¿Come mucho cuento?: la Cuentoterapia y el arte de sanar
Un programa a través del cual se busca mejorar las condiciones de vida y formación de las personas
Según el fundador de la Cuentoterapia, Lorenzo Hernández Pallarés, psicólogo y psicoterapeuta español, con más de 30 años de experiencia en Psicoterapia Clínica y en Psicopedagogía. La Cuentoterapia es “el arte de sanar a través de los cuentos”.
Pero, ¿cómo los cuentos pueden sanar?, ¿cómo pueden ayudar a niños con trastornos de aprendizaje como dislexia o autismo?, o ¿revelar la solución a problemas de la vida diaria?
Para Carmen González Hernández, Cuentoterapeuta española, Directora y Docente del programa “Educción lúdica”; la Cuentoterapia fomenta en niños y adultos la lectura, además les brinda herramientas para resolver sus dificultades.
La Cuentoterapia, una formación para vivir mejor
Hace dos años Carmen viene dictando talleres de Cuentoterapia en Colombia con el objetivo de analizar la viabilidad del programa en ciudades como Barranquilla, Cali, Bogotá y Medellín.
La Cuentoterapeuta asegura que las experiencias con los docentes, psicólogos, psiquiatras y personas en general, han sido enriquecedoras en ciudades como Medellín y Bogotá.
Así, algunos alumnos manifiestan cómo la lectura de un cuento les ha ayudado a superar miedos, afrontar la pérdida de un trabajo, la muerte de un ser querido, una separación; otros expresan, cómo un cuento en el aula de clase se convierte en una experiencia mágica, trabajando en los niños aspectos como la autoestima, la autonomía o la disciplina.
Símbolos y arquetipos: el verdadero significado de los cuentos
Existen tres tipos de cuentos: el cuento ilustrado, el cuento de tradición oral y el cuento de filosofía oriental. Cada uno posee símbolos y arquetipos universales que según la teoría del psicólogo Carl Jung forman parte del inconsciente colectivo, el cual influye en las emociones y comportamiento humano.
Entre los símbolos universales están el amor representado por un corazón o la paz por una paloma y arquetipos como el padre, la madre, el héroe, el villano, la bruja o el mago. La trama profunda, que actúa en el inconsciente de las personas, es posible descifrarla con un diccionario de símbolos.
Por esta razón, Carmen advierte sobre el peligro de juzgar los cuentos desde la trama superficial y cambiar símbolos que alteran el significado real de la historia. Por ejemplo: Walt Disney cambió algunos símbolos de los cuentos tradicionales quizás para mejorar la estética y transmitir otro mensaje.
Por otro lado, para Lorenzo Hernández, no todas las historias son válidas, ya que: "deben ser cuentos maravillosos. Tienen que contener personajes mágicos y, como decía Tolkien, con un final eucatrastófico: un desenlace bueno para que el paciente sienta que hay solución al problema emocional que encarna el mago, el monstruo, el fantasma, el objeto fantástico o el protagonista que vive un acontecimiento mágico".
Asimismo, Carmen señala: “La Cuentoterapia por sí sola no cura todo. Hay personas con conflictos realmente importantes que deben recurrir a otros profesionales que les puedan ayudar.”
A través de la Cuentoterapia recuperemos la lúdica en el aprendizaje
“El lenguaje del inconsciente es el lenguaje de los símbolos y al inconsciente hay que hablarle en el mismo lenguaje”. Así, explica Carmen cómo los cuentos influyen en la educación y vida de las personas.
La Cuentoterapia puede generar efectos muy positivos, especialmente en niños con dificultades de aprendizaje. Por ejemplo: los niños disléxicos comprenden mejor con la narración oral que con la lecto-escritura.
Es por esto que Carmen afirma: “Cada persona es un mundo y aprende de una forma diferente”. Una idea que se basa en la teoría de la programación neurolingüística y que según el estudio de los patrones mentales, la enseñanza debería adaptarse a cada individuo.
En conclusión, Carmen viene a Colombia, para ir introduciendo la Cuentoterapia en las escuelas e ir recuperando la lúdica. Una experiencia que ella describe así: “Muchos de los alumnos que tenemos ahora, vienen porque para ellos es una formación interesante, profunda, lúdica y eso les da otra motivación”.
Latin American Post | Claudia Acosta
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