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México y Brasil: líderes mundiales en la industria de fundición de metales

México y Brasil se han convertido en fuerzas líderes en la industria mundial de fundición de metales, asegurando sus posiciones a pesar de los desafíos económicos planteados por la pandemia de COVID-19. Ambos países han demostrado resiliencia y crecimiento, y México aprovecha las oportunidades de nearshoring para acelerar su expansión industrial.

México y Brasil, dos de las economías más grandes de América Latina, se han posicionado como actores clave en la industria mundial de fundición de metales. A pesar de los severos desafíos económicos provocados por la pandemia de COVID-19, ambas naciones han logrado mantener y ampliar sus capacidades de producción, contribuyendo significativamente al suministro global de metales fundidos.

Según Jorge Vázquez Lujano, director de Ventas Globales de la empresa mexicana Fundiciones Nardo, la pandemia presentó un obstáculo formidable para la industria. “La situación para la industria era muy complicada”, explica Vázquez Lujano, destacando las caídas experimentadas durante este periodo. Sin embargo, la resiliencia de los sectores de fundición de metales de México y Brasil ha sido notable, y ambos países continúan manteniendo su posición como principales productores de metales fundidos.

El sector metalúrgico es una piedra angular de la industria productiva de Brasil. Datos de la Confederación Nacional de la Industria (CNI) de Brasil revelan que este sector emplea a casi 230.000 personas en aproximadamente 3.000 empresas y aporta el 3,1% del PIB industrial del país. Esta impresionante producción subraya la importancia de la industria de fundición de metales para la economía de Brasil en general.

De manera similar, el sector de fundición de México experimentará un crecimiento significativo, con proyecciones que indican un aumento del 3% para 2024. Este crecimiento se atribuye principalmente a la deslocalización, donde las empresas reubican la producción más cerca de sus mercados primarios para reducir costos y mejorar la eficiencia de la cadena de suministro. La tendencia del nearshoring ya ha generado 1.800 millones de dólares en inversiones en la industria de fundición de México, que comprende alrededor de 1.000 empresas.

Bruno Jaramillo, director general de la Sociedad Mexicana de Fundición (SMFAC), destaca el impacto transformador del nearshoring en la industria. “Gracias al nearshoring, la industria de la fundición logró antes de lo previsto su objetivo de inversión de 1.800 millones de dólares, inicialmente previsto para 2026. Ahora proyectamos un aumento adicional de hasta el 50%”, señala Jaramillo. Destaca que la industria de fundición de metales constituye la columna vertebral de toda la cadena de suministro manufacturero en México, creando más de 65.000 empleos directos y otros 205.000 empleos indirectos en productos ferrosos y no ferrosos.

Una parte importante de esta producción, aproximadamente el 63%, sustenta a la industria automotriz, que sigue siendo un sector crítico en la economía de México. La capacidad del país para mantener un nivel de producción tan alto durante una pandemia global es un testimonio de la solidez de la industria y su papel vital en el sector manufacturero.

Haciendo hincapié en el empleo y la competitividad

Sin embargo, persisten desafíos a medida que la industria de fundición de metales en México y Brasil continúa creciendo. Un problema apremiante es la escasez de mano de obra especializada, principalmente ingenieros y técnicos en mecatrónica. Jaramillo advierte sobre un déficit del 62% en personal especializado, una brecha que la industria debe abordar para sostener su trayectoria de crecimiento. “Estamos buscando activamente crear nuevos cuadros de especialistas para esta industria”, afirma, reconociendo la necesidad de programas de educación y capacitación más específicos.

Esta escasez no es exclusiva de México; es un desafío en toda América Latina. La subrepresentación de mujeres en las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) exacerba aún más este problema. Sólo entre dos y tres de cada diez ingenieros son mujeres en México y Brasil. Esta estadística tiene eco en países latinoamericanos, como Chile y Colombia, donde las mujeres también representan alrededor del 30% de la fuerza laboral de ingeniería. Estas cifras, proporcionadas por la Universidad de Zulia en Venezuela, resaltan la necesidad crítica de políticas educativas más inclusivas para fomentar una mayor participación femenina en los campos STEM.

Vázquez Lujano también señala otro desafío importante: la feroz competencia de países como China, Turquía e India. Estas naciones a menudo ofrecen productos de fundición de metales a precios hasta un 30% más bajos que los de los productores mexicanos, lo que representa una amenaza para la participación de mercado de México. Sin embargo, México tiene una ventaja competitiva en términos de tiempos de entrega. “Mientras que los productos de estos países tardan en promedio entre seis y ocho meses en llegar a su destino, las fundiciones mexicanas pueden entregar en aproximadamente dos meses”, explica Vázquez Lujano. Esta respuesta más rápida le da a México una ventaja distintiva en el mercado global, particularmente para los clientes que priorizan la velocidad y la confiabilidad.

Navegando la competencia global

Para mejorar aún más la competitividad de la industria de fundición de metales de México, Vázquez Lujano destaca la importancia de los eventos de networking global, como FundiExpo. Programada para realizarse del 16 al 18 de octubre en la Ciudad de México, FundiExpo reunirá a más de 350 empresas a nivel mundial. Estos eventos son cruciales para mostrar las capacidades de las fundiciones mexicanas, fomentar asociaciones internacionales y discutir las últimas innovaciones y desafíos de la industria.

A medida que México y Brasil continúen dominando la industria mundial de la fundición de metales, su capacidad para navegar y superar los desafíos será fundamental para su éxito. La pandemia ha puesto de relieve la importancia de la resiliencia y la adaptabilidad en la adversidad. El camino por delante puede estar plagado de obstáculos para estos dos gigantes latinoamericanos, pero las oportunidades de crecimiento y liderazgo en el mercado global siguen siendo enormes.

Ambos países han demostrado que, incluso en los tiempos más difíciles, sus industrias de fundición de metales son esenciales para sus economías nacionales y parte integral de la cadena de suministro global. Con una inversión continua en tecnología, educación y colaboración internacional, México y Brasil están bien posicionados para mantener sus roles de liderazgo e impulsar el futuro de la industria de la fundición de metales.

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A medida que el mundo emerge de la pandemia, las lecciones aprendidas por los sectores de fundición de México y Brasil podrían servir como modelo para otras naciones que buscan fortalecer sus capacidades industriales. La resiliencia y la previsión estratégica demostradas por estos países los han diferenciado, asegurando que permanezcan a la vanguardia de la producción mundial de metales durante años.

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