Alzheimer: Implante cerebral podría mejorar funciones cognitivas
De acuerdo con la OMS, globalmente más de 50 millones de personas padecen esta enfermedad y cada año aparecen 10 millones de casos nuevos
El Alzheimer es una enfermedad cerebral sin cura que causa la destrucción progresiva de las neuronas. Los síntomas más evidentes son la pérdida de memoria, dificultades para llevar a cabo tareas cotidianas y para comprender imágenes, desorientación de tiempo y lugar, e incapacidad para comunicarse.
La Universidad de Ohio, una de las instituciones del mundo mejor preparadas para el tratamiento del Alzheimer, desarrolló un estudio que tenía como objetivo el diseño de un implante cerebral que fuera capaz de contrarrestar los efectos de la enfermedad.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el mundo hay más de 50 millones de personas con Alzheimer y cada año aparecen 10 millones de nuevos casos. La organización afirma que “aunque afecta principalmente a las personas mayores, la demencia no constituye una consecuencia normal del envejecimiento”.
El “marcapasos cerebral”
Los médicos y científicos del Wexner Medical Center de la Universidad Estatal de Ohio implantaron cables muy delgados en los cerebros de pacientes con Alzheimer. El implante de estimulación cerebral profunda (DBS), como se nombró el sistema, funciona enviando finos pulsos eléctricos que estimulan la memoria y el movimiento de los pacientes con enfermedades de tipo neuronal.
Douglas Scharre, director del estudio, informó en Journal of Alzheimer’s Disease que “tenemos muchos recursos para la memoria, herramientas y tratamientos farmacéuticos para ayudar a los pacientes de Alzheimer con la memoria, pero no tenemos nada que pueda ayudar a mejorar sus juicios, tomar buenas decisiones o aumentar su capacidad para centrar selectivamente la atención en la tarea y evitar distracciones. Estas habilidades son necesarias para realizar tareas diarias, como hacer la cama, elegir qué comer y tener una conversación significativa con amigos y familiares”.
Scharr agregó que “los lóbulos frontales son responsables de nuestra capacidad para resolver problemas, organizar y planificar, y utilizar buenos juicios. Al estimular esta región del cerebro, las habilidades funcionales cognitivas y diarias de los sujetos con Alzheimer disminuyeron más lentamente que los pacientes con enfermedad de Alzheimer en un grupo de comparación emparejado que no estaba siendo tratado con DBS”.
El estudio, que aún se encuentra en fase piloto, logró determinar que el uso del DBS en los lóbulos frontales podría reducir los efectos de la demencia. Asimismo, el dispositivo puede mejorar el rendimiento de los pacientes con Alzheimer en un estado leve o avanzado, a partir del estímulo de las neuronas por leves impulsos eléctricos. Un modelo muy parecido al que se aplica para el funcionamiento del marcapasos en el corazón.
Los resultados
Las pruebas se realizaron en tres pacientes, entre ellos LaVonne Moore, una mujer de 85 años. Hasta antes de empezar su tratamiento en el 2013, ella no recordaba cómo preparar alimentos. Sin embargo, luego del implante poco a poco fue recuperando algunas capacidades neuronales y motoras. Ahora, la paciente es capaz de cocinar alimentos sencillos. Además, la mujer pudo organizar una salida, llevar algunas cuentas, y elegir por su cuenta la ropa que se pondría.
Ted Moore, esposo de la paciente explicó que “LaVonne ha tenido la enfermedad de Alzheimer por más tiempo que cualquiera que yo conozca, y eso suena negativo, pero es realmente algo positivo porque demuestra que estamos haciendo algo bien”.
El siguiente paso en la investigación es explorar métodos no quirúrgicos para estimular el lóbulo frontal de los enfermos de Alzheimer. Por ahora, continúan los avances gracias a recursos provenientes de The Ohio State University Center for Neuromodulation, the Wright Center of Innovation in Biomedical Imaging, OTF-TECH-11-044 y algunas donaciones.
“Esta misma tecnología se ha utilizado con éxito para tratar a más de 135,000 pacientes en todo el mundo con la enfermedad de Parkinson. Nuestros hallazgos sugieren que la modulación de la red frontal para mejorar los déficits ejecutivo y conductual debe estudiarse más en pacientes con enfermedad de Alzheimer”, explicó Ali Rezai, otro de los medicos que hace parte del Proyecto.
Latin American Post | David Fernando Barrera
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