¿Por qué terminó valiendo más la cáscara del café que el grano?
Una nueva tendencia en el consumo del café significa que los productores no deben descartar este subproducto que vale casi 5 veces más que el grano
Hace ya más de 10 años, a una caficultora salvadoreña, Aida Battle, se le ocurrió que la cáscara del café podría también convertirse en una bebida deliciosa. Antes de ella, este subproducto se descartaba o se reutilizaba como un fertilizante barato, pero ahora alcanza precios por libra casi 5 veces mayor a los del grano.
Read in english: Why did coffee husk end up being worth more than the grain?
Con los precios del café alcanzando su punto más bajo en casi dos años, y con la cáscara siendo incorporada por cadenas como Starbucks y Blue Bottle Coffee en sus menús, no debe ser sorpresa que los precios de este subproducto hayan ascendido tanto con respecto a los del grano.
Desde el descubrimiento de Battle, la cáscara ha sido utilizada para preparar infusiones y para mezclar con los endulzantes para darle un sabor diferente al café. Dependiendo de dónde se cultive, a la cáscara se le puede atribuir un sabor a papaya o a manzana verde. Tiene bajos niveles de cafeína y es rica en antioxidantes. Además, no tiene ningún otro procesamiento diferente al secado.
La cadena Blue Bottle Coffee, perteneciente a Nestlé, ofrece entre sus opciones sin café una infusión de cáscara carbonatada, mientras que Starbucks la mezcla con azúcar antes de integrarla en la espuma de su cappuccino.
“Es la primera vez que estamos utilizando el fruto del café, que generalmente no se usa en bebidas” dijo Guillermo Reffreger, coffee ambassador de Starbucks Mexico en entrevista con Milenio.
Para Reffreger, además de las notas frutales que ofrece la cáscara, su dulzor, que le recuerda a la miel de maple o al azúcar morena, es lo que la hizo un producto idóneo para incorporar en el menú de Starbucks.
Una herramienta para navegar la crisis
Los caficultores como Battle ahora enfrentan dificultades, pues la libra se cotiza a $1.20, su punto más bajo en casi dos años, debido a un exceso de producción de café que inundó los mercados internacionales.
Para ellos, la cáscara ofrece una forma de solventar la baja rentabilidad que les deja su negocio principal, pues una libra de esta última se vende alrededor de $7. No obstante, muchos ejercen la cautela, pues temen que los precios de esta se desplomen si su consumo resulta ser apenas una moda.
Sus dudas están justificadas, pues las ventas de cáscara aún no suman una cantidad considerable en volumen. Sin embargo, no tienen problema con venderlo bajo las condiciones actuales del mercado, pues en la mayoría de los casos, la cáscara iba a terminar desechada en el río o como parte de algún fertilizante casero.
Latin American Post | Pedro Bernal
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