Según los estudios, los elementos que más influyen en el deterioro cognitivo son la dieta, el ejercicio físico, el control de enfermedades crónicas y las redes de apoyo

A medida que van pasando los años el ser humano tiende a presentar dificultades en su salud; por eso, diagnosticar ciertas enfermedades con anticipación resulta importante para gozar de una mejor calidad de vida después de los sesenta y cinco. No obstante, uno de los problemas más comunes actualmente en los adultos mayores es el deterioro cognitivo.

El deterioro cognitivo se traduce como la pérdida de las funciones de la memoria; es decir, la persona empieza a tener limitaciones en sus recuerdos y el procesamiento de la información que tiene en su cerebro. Esta enfermedad, en su punto más complej,o puede convertirse en Alzheimer, la cual suele empeorar proporcionalmente el estado mental del individuo.

Los inicios del deterioro cognitivo se dan en casos aparentemente cotidianos como el hecho de no recordar nombres de otras personas que se conocieron recientemente, pérdida de la atención durante una conversación, no encontrar objetos (como las llaves) con facilidad, entre otros.  En diversos estudios se ha confirmado que otro factor clave para el desarrollo de esta enfermedad es la depresión, puesto que algunos pacientes valorados con síntomas depresivos han arrojado quejas sobre la dificultad para recordar. Así mismo, estas personas tienen un alto índice de probabilidad de presentar en un futuro demencia progresiva.

Aún no existe una evaluación clara y profunda sobre estos problemas neurocognitivos. Principalmente cuando un ser humano comienza a tener síntomas de pérdida de la memoria, lo primero que se hace es revisar su historia clínica y determinar las posibles causas de la enfermedad. Igualmente, después del diagnóstico, no se asegura que no vaya a evolucionar en una futura demencia.

¿Por qué no existe claridad en el pronóstico de la pérdida de la memoria? Es muy simple, porque en la época actual no existe tratamiento alguno para el caso. Recientemente se han desarrollado muchos estudios para hallar las medicinas que pueden tratar el deterioro cognitivo leve. Por ahora solamente se ha avanzado en el uso de inhibidores de acetilcolinesterasa para evitar esta enfermedad, cuya solución debe estar resuelta en los próximos años.

Por lo tanto, lo que recomiendan los especialistas en el tema para evitar este tipo de complejidades es realizar una serie de actividades para que el cerebro se mantenga de forma activa:

• Estimular la mente mediante actividades sociales y recreativas.
• Entrenamientos mentales para fortalecer la memoria.
• Desarrollar actividades físicas diarias como caminar, trotar, montar en bicicleta, etc., durante un período mínimo de 30 minutos al día.
• Reducir el consumo de sales y grasas.
• Es importante llevar una dieta saludable rica en frutas, verduras, lácteos descremados, pescado, etc.
• Tener un fuerte control sobre la hipertensión, diabetes, sobrepeso, entre otros.
• Descansar bien es un requisito obligatorio. Es fundamental dormir ocho horas diarias.
• No dejarse llevar por el estrés.

La salud mental debe tratarse con sumo cuidado. Por eso, se hace indispensable cuidar muy bien del estado físico e implementar en la vida tareas de aprendizaje para poder gozar de un excelente estado cognitivo en la tercera edad. Las recomendaciones son muy sencillas, sólo se trata de voluntad para tener una vida saludable y así evitar enfermedades complejas como la demencia o el Alzheimer.

Latin American Post | Brandon Martínez

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