizan las divisiones actuales. A través del compromiso con la transparencia y el uso de herramientas de vanguardia, los gobiernos y empresas pueden acercarse a una minería que combine la extracción de grandes recursos con el bienestar comunitario y los objetivos climáticos globales.