4 enfermedades comunes en el embarazo
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Durante el embarazo puedes tener algunas enfermedades que debes tratar para que no se vuelva nada grave. Aquí te contamos algunas de las más comunes
Los cambios hormonales presentes en el embarazo pueden ser la causa de algunas enfermedades. Aunque la mayoría son fácilmente tratables, es mejor que estés pendiente de cualquier síntoma que pueda ser atípico, así puedes asegurarte de que tú y tu bebé estén siempre sanos. Ten en cuenta que muchos de estos cambios hormonales a veces los tendrás que regular con algunos suplementos o vitaminas para contar con todos los nutrientes necesarios.
Read in english: 4 common diseases in pregnancy
Algunas de las enfermedades más habituales en mujeres embarazadas no son exclusivas del embarazo, pero sí tienen algunas diferencias a las que a una persona que no está en estado de embarazo puede padecer. Estas son, por ejemplo, anemia y diabetes. Estas son fáciles de tratar, y en la mayoría de casos, con una alimentación regulada se puede controlar. Por otra parte, existen también padecimientos exclusivos del embarazo, que deben ser tratados con cuidado por un médico, como lo es la preeclampsia y el desprendimiento de la placenta.
A continuación te contaremos un poco sobre estas 4 situaciones que puedes padecer durante tu embarazo, para que estés más preparada si llega a suceder.
1. Anemia ferropénica
A lo largo del embarazo, el volumen sanguíneo de la madre aumenta, pues debe suplir sus necesidades y las del bebé. Esto puede causar la disminución de glóbulos rojos en la sangre, dando como resultado anemia. Normalmente, uno de los nutrientes que más empieza a consumir el cuerpo de la mujer y el bebé es el hierro, por lo que la falta de este puede llevar a padecer esta enfermedad.
Lo principal para evitar presentar anemia es cuidar la alimentación. Al ser causada por la falta de hierro, las mujeres embarazadas deben consumir alimentos con altas cantidades de hierro. Este nutriente se encuentra principalmente en la carne roja y el pescado, en los huevos, y en algunos cereales. En algunos vegetales verdes también se encuentra, aunque en el proceso de digestión no se procesa la misma cantidad.
La madre puede identificar posible anemia por exceso de fatiga, falta de concentración, insomnio dolor excesivo de cabeza, calambres y palidez en la piel. Sin embargo, es mejor realizarse exámenes que dejen ver el nivel de los nutriente en el cuerpo en cuanto sepa sobre su estado de embarazo. De esta manera, de tener los niveles de hierro bajos, desde el comienzo puede regular la dieta para prevenir la anemia.
2. Diabetes gestacional
Aunque tiene mismo nombre de la enfermedad común de la diabetes, esta es transitoria. En esta, los niveles de glucosa en la sangre suben de forma atípica. Estos aumentos se suelen dar desde la semana 12 cuando la mamá empieza a producir mayor cantidad de azúcar en el cuerpo para darle energía al bebé.
Si no se tiene cuidado, la diabetes gestacional, aunque de por sí no es una enfermedad grave, puede ser causa de otras enfermedades como preeclampsia o desprendimiento de la placenta, o incluso puede llegar a afectar la salud del bebé una vez nazca.
Al ser común, durante las semanas 24 a 28 se realiza un examen llamado Test de O’ Sullivan. Dependiendo de los resultados, el médico de recetar una dieta específica para evitar que los niveles de glucosa sigan subiendo. En caso de que los niveles ya estén muy altos, normalmente se realiza un tratamiento especializado.
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3. Preeclampsia
La preeclampsia suele ser común en el embarazo, y desaparece después de dar a luz. No por eso, esta enfermedad debe pasar desapercibida, pues puede resultar a ser perjudicial para el bebé y la mamá. La alta presión arterial es la principal causa de esta enfermedad y se puede detectar gracias a exámenes de orina, pues presenta un exceso de proteína en esta.
El malestar general, dolor de cabeza, náuseas y visión borrosa pueden ser algunos de los síntomas. Sin embargo, por lo general, es una enfermedad silenciosa. Lo recomendado es que después de la semana 20, que es cuando suele aparecer, la madre se realice constantes exámenes de orina. La edad de la madre puede ser un factor causante de la enfermedad, especialmente si se es menos de 20 o mayor de 40, de acuerdo con el portal Mi Bebé y Yo.
Aunque la preeclampsia sigue siendo una especie de enigma para el mundo médico, uno de los consejos que da el mismo portal son: hacer ejercicio, no subir de peso más de lo recomendado, reducir la ingesta de sal y evitar el estrés.
En este artículo de LatinAmerican Post puedes conocer un poco más sobre la preeclampsia.
4. Desprendimiento de la placenta
Las anomalías en la placenta suelen ser causadas por distintas razones, y pueden tener también distintos resultados. Aunque en la mayoría de casos no es grave, puede ser alarmante para la madre porque en ocasiones termina en un parto prematuro.
En un caso normal, la placenta, el órgano que por nueve meses protege a tu bebé, se desprende después del parto de la pared uterina. Pero en los casos que se produce antes de esto, puede provocar un parto no avisado, que puede llegar a ser prematuro, o una cesárea.
La mayoría de cuidados que debe haber durante el embarazo, ayudan a evitar que esto suceda. Es decir, la mayoría de anomalías y enfermedades en el embarazo, como las mencionadas previamente en este artículo, pueden terminar en el desprendimiento de la placenta. Sin embargo, también puede suceder porque desde un comienzo, la placenta se formó en la parte más baja del útero, haciéndola más débil.
Además de adelantar el parto por el desprendimiento, este también se suele dar en el primer trimestre del embarazo, siendo la causa principal de la muerte fetal y aborto natural. No en todos los casos en los que hay complicaciones de la placenta en este punto del embarazo termina en la muerte fetal, si es detectado a tiempo, reposo absoluto puede ser la solución.
LatinAmerican Post | Juliana Suárez
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